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Heridas

— Puños al frente y el pie derecho atrás — Demanda el profesor y todos acatan la orden — Ahora muéstrenle a la señorita aquí presente — Me mira por sobre su hombro — ¡Ya! — Todos empiezan por lanzar un golpe al frente y después de ese otros más, con el pie, un giro y otro golpe al aire con el pie lanzando un grito — Pon atención porque eso es lo que vas a practicar — Me dice con seriedad — Es lo básico y sencillo para ti.

Ya había visto como habían entrado en calor, ejercicios tan sencillos, pero que te hacían sudar a los treinta segundos que ya estabas haciendo los movimientos.

Sentadillas, saltos y el correr sin parar, inclusive practicando en golpear el costal que tenía colgando.

Después de que mi abuela me llevo a conocer a su amigo Alexander y lo que me esperaba con él. El camino a casa me estuve haciendo a la idea de que mi vida, al menos una parte de ella dejaría de ser del todo privada, muchas cosas saldrían a la luz y después de hacerme notar, muchas cosas a futuras tendrían que ser noticia para cualquier revista de chismes.

Suelto un largo suspiro, trato de mantener mi concentración en los movimientos, pero me era imposible...

— ¿Ya me dirás cómo es que pudiste derribar a ese hombre que era el doble de alto que tú? — Preguntó curiosa.

— He tenido cierta curiosidad por las artes marciales desde que tenía siete años. Mi padre me llevó a clases a los diez solo para mantenerme callado y dejar de molestarlo con eso.

— Vaya, mi novio es todo un ninja — Acomodo mis piernas a cada lado de su cintura, era bastante cómodo estar sobre él, mi lugar favorito siempre sería estar entre sus brazos... y encima de él — Ahora entiendo porque eres rápido y ágil en algunas cosas — Sonríe divertido al percibir el doble sentido de mis palabras.

— Te podría dar algunas clases — Dice contra mis labios, sonrió al sentir sus manos escurrirse por debajo de mi blusa — Algunas demostraciones para que puedas defenderte para cuando no esté.

— Deberías de ser maestro, siempre quieres dártelas de profesor conmigo — Le doy un beso rápido en los labios.

— Y se me da bastante bien ¿no lo crees? — Mi cuerpo se tensa al sentir como se abre paso en mis pantalones para llegar a mi trasero — Al menos en este tipo de... clases — Suelto un jadeo cuando me incita a mover mis caderas, justamente para rozar la erección que estaba creciendo en sus pantalones.

— Y a mi que me encanta llegar puntual a sus clases solamente, siempre ansiosa por aprender cosas nuevas con mi profesor favorito — Sonríe divertido para luego atrapar mi labio entre sus dientes...

— ¡Ya! — Vuelvo a la realidad de golpe. Los chicos ya estaban rompiendo filas para poder hacer un circulo sobre los tapetes — Brigid, date prisa que no tenemos todo el tiempo — Me siento entre Harry y otro chico que aún no conocía su nombre, pero tampoco me interesaba entablar amistad con ninguno de aquí.

El profesor se pone en el centro y nos evalúa a todos con atención. No tenía idea de que estaba por suceder, pero no quería que dijera mi nombre hasta que terminara la clase.

— Harry, al centro — El chico se levanta y se encamina a paso firme — Y Daryl — Un chico que era un poco más alto que Harry, se levanta y se coloca enfrente de él — Ya saben lo que tienen que hacer, el que gane tendrá el fin de semana de descanso — Lo miro impresionada, ya quisiera que mis profesores me dieran ese premio por cada examen aprobado — Y los otros, bueno, ya saben lo que les espera — Se encoge de hombros mientras sale del círculo de alumnos — Tienen toda mi atención.

Atracción PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora