- Tenemos un problema enorme - escuché a Daniel soltar con un poco de sorpresa - ¡Ya no hay cereal!
- Está en la alacena - solté sin mirarle.
Llego a casa hace un rato queriendo platicar y jugar, sin embargo estoy atrasada con el trabajo y las solicitudes a la universidad. He estado ocupada la mayor parte de la mañana, por lo que apenas y he podido comer algo, sin embargo pronto terminaré esto y me daré un merecido descanso.
- ¡No está! Ya busque.
- Si están... Apenas las acomodé ayer en la noche.
- ¡No están Atenea!
- Y si las encuentro, ¿Qué te hago? - levanté cansada la mirada.
Mis párpados pesan por ratos, por lo que los talle con el interior de las palmas.- Un cereal con leche
Baje lentamente las manos, viendolo sonreír. Únicamente me dedique a verlo sin una pizca de gracia. En más de una ocasión me he preguntado... ¿Qué diablos pasa en ese cerebro lobuno?
- Recuérdame porqué te permití entrar a casa hoy... - me levanté y comencé a caminar hacia la puerta.
- Por que soy guapo y uno de tus mejores amigos - comentó con naturalidad.
- Te detesto - empuje mis papeles a su pecho - léeme esto en lo que busco el maldito cereal.
- Por supuesto - sonrió con suficiencia y aclaro su garganta - "Entendiéndose así que las T representantes del cuadro contable, presentan activos y pasivos de cada operación. Los activos serán..."
Alcanzamos hasta la cocina y empecé a buscar todo mientras lo escucho. Después de 5 minutos buscando por cada rincón de la cocina, comedor y cuarto de guardado, no logré encontrar el desgraciado alimento.
- Kennet ¿Sabes dónde está nuestro cereal? - le hable mentalmente, dejando de prestar atención al texto.
- En la alacena.
- No está aquí... - suspiré y brinque hacia la mente de Jace - Oye, ¿Y el cereal?
- ¿No está en la alacena?
Chasquee la lengua.
Si somos los únicos que comen eso con mayor regularidad y ninguno lo tomo... ¿Entonces dónde rayos está?Levanté una mano, pidiéndole a Daniel silencio.
- Bien, para. Parece ser que nadie en esta casa sabe dónde está... Así que ¿Quieres que vayamos por uno?
- Acepto tu propuesta - me sonrió y dejo los papeles en el buró más cercano - ¿No necesitas terminar esto?
- Si - moví los hombros - pero también tengo hambre.
- ¡Entonces vamos!
Tomamos el bus hasta una de las zonas comerciales más variadas y nos dirigimos hacia la parte de comida.
- ¿Deberíamos hacer las compras de la semana? - le pregunté, caminando con un carrito en mano.
- Claro, porque no - movió los hombros y saco su celular - ¿Empezamos con las sopas?
- Seguro. ¿Qué se te antoja para comer al rato: Pizza, hamburguesas o pasta?
- Pasta. Me quedaré a ayudarte.
Asentí agradecida e hicimos un recorrido al lugar, comprando lo que hiciera falta u ocupemos más: algunas cosas con azúcar, frutas, verduras, helados y leche.
Pasando las 6:00 pm, emprendimos el camino de regreso, el cual paso de manera tranquila. De ahí, fuimos a lavarnos las manos y empezamos a sacar y acomodar las cosas.
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Los Nuevos Morgenstern
Random- Permíteme dejarlo en claro - cruce las manos sobre la mesa y fijé mi vista en ellos - soy la persona más letal y poderosa en este momento. Si quisiera acabar con ustedes, lo habría hecho hace mucho tiempo y de manera tan discreta que nadie volverí...