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Ella sabía que yo estaba ahí parada mirándola, pero no parecía importarle, solo seguía ahí sentada llorando, mirando a un punto fijo frente a ella.

¿Qué podría haber pasado que la hiciera terminar así?

—¿Amy? — la llamé pero me ignoró— Amy ¿Qué ha pasado? —me acerqué a ella.

— ¡Dejame sola! ¡Quiero estar sola! ¡Quiero hacer como haces tú y perderme en el alcohol para no enfrentar mis problemas! — rompió en llanto y se hizo bolita en el sillón, abrazando sus piernas con ambos brazos.

Me había dolido lo que había dicho y aunque era hipócrita de mi parte, no iba a dejar que ella lo hiciera.

—Tú no eres así Ams, tú eres más fuerte que yo—me senté a su lado y esperé a que se calmara.

—¡Soy una estúpida!—.

—No digas eso, tu y yo sabemos que eres la persona más lista en esta habitación—.

—Claro que no, soy una estúpida por creer que al querer a alguien voy a recibir lo mismo— el corazón se me hizo pequeño al escucharla, no estaba segura si lo decía por mi, pero alguien dijo una vez "si el sombrero te queda" — Doy lo mejor de mi ¿Y qué es lo que recibo? Que me digan que no soy buena amiga, que no soy una novia comprensiva, que no hago suficiente— no pude mas y la abracé tan fuerte como pude, no sabía exactamente qué había pasado, pero lo que acababa de decir me indicaba que le acababan de romper el corazón y la hicieron sentir insuficiente, lo peor es que yo había colaborado con eso.

—Tú eres la mejor persona en este mundo de mierda Amy. Perdona por haberte lastimado y hacerte sentir que eres una mala amiga, jamás lo has sido, por el contrario, siempre has sido mejor amiga que yo—.

—¿Por qué tardaste tanto en hablarme? la he pasado horrible estos últimos días, necesitaba un consejo o al menos un abrazo y tú no estabas ahí —.

—Perdona Amy, lamento en serio no estar antes, creí que lo que menos querías era tenerme cerca de ti — se separó de mi y se limpió la nariz con la blusa que tenía puesta.

—Claro que estaba enojada, pero te hubiese escuchado de cualquier manera—.

—¿Lo ves? Tú eres la mejor amiga que puede existir. Perdona si te hice dudarlo—.

—Ya deja de pedir perdón, pareces un chico —lo último lo dijo en un hilo de voz y luego volvió a llorar— ¡Estúpidos chicos! ¡Los odio!— cerró los ojos con fuerza y sollozó fuerte.

—¿Evan te hizo algo?—lloró con más fuerza.

—¡Me dejó Eli!—me sorprendí al escuchar eso.

Nadie había dejado a Amy antes, digo no es que hubiese tenido cincuenta novios, pero con las dos personas con las que había estado antes, ella había sido quien puso un punto final.

¿Quién podía terminar con Amy? Si tenerla de novia era sacarse la lotería.

—No me veas así Eli —me disculpé y siguió hablando —Llevábamos discutiendo hace semanas, peleábamos por cualquier cosa, se pusó peor cuando se me salió decirle que había dormido en la casa de Kyle cuando estuvo fuera de la ciudad, traté de explicarle que fue porque tú y yo peleamos, dijo que yo nunca iba a cambiar, que era falsa, luego de eso buscaba cualquier excusa para decirme cada cosa que le molestaba de mi o para decirme que tenía dos caras, que fingía ser otra persona cuando estaba con él ¿Y sabes que? Tenía toda la razón, porque me esforzaba demasiado por ser lo que le gustaba y eso implicaba esconder mucho de mi y al final no importó una mierda todo lo que hice, porque el sábado en la mañana, luego de la fiesta donde nos la pasamos discutiendo por estupideces, me dijo que no valía la pena seguir perdiendo el tiempo intentando hacer que las cosas funcionarán cuando era imposible, estaba harto de mí —.

—Amy —acaricié su rostro y puse atrás de su oreja los mechones de cabello que se habían pegado a su rostro por las lágrimas —Lo siento tanto — ahora ella fue la que me rodeó con sus brazos, hundiendo su cara en mi pecho para seguir llorando.

—Me duele tanto Eli, de verdad hice todo lo que estaba a mi alcance y él solo me dejó—.

Fue hasta en ese instante que comprendí a Amy, me quedó más que claro porque odiaba a Peter y porque nunca podría perdonarlo aunque yo si lo hiciera, había presenciado cómo mi corazón, espíritu y autoestima se rompieron por su culpa.

¿Cómo no odiar al idiota que ha hecho sentir tan poca cosa a mi mejor amiga?

—Quiero vomitar —me puse de pie y la ayudé a llegar al baño ya que apenas podía caminar por su cuenta.

—¿Por qué pesas más cuando estás ebria? —.

—No lo sé—se puso de rodillas frente a la taza del baño y comenzó a vomitar.

Me sentí mal por no haber estado con ella antes, había tenido que tocar fondo sola.

Sostuve su cabello mientras terminaba de vomitar el Whisky finísimo y una vez que terminó, la ayude a quitarse la ropa que traía para meterla a la bañera.

Se había quedado con la mirada perdida, viendo su reflejo en el agua, comencé a limpiar el maquillaje corrido en su rostro con una toalla, el sentimiento de querer protegerla a toda costa para evitar que volviera a estar así me invadió, me prometí que iba a ser la amiga que ella había sido cuando yo estuve mal, la que me ayudó a levantarme tantas veces.

Al terminar la ayude a salir y la envolví en la toalla, la senté en la cama y busqué algo de ropa cómoda, pensé en dejarla sola para que se vistiera, pero parecía un zombie, así que también la ayudé con eso, finalmente la acosté en la cama.

—No me dejes sola de nuevo— tomó mi brazo antes de que me alejara de la cama. Sin dudarlo dos veces me metí en la cama con ella, esa nochela escuché llorar hasta que se quedó dormida, justo como ella hizo cuando mi mundo había estado de cabeza.

I Wanna Be Yours [[[Timothee Chalamet]]] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora