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Dispuestos a enfrentar las consecuencias

Sus manos recorren mi cintura hasta llegar a mi espalda baja, me atrae hacía él haciendo que lo abrace y el beso se profundice.

Balderik me atemorizaba por el simple hecho de lo que estaba provocando en mi, me estaba haciendo sentir demasiadas cosas, mi cuerpo se sentía completamente distinto al estar cerca de él, eso eran tan nuevo y adictivo.

Sentí mi corazón latir con rudeza en mi tórax, la corriente corría por mis venas a gran velocidad. Esto no estaba bien, yo no podía sentir esto por alguien como él, pero es que ya no me sentía la misma Brigid de antes, una pequeña parte de ella me exigía que me apartara, que era un error y que me mantuviera alejada, pero la actual yo, esta que estaba disfrutando del beso me estaba casi amenazando de que no me apartara. La actual Brigid comenzaba a disfrutar del pecado.

Y eso ya no me estaba importando mucho, quería hacerlo, quería pecar. Quiero arder en los brazos de Balderik, en todas partes y a la hora que sea...

— ¿Brigid? — Me apartó con brusquedad de Balderik — ¿Brigid, dónde estás? Flavio está esperando — Me arreglo un poco la ropa arrugada y trato de mantener mi ritmo cardiaco con normalidad.

Balderik maldice en voz baja, lo veo quitarse el saco y colocarlo sobre su brazo. Se endereza y coloca su brazo en el abdomen, baja un poco más el saco para que cubra su erección que estaba remarcada en sus pantalones. Reprimo la carcajada porque se veía como un mayordomo, uno bastante nervioso.

Me mira solo unos segundos como si con la mirada me dijera que él lo arreglaría. Sale de nuestro escondite una vez está preparado para enfrentar a su hermana.

— Balderik ¿has visto a Brigid?

— No — Mira a todos lados — Yo me aleje de ustedes un momento para atender una llamada — Se aleja y yo solo frunzo el ceño — Supongo no se siente preparada para las clases con Flavio.

«Oh no, eso sí que no»

Camino silenciosamente del lugar donde salió Balderik, me traslado hacía un árbol con forma de jirafa y salgo de ahí fingiendo una sonrisa. Hela aparta la mirada de su hermano para mirarme a mi, ella sonríe apartando a su hermano para acercarse a mi dando grandes zancadas.

— Pero que alivió que estés aquí ¿Dónde te habías ido? — Pasa su brazo por mis hombros — Flavio ya nos está esperando, debo decir que él odia que lo hagan esperar — Noto como Balderik blanquea los ojos.

Quería arder con él, sí, pero mi objetivo era ser una mejor versión de mi y quería enfocarme en eso también. Quería aprender cosas nuevas y eso también incluía el baile, pero aparte del vals, quería retomar una clase en especifico.

Hela me aleja de Balderik, quien se mantiene en su lugar, observando como nos alejábamos poco a poco. Hela me guía por el pasillo para luego entrar a un salón, habían dos paredes enteros de puro espejo, al fondo había dos tubos, uno en cada esquina. Me pregunto que tipo de bailes sabe Hela, porque a parte de los tubos, al otro costado de la habitación había una barra de ballet. Era un salón bastante grande en donde podías practicar de todo tipo de baile.

— ¿Comenzamos? — Pregunta Flavio preparando el estéreo.

— Por favor, Flavio — Contesta Hela dejándome en medio del salón para irse corriendo a donde estaba Flavio — Yo pongo la música.

— Bien — Le sonríe antes de alejarse y acercarse a mi — Mademoiselle — Me habla en Francés extendiendo su mano hacía mi una vez comienza a escucharse la música.

— ¿No debería de ver primero? — Pregunto un tanto nerviosa.

— Voy a moverme contigo primero, necesito saber que errores corregir — Trago saliva una vez sujeto la suya — Blue Danube no deja de ser de mis favoritas — Suelta un gruñido cuando lo piso.

Atracción PeligrosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora