- Esperen afuera - les pedí a los guardias.
- ¿Está segura? - Thoth miro hacia los costados, un tanto extrañado.
- Si - me detuve frente a la puerta con una sonrisa - tengo algunas cosas que platicar con el brujo antes de regresar a casa.
Los cuatro asintieron y se colocaron en el pasillo, pendientes de cualquier movimiento.
Cuando llegamos nadie apareció ante nosotros, logrando acceder sin problema, lo cual indica dos posibilidades: saben que vendría gracias a un sobre aviso o cierran temprano el lugar.
Sin tocar la puerta, gire el picaporte y me adentré a la linda y organizada oficina.
- Vengo en paz - solté al verlo levantar la cabeza de los papeles.
- Atenea - saludo Gerard, levantándose del escritorio.
- Es bueno verte - camine hasta él y lo abrace - aunque nunca parece ser un buen momento.
- Ya vendrán tiempos mejores - acaricio mi cabeza y avanzamos hasta los sillones - aunque reconozco que tu habilidad para meterte en situaciones complicadas está llegando a niveles inhumanos.
Me queje por lo bajo y deje caer el cuerpo.
- Vine por varias razones...
- Primero, felicidades. Me enteré que nació tu primer sobrino - chasqueo los dedos y aparecieron dos vasos con contenido naranja.
- Si... la mejor de las razones - tome un trago, despejando la mente.
- Entonces, ¿Qué otros puntos quieres discutir?
- ¿Porqué estás apoyando al Cónsul?
- Es la mejor forma de ayudarte con la situación y resolver algunos temas a la par.
- No estoy de acuerdo...
- Eso no cambia el hecho de que seguiremos haciéndolo - le fruncí el ceño y se rió - escucha, has estado haciéndolo bien, ganando la confianza de los que tienes a tu alrededor. Tus hermanos también se han adaptado rápidamente y tienen muchas cosas bajo control, pero hay algunas que se les escapan y que podemos cubrir un poco mejor Kostov y yo.
- Sabes que tenemos que deshacernos de él, ¿Verdad?
- Claro, llevo esperando ese momento un par de décadas.
- Entonces...
- Atenea - me interrumpió, dándole un trago a su bebida - es lo mismo que estás haciendo con la Corte. Necesitamos que todo salga tal y como queremos, y para ello, es indispensable usar a ciertas personas.
- Pero ¿Porqué él? - me deje caer en el respaldo del sillón - no es como si manejara a todos los nefilim.
- Es una figura importante para la mayoría de su comunidad - comenzó a mover el vaso en círculos - además de que planeamos sacarlo de raíz. De cualquier forma... ¿Qué hay sobre las novedades de la Corte?
- Estoy segura de que ya te las dijeron - le mire con sospecha - así que, en resumen: el pueblo está contento e Innek se ha mantenido al margen...
- Pero...
- Estoy pensando en romper la última de sus barreras, haciendo creer que estoy embarazada.
Gerard se quedó quieto y me miró con auténtica sorpresa.
- ¿Embarazada?
Asentí y lo vi asimilar la noticia.
- Eso... - parpadeo un momento - tus hermanos no lo saben.
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Los Nuevos Morgenstern
Random- Permíteme dejarlo en claro - cruce las manos sobre la mesa y fijé mi vista en ellos - soy la persona más letal y poderosa en este momento. Si quisiera acabar con ustedes, lo habría hecho hace mucho tiempo y de manera tan discreta que nadie volverí...