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Un pequeño Rayo de Luz y Esperanza

** 2 Meses Después **

Salgo del cubículo a acercarme al lavabo y me lavo los dientes frente al espejo.

— Diablos Brigid ¿Qué comiste que te hizo daño? — Escupo la espuma y me enjuago la boca — Es la segunda vez que vomitas.

— No lo sé, pero por favor no me dejes sola — Hace una mueca y se acerca a sobarme la espalda.

— Jamás y ahora menos después de lo que me contaste sobre Desmond, en serio que no entiendo porque no vas a denunciarlo, no tiene ningún tipo de perdón — Suspiro. Guardo la pasta y el cepillo en mi pequeño bolso — Deberías de ir con la policía.

— No, ellos están ocupados buscando al asesino de mi padre, no quiero que se distraigan por ese imbécil — Ambas salimos del baño una vez que Ekaterina se termina de retocar el rostro.

— Eres muy fuerte Brigid — Asiento en silencio — Yo no sabría que hacer en tu lugar. Estaría muy deprimida con la violación y la muerte de mi padre, que vivas con tu abuela y no con tu madre por culpa de tu pad...

— De Roger, no es mi padrastro ese pedazo de mierda — Suspira. Ambas caminamos por el pasillo en donde varios estudiantes están conversando emocionados porque se acercaba la graduación y todos ansiaban por despedirse de la universidad y comenzar con sus carreras. Mientras que yo me ahogaba, todos estaban triunfando en la vida. Mis planes eran trabajar en algo que yo no quería, ver por mi y Fang porque la abuela estaba dispuesta a darme aquel futuro que tenía planeado con papá, pero sus planes se vieron arruinados porque embarazo a mi madre.

— ¿Quieres quedarte a dormir en mi casa esta noche? — Niego con la cabeza al pensar en Fang, ni siquiera quería separarme de mi perro ni un segundo, era un sacrificio tener que venir a la escuela.

Un estudiante pasa a mi lado y un olor demasiado fuerte me inunda, hago una mueca de asco y las arcadas se hacen presentes.

— Ay no, otra vez no — Corro al baño y entro para vaciar mi estómago una vez más.

— Esto me esta preocupando — Dice Ekaterina a mis espaldas — Tenemos que ir al hospital y que te chequen, esto no es normal, podría ser una infección estomacal o alguna bacteria de algo que comiste — Tengo la respiración agitada, me limpio la boca con el papel de baño y me levantó para lavarme la boca por tercera vez — ¿Quieres que vayamos a enfermería para que te receten algún medicamento antes de ir al hospital? Aún faltan tres horas para que acaben las clases.

— Déjalo estar — Digo al terminar de enjaguarme la boca — Prefiero ir al hospital.

— Bueno, vamos entonces.

Salimos del baño y nos topamos con el equipo de fútbol. Desmond se estaba riendo junto a sus amigos y entre ellos estaba Asher, me sorprendió ver que Ekaterina me jalo del brazo para alejarnos de ellos lo antes posible, pero para nuestra mala suerte, todos notan nuestra presencia.

Desmond deja de sonreír en cuanto me ve, me recorre con la mirada y frunce el ceño, supongo porque ya no me veía igual que antes, estaba demacrada, tenía las ojeras remarcadas, el cansancio se me notaba a kilómetros, ya ni siquiera había color en mi piel. Ya no vestía como antes, había reemplazado los jeans, los vestidos y faldas por pants, cambie las blusas escotadas y tops por sudaderas grandes. Ya ni siquiera me arreglaba el cabello.

— ¿Brigid? — Ekaterina me jala de nuevo, no me opongo, pero Desmond me pesca del otro brazo y le prohíbe a Ekaterina alejarme — ¿Qué te sucedió? Vi en las noticias lo que le hicieron a tu padre — Lo fulmino con la mirada.

Atracción PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora