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Empezando desde cero

*** 3 Meses Después ***

— Quisiera un helado combinado, por favor — Le indicó al chico que estaba entregándole un cono de helado a una niña, trato de no mirarla a ella, aún tenía pesadillas sobre lo qué pasó con Stella.

Fang coloca su cabeza debajo de mi mano, bajo la mirada hacía él y le sonrió mientras le rascó su cabeza y las orejas puntiagudas. Mi perro ha sido un gran analgésico para mis dolores del corazón y mi héroe al despertarme de mis pesadillas.

— ¿Qué sabores quiere? — Pregunta el chico mientras toma un cono.

— Chocolate y vainilla — Asiente y empieza por el de vainilla. Miro a mi alrededor, varios adolescentes con uniforme de escuela estaban en el parque, la mayoría se saltaba las clases, mientras que los adultos paseaban a sus perros o iban con sus parejas he hijos a que estos corrieran con el papalote en el aire o simplemente a darles de comer a los peces que habían en la fuente.

— Aquí tienes — Vuelvo mi mirada al chico, le doy el dinero y le digo que se quede con el cambio para poder irme.

Camino por la acera con Fang a mi lado, ambos alejándonos del parque de una vez por todas, ya no toleraba ver a muchas familias felices y menos a mujeres que estaban presumiendo su panza de embarazada.

Estaba harta de tener que fingir que ya no me molestaba ver a las personas felices mientras que yo me hundía en mi propia miseria. Solo tenía que hacerlo frente a la abuela para que no volviera a llevarme con un terapeuta, desde que salí del hospital ella se encargó de llevarme a terapia para poder enfrentar mi dolor, cosa que sí funcionaba los primeros días, pero ya después solo quería irme para no tener que volver a revivir mis pesadillas.

— ¡Entrena con los tigres! — Dice un chico en la esquina, repartiendo volantes a la gente que pasaba y muy pocos le recibían el volante que contenía letras blancas y en medio un tigre de bengala — ¡Aprende a defenderte! Oh vamos, solo es defensa personal — Le dice a un señor que le pone mala cara.

Eso sonaba interesante. Bajo la mirada a Fang y este solamente mueve la cola con emoción, al parecer eso era una respuesta a que me animara a probar.

Me acerco al chico y este al verme frente a él se queda hipnotizado, le tiembla la boca prohibiéndole articular una palabra coherente.

— Hola... Me llamó... — Tartamudea — Me llamó Harry — Me extiende varios volantes. Sonrió divertida y tomó uno de los volantes que sostiene para ver lo que podría ofrecerme si es que me animo a unirme.

Academia de Artes Marciales Tigre de Bengala

Más de 30 años impartiendo clases de Tigre de Bengala, arte de la defensa personal para niños, jóvenes y adultos con una metodología de la enseñanza al alcance de todos para aprender un eficiente arte marcial, contundente que se ha forjado en algunos lugares como Turquía, Estados Unidos de Norteamérica y Japón. Racionalmente campeones estatales, nacionales e internacionales.

Con un amplio currículo en donde el maestro Seth Jones ha impartido Tigre de Bengala en varios países por mencionar.

Abierto de Lunes a Viernes desde las 20:00 hrs.

Abajo venía la dirección y número telefónico del lugar.

— Puedes unirte a la familia — Dice el chico al fin con claridad, al parecer se mentalizo bien las palabras que me iba a decir — Se ve que eres una mujer con carácter — Lo miro con diversión al notar sus mejillas sonrojadas.

Atracción PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora