Solté un quejido al escuchar algunas voces en el pasillo. Son ligeras y bastantes discretas pero parecen apresuradas.
La puerta del cuarto se abrió y fue cerrada con extremo cuidado. De mis labios salió un suspiro y me mantuve tranquila, postergando lo inevitable.
- Hey, despierta - Kennet acarició mi cabeza, sentándose a mi costado.
Sollocé internamente y me di la vuelta para abrazarlo por la cintura.
- ¿Es necesario?
- Jajaja, sabes que puedes descansar todo lo que quieras - sentí suaves caricias en mi rostro - pero Daemon fue claro al decir que hoy tienes que ir a ver a dos personas...
- Entonces solo dame 5 minutos.
Se rió y dejo que me acomodara mejor en sus piernas, repartiendo suaves caricias en mi espalda.
- Ayuda...
Fruncí el ceño, prestando atención al sonido.
- ¡Ayuda!
Abrí los ojos y me levanté, dándole una mirada de terror a mi parabatai.
- ¿Qué pasa? - se levantó y tomo de los hombros, alerta.
- ¿Quiénes están en casa? - cuestione, sintiendo mis nervios crisparse.
- Nosotros, Willow y Janneth...
- Maldita sea - susurré y abrí la puerta como alma que lleva el diablo.
- ¿Qué sucede? - me volvió a preguntar Kennet, alcanzandome.
- ¡¿Janneth?! - grite en el pasillo.
- El siguiente piso, la cuarta puerta a la izquierda - soltó Kennet, entendiendo mi objetivo.
Ambos corrimos y prácticamente me estrelle con la puerta, viendo a la chica arrastrarse desde el cuarto de baño.
- Ate... nea - sus ojos llenos de lágrimas demuestran toda su preocupación - el bebé...
Nos tomo 5 segundos escanearla y descubrir que está mojada, señal de que la fuente está rota. Mantiene una mano sobre su vientre y la veo inclinarse por el dolor.
- Tranquila, estarás bien - me acerque y junto con Kennet la llevamos a la cama, manteniendo nuestros nervios al margen.
- Duele... - alcance a escuchar entre sollozos.
- ¿Dónde está la maleta y los papeles? - le pregunto Ken.
- En el... - tomo aire y su rostro se contrajo de dolor - armario.
Él simplemente se levantó y comenzó a rebuscar.
- Hey - le llame la atención, buscando que me mire - Janneth, necesito que des respiraciones hondas y canalices tu energía. Iré a encender el auto.
- Ya bajamos - fue lo último que escuche de Kennet antes de salir corriendo.
- ¿Tobías? - intente conectar con su mente, pero esta en algún lugar difícil de encontrar.
Negue con la cabeza y simplemente me concentre en los eventos actuales. Llegue a la habitación de Sora y me sorprendí al verla agitar sus manitas sobre las sábanas, intentando salir.
- Hola preciosa - le salude y tome en brazos - tenemos que irnos.
Ella me sonrió como si entendiera y camine tan rápido como pude a la planta baja, donde esta Willow. En cuanto nos vio, se levanto para saludarnos.
- Buenos días - hable, buscando las llaves con prisa.
- Hola. ¿Estás bien?
- Seguro - contentaste de manera automática, tomándolas en mis manos - De pura casualidad... ¿Tienes experiencia con embarazadas?
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Los Nuevos Morgenstern
Random- Permíteme dejarlo en claro - cruce las manos sobre la mesa y fijé mi vista en ellos - soy la persona más letal y poderosa en este momento. Si quisiera acabar con ustedes, lo habría hecho hace mucho tiempo y de manera tan discreta que nadie volverí...