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No sé en qué momento me había quedado dormida, mire la pantalla de la computadora y ya se había apagado, la hora en mi celular decía que eran las 6:45 pm.

Había dormido casi todo el día, lo que significaba que sería una noche larga.

Salí de la habitación en silencio para buscar algo de comer, pero seguía sin haber rastros de Amy por ningún lado.

Metí al microondas lo que parecían restos de alguna comida de esta semana y luego regrese a mi habitación.

Tenía un mensaje nuevo de Kyle.

Kyle: "Amy pasará la noche en mi casa hoy, dice que prefiere mantener distancia contigo por ahora"
"pensé que debías saber donde estaba para que no te preocuparas"

Genial, al menos sabía donde estaba.

El lunes tenía que regresar a la universidad y definitivamente estaba pasando un fin de semana de mierda encerrada sola en mi habitación, con mi mejor amiga queriéndome lejos de ella, mi "supuesto novio" sin responder mis mensajes.

La soledad que hace meses sentía amenazaba con hacerse presente, de pronto las paredes de mi habitación se sentían cada vez más grandes dejándome a mi en un rincón triste, tendría un ataque de ansiedad en cualquier momento y no habría nadie que me ayudara a calmarme.

Era hora de tomar una decisión impulsiva, me puse los primeros tenis que vi, una sudadera enorme color rojo, metí mis llaves, celular y cartera en los bolsillos de la sudadera y salí del apartamento.

La gasolinera estaba bastante cerca del edificio, a solo una cuadra, así que no fue difícil caminar hasta ella.

El chico de cabello rubio casi blanco con el piercing en la nariz y en las orejas detrás mostrador me observaba mientras registraba mis compras, una bolsa de cheetos morados y tres cervezas de lata.

—Necesito ver tu identificación—me regaló una sonrisa amable, hasta diría que coqueta.

Saqué la tarjeta de mi cartera y la tomó para revisarla.

—Luces muy distinta—sentí algo de vergüenza al recordar la foto de la tarjeta y se la quité rápidamente a lo que rió en voz baja —Te ves linda de ambas maneras, aunque yo creo que el cabello de colores se ve genial ¿tú no?—se llevó una mano a la cabeza dejándome ver su brazo lleno de tatuajes.

¿Acaso estaba coqueteando conmigo?

—Gracias por el cumplido, pero deberías de darme mi cerveza ya o se pondrá caliente y no hay cosa que deteste mas—.

—Tienes razón, mis disculpas, solo quería mirarte un poco más antes de que te vayas de aquí y no vuelva a verte en mi vida — sentí como mis mejillas ardían.

—¡Te pago por trabajar, no por coquetear con las clientas! —entró a la tienda por la puerta que estaba atrás de el chico, un señor de unos cuarenta y tantos con una gorra con el logo de la gasolinera —¡Sigue así y serás tú el que limpie los baños hoy Colson!— el chico del mostrador puso los ojos en blanco y registró mis cervezas.

-Relajate Carl, no hay que ser grosero frente a los clientes ¿verdad?—sonrió  galantemente mientras el hombre se veía irritado y volvió a cruzar la puerta por la que había entrado no sin antes murmurar algo.

Le di mi dinero a Colson y me regresó el cambio.

—Gracias Colson — intenté decirlo de manera normal, pero bueno, no tenía pinta de Colson.

—Llamame Kelly linda, solo mi madre y su esposo, el tipo que acabas de ver, me llaman por mi nombre —puso mis cosas en una bolsa y finalmente me las entregó.

Salí de la tienda de la gasolinera dispuesta a regresar a encerrarme a mi habitación y sentirme miserable el resto de la noche, pero preferí sentarme sola en la acera, lo suficientemente lejos de la puerta para no estorbar a los que entraban y salían del lugar.

Perdí la noción del tiempo revisando mis redes sociales, bebiendo y comiendo mis cheetos.

Me había tomado con una gran lentitud las cervezas, porque si se acababan significaba que tendría que irme a casa, cuando revise la hora habían pasado tres horas desde que salí del apartamento.

—¡Hey tú! ¿Qué haces aquí todavía?— Kelly apareció de nuevo, ahora con una sudadera morada puesta en vez de la estúpida camisa verde de uniforme.

—¿No es obvio? Estoy bebiendo sola porque mi vida es una mierda—hizo un gesto de descontento.

—Termine mi turno ¿Quieres compañía?— me encogí de hombros, no tenía la suficiente confianza con él, pero había salido del apartamento por lo sola que me sentía —Espera un momento aquí —asentí y entró de nuevo a la tienda, dos minutos después estaba de regreso con un six pack de cerveza.

—¿Es en serio? —el sonrió maliciosamente y se sentó a mi lado al mismo tiempo que me destapó una de las cervezas con sus dientes.



I Wanna Be Yours [[[Timothee Chalamet]]] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora