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Te Extrañe Mucho

— ¿Todo en orden? — Pregunta mi abuela al ver que hago muecas de dolor justo cuando intento acomodarme en el sofá.

El entrenamiento de ayer fue realmente duro a pesar de que el profesor me puso algo sencillo, creí que eso no era para nada una enseñanza, pero al final me estoy retractando por el dolor de los músculos en mis piernas y espalda.

— Todo bien, es solo por las prácticas que estoy tomando — Suspiro una vez logró estar cómoda en el sofá.

— No creo que eso sea bueno para ti ahora, a penas y estás volviendo a tu ciclo menstrual — Dice preocupada.

Desde que supe que ya no estaba embarazada, me hice a la idea de que ya no iba a poder ser madre, empecé a aceptar mi dura realidad de ahora en adelante y era mejor de esa manera, ya nadie tendría algún tipo de motivación de hacerme daño.

— Todo está en orden, solo tengo dolor en las piernas y en la espalda — Fang se acerca y se tumba a lado del sofá en donde yo estoy recostada.

— Por cierto cariño, tu madre vendrá — La miro con el ceño fruncido — Solo llegará ella y la pequeña Tangie.

Maldita vida de porquería que no deja de aplastarme con las cosas que trato de dejar atrás. Maldita rabia cargada de la tristeza que me ahoga cada que me la mencionan.

— ¿Y como por qué va a venir ella? — Preguntó molesta. Estaba demasiado enfurecida con ella porque nunca me fue a visitar al hospital o siquiera aquí en la casa de la abuela, no se preocupo en absoluto de mi salud, de si la necesitaba en esos momentos o siquiera de preocuparse de si yo iba a parar en un maldito psiquiátrico por la forma tan brusca en que cambió mi vida.

No quería verla, no quería que mi día, mi semana o el maldito mes se me amargara por su culpa.

— Ella quiere aprovechar este momento porque su esposo saldrá de trabajar hasta tarde — Pongo los ojos en blanco.

Roger siempre es el primero en su maldita lista de prioridades.

Me hizo a un lado para formar su familia con él. No asistió al funeral de papá solo porque Roger le dijo que no tenía porque ir. Y lo peor es que yo siendo su hija no fue a verme al hospital después de haber sufrido un aborto en tan poco tiempo que sufrí la pérdida de mi papá y seguramente no lo hizo porque Roger se lo dijo.

— Pues que lástima porque yo hoy tengo cosas que hacer — Miento — No estoy para payasadas, así que dile que hoy no será posible.

— Es tu madre, es necesario que la veas aunque sea solo unos diez minutos — Me levantó con brusquedad, enseguida un gruñido de dolor sale de mi boca al sentir una gran punzada en mi espalda.

— Ella no tuvo tiempo para ir a verme al hospital, ella no sabe por lo que estoy pasando y tampoco sabe lo difícil que es vivir el día a día sin la persona que quiero y necesito de verdad. Me han arrebatado lo que no creí que anhelaba tener y ¿a ella le importó? ¡Para nada! No sabe lo doloroso que es para mi saber que será un imposible volver a quedar embarazada sin que yo sea un maldito riesgo para el bebé — Digo demasiado molesta y trató de mantener mi dolor muy en el fondo para no llorar de nuevo, ya estaba harta de hacerlo — Yo no la necesito ahora, cuando lo hice ella no estaba ahí para consolarme porque suficiente tiene con su nueva familia. Ella dejó de ser mi madre desde hace mucho tiempo y apenas le estoy haciendo el favor de alejarse.

— Brigid...

— No abuela — La corto — La única familia que me queda eres tú y Fang, nada más — Digo para luego alejarme sin importar las punzadas de dolor en los muslos.

Atracción PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora