Capítulo 24

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Un par de cámaras nos apuntaron en cuanto llegamos. Hemos intentado ser lo más discretos en el trayecto, pero siempre hay vacíos en esto de los medios.

Los guardias de la compañía nos dieron acceso, y Daemon apagó el auto poco después, dejándonos a oscuras en el estacionamiento.

- Hablaremos Tobías y yo - menciono nuestro hermano mayor desde el asiento del conductor - buscamos ser breves y únicamente decir lo elemental.

Todos asentimos y guardamos silencio un momento. Las hadas se bajaron y mantuvieron la puerta abierta para nosotros, observando los alrededores en busca de cualquier sospechoso.

- Vayan arriba y den la bienvenida a quien haga falta - les pedí con firmeza.

- A sus órdenes, Majestad.

Una vez que los perdí de vista, tome el cabello entre mis dedos y solte un suspiro.

- Chicos... mañana me voy a la Corte - hablé con seguridad - quiero que me acompañen.

- Para resolver lo de los Hondmall - la mirada de Kennet se volvió aguda.

- Si. Los haré desear jamás haber nacido - la bebé se removió entre sueños, por lo que baje la voz - Y sé que también quieres ajustar cuentas... Así que arreglaremos esto a nuestro modo.

- En cuánto al otro asunto... - Percy se giro a mirarnos - ¿Ya has pensado en alguna fecha?

- No... Pero tal vez sea en cuatro o seis meses - señale con cansancio - es mucho más tiempo del que esperaba pero no he logrado conocer a tanta gente como esperaba... Y necesito tener al menos a la mitad del ejército de mi lado para lograr el golpe de Estado y el menor número de bajas.

- Lo entendemos.

- Entonces nos turnaremos para ir contigo - observo Daemon - así podremos hacerles creer que te todos estamos satisfechos y matamos dos pájaros de un tiro.

Todos asentimos y nos bajamos del auto. Caminamos con tranquilidad hasta la zona central del edificio, dónde eventualmente se nos unieron los guardias internos, para informar que todo ocurría sin incidentes.

- Hola enana - saludo Jace.

Todos llevan puesto ropa muy similar: traje en negro y camisa o suéter en tono oscuro.

- Chicos - respondí, cortésmente.

- Terminando esto iremos a casa - Tobías nos observo - debemos cambiarnos para ir a la ceremonia.

Asentí y acomode a la bebé en brazos.

- ¿Quieres que te ayudemos? - Thim enarcó un poco las cejas.

- Dámela - Kennet acomodo sus brazos - me mantendré a tu lado.

Asentí y le pase a Sora, la cual se quejo un poco pero siguió durmiendo. Daemon se acercó a colocarle una cobija extra a la menor, haciendo que se cubra su identidad.

Deje caer los brazos y los masajee un poco. Esto de llevar a un bebé todo el tiempo, será cansado... Necesitamos comprar una carreola con urgencia.

En cuanto entramos a la sala, cientos de flashes comenzaron a sonar. Avanzamos en línea, hasta quedar frente al auditorio, donde mi parabatai y yo quedamos en medio.

- Buen día - comenzó Daemon - gracias por venir con tanta premura.
Cómo sabrán, hace un par de horas se confirmo el fallecimiento de nuestros padres, Lucas y Katalella Morgenstern, debido al coche de su auto en la autopista. A raíz de ello, muchos se han de preguntar si alguno de nosotros representará ahora a la compañía o si dividiremos las acciones.

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