Capítulo Especial +18

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BLAKE

- Blake...

Suspira ante el tacto frío de mis manos contra su cadera. Al ir alzando la camisa, voy dejando besos repartidos en su torso, lo cual la hace retorcerse y enredar sus dedos en mi cabello.

A los pocos minutos solo queda nuestra ropa interior, pero antes de poder hacer algún movimiento, Atenea coloca una mano en mi hombro.

- Espera.

Me es imposible no apreciar lo linda que se ve con los labios ligeramente hinchados y rubor en sus mejillas.

- Quiero intentar algo antes... - se levanta y me sienta en la cama.

Trago duro al verla pasar la lengua por el labio inferior y ponerse de rodillas frente a mi.

Podría morir en este instante, pero soy demasiado egoísta como para pensar en ella sonriéndole a otro, besándolo, queriéndolo...

Mi concentración vuelve a ella cuando la noto acariciar suavemente el interior de mi boxer, haciéndome respirar pesado.

Se ve curiosa. Demasiado.

- Atenea... esto no es...

"No es necesario", "no quiero que creas que solo busco mi placer". Esos son los pensamientos que me cruzan, pero tenerla así, ante mi, me hace pensar en mil cosas y como es que me encantaría tenerla llena de mi en más de una manera.

- También quiero que la pases bien - suelta como si fuera una experta y termina por sacar mi pene - dime si lo estoy haciendo bien o quieres cambiar algo...

Todo mi cuerpo se pone rígido al sentir sus manos pasar por el tronco, inspeccionando y familiarizándose. Mis manos se aprietan a los costados con la primera lengüetada y cuando lo rodea con los labios, alzo la cabeza y trato de respirar.

Se siente tan... Cálido.

Es una experiencia increíble tenerla metiendo a su boca una, dos, tres veces, chupando, masajeando; no puedo evitar jadear y gruñir, intentando no caer en la locura y joderla ahora mismo.

Bajo la mirada al sentir como me voy adentrando a su ritmo, sin arcadas ni dolor. Sus ojos me miran con deseo, cariño y un toque salvaje, haciendo que mi miembro pida más atención.

Agarro suavemente su cabello y la empujó ligeramente hacia mis caderas. Sus lindas manos me toman de los muslos y se deja hacer, paseando la lengua mientras me muevo una y otra vez.

En algún momento la parte racional de mi cerebro paso a segundo plano y comienzo a moverme más duro, sin embargo, Atenea solamente jadea y gime.

Todos los estímulos me hacen derramar mi esencia entre sus labios.

Me separo con cuidado y pasando mi pulgar por el resto de semen que escurre, pero ella es más rápida y mete mi dedo en su boca, empezando a juguetear con él en su lengua.

Di una respiración profunda y le sonreí de medio lado.

Sin duda quiere que todos se enteren.

La ayude a levantarse e hice que se recostara. Pasando los dedos suavemente por su silueta, besando y sonriendo al  sentirla temblar, disfrute cada jadeo, lloriqueo y movimiento automático. Quitando con cuidado el resto de su ropa interior, mis manos temblaron de anticipación al ver lo húmeda; al  pasar entre sus piernas, soltó un gemido, lo cual pinto sus mejillas y paso las manos por su rostro.

- Y- yo... - balbuceo, tratando de pensar alguna excusa.

- Tranquila, seguiré siempre que estés segura - le dije, colocando la mano en su cadera y acariciando en círculos.

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