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Tocando Fondo
Hela me dejo a mi y a Julieta en la sala de la enorme casa de su padre. La seguridad aquí era el doble que la que había en la otra.
Hela se alejó junto a su padre dándole todos los detalles de lo que sucedió, mientras tanto Julieta buscaba hacerme conversación, pero no pude concentrarme demasiado porque la imagen de Irana y Mara juntas me tenía desconcertada. Me sorprendió demasiado la estupidez que abarcaba en la cabeza de Mara.
No voy a entender porque ella se siente de esa manera, siempre recibió la atención de mi madre, de mis abuelos. Su padre sigue con mamá como la familia perfecta que eran, por eso mismo es que Irene y sus hijas les tenían tanta envidia.
¿Vivir bajo mi sombra? Yo ya no tengo nada de lo que antes me hacía feliz, mi padre ya no estaba conmigo, tampoco estaba Hannibal... Mi madre jamás estuvo presente en mi infancia como quería. ¿Qué tenía yo que ella no? Y ni pensar en Desmond que ese me traicionó, me violó y me arrebató a mi hija, cosa que nunca se lo pienso perdonar... y menos a Mara por preferirlo a él.
— Deja de pensar en lo qué pasó — Miro a Julieta — Deja de buscarle un pretexto para lo que te hizo tu hermana — Suspiro y me dejo caer por completo en el enorme sofá.
— No le buscó un pretexto, quiero entender el porqué — Paso una mano por mi cabello y lo dejo ahí. Ya hasta me estaba empezando a doler la cabeza de tanto pensar. Por más que buscaba entre mis recuerdos algún motivo, no lo había.
— No lo sabrás hasta que usted hable con ella y por lo visto no tendrá esa conversación muy pronto.
— Quisiera llamar a mi mamá para decirle que Mara no está secuestrada, ella está más que bien — Suelto un bufido — Intentando matarme, súper casual ¿no lo crees? — Hace una mueca, no de lástima, era más de decepción. Yo no sabía ni que sentir, estaba confundida, desconcertada, pero decepcionada no. Quizás muy en el fondo tenía la idea de que esto podría suceder, aunque ahora estaba en negación.
Quizás nunca me lleve bien con Mara, pero existían pequeños momentos en los que habíamos sido un par de hermanas normales que se querían. Mara seguramente no recuerda nada de eso porque ella solo tenía dos años cuando decidí darle una pequeña oportunidad; Oportunidad que se fue al carajo cundo mi madre volvió a demostrarme sus preferencias.
Sí llegue a querer a Mara, solo que nunca lo demostré. Ahora ya no sentía ese tipo de cariño al ver que ella estaba decidida a llevarme a los brazos del diablo por motivos pendejos. He tocado fondo por culpa de ella.
No estaba dispuesta a hablar con Mara, no ahora y tampoco en los siguientes días, semanas, meses, quizás nunca esté dispuesta a hacerlo.
Como dije antes, la traición de Mara fue la gota que derramó el vaso. Mis planes estaban claras ahora, estaba dispuesta a seguir las indicaciones de Hela y del profesor Seth al pie de la letra; quería ser una experta en defensa personal. Mi habilidad por perdonar a la gente y por soportar sus malos tratos se habían esfumado, iba a ser diferente ahora. Todos los que me hicieron a un lado, me hicieron daño física y emocionalmente iban a ver mi lado oscuro, aquel que tanto reprimí por estar cegada ante el amor y cariño que les tenía.
— Tuo fratello deve essere in arrivo... — Escucho voces por el pasillo, me enderezo al tiempo que Julieta se gira para ver al señor Ricci y a Hela — Riposatevi e portate i vostri ospiti nelle loro stanze, i miei uomini stanno già cercando chi è entrato nel mio territorio. Non voglio che abbiano altre sorprese stasera — No entendí un carajo de todo lo que el hombre le decía, solo veía como Hela asentía en aprobación para luego despedirse de su padre con un beso en la mejilla.

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Atracción Peligrosa
RomanceColápsate. Desmorónate. Esta no es tu destrucción. Es tu nacimiento. Y el comienzo de una Atracción Peligrosa.