I Wanna Be Yours [[[Timothee Chalamet]]]

50

Aunque yo había entrado a la cabaña con toda la intención de ofrecerles unas disculpa a todos, parecían haber olvidado el incidente en el lago, de hecho estaban bastante entretenidos bebiendo y jugando.

—Se nota que estaban preocupadisimos— habló Amy.

—Era imposible que se perdieran los cinco — Josh se encogió de hombros  sin despegar la vista de la gran pantalla, donde se podía ver la carrera en Mario Kart que estaba jugando con Travis y Mike.

—Necesito un trago — Amy caminó hacia el mini bar y comenzó a servirse en un pequeño vaso de cristal.

Sam no tardó en seguirla.

Caminé hacía las escaleras y puse mi pie en la primera cuando Josh habló.

—¿Ya más calmada?— me miró por unos segundos y luego volvió a concentrarse en la partida que estaba jugando.

—Si, bastante —.

—Que bueno, quiero que sepas que no quería hacerte enojar a ese punto, en ese momento me pareció una buena idea, pero supongo que es lo que me gano por hacer caso a los planes de Kyle— Kyle se hizo el ofendido ante lo dicho.

—Esta bien, ya pasó —.

—¿Vienes a jugar? — me invitó.

—Claro, pero primero  necesito una ducha— seguí subiendo las escaleras hasta la habitación donde estaban mis cosas.

Tomé una toalla y me metí al baño, mojé mi cabello y dejé que toda la tierra y la basura abandonará mi cuerpo.

Regrese a la habitación a cambiarme y mientras desenredaba mi cabello la puerta se abrió.

Timothée miró sorprendido.

—Así que tu fuiste la que movió mis cosas — me encogí de hombros.

—Sabes, cuando me tropecé con uno de tus zapatos mi primera idea fue lanzar todas tus cosas por la ventana porque no quería estar cerca de tí, pero me pareció demasiado trabajo — ambos sonreímos— Pero ahora me alegro de no haberlo hecho —.

—Eres todo un caso Lizzy— se acercó peligrosamente a mi y esperaba recibir un beso, pero lo único que hizo fue rozar su nariz con la mía en un gesto bastante cursi.

—Eres tan cursi que me dan ganas de golpearte— lo molesté.

—Pues será mejor que te acostumbres, porque pienso serlo todo el tiempo —  sentí cosquillas en el estómago al escucharlo.

Demonios, me tenía completamente, siempre había sido así.

De pronto comenzó a desabotonarse la camisa.

—¿Qué? No eres la única que se llenó de tierra— mientras lo veía quitándose la camisa miles de pensamientos cruzaron por mi mente, quería lanzarme sobre él y no salir de la habitación hasta la mañana siguiente.

Apenas habíamos arreglado las cosas, dos besos y yo ya quería acostarme con él, maldita loca.

No iba a permitirme arruinar las cosas de nuevo.

Esta vez las haría bien.

Me obligué a sacar todos esos pensamientos de mi mente y salí de la habitación casi corriendo.

La parte de abajo de la cabaña estaba bastante animada, habían apagado las luces con excepción de las led y la música sonaba fuerte.

Unos seguían jugando mientras que otros estaban en el mini bar jugando.

Al verme llegar, Kyle me sirvió un trago.

Brindé con él y lo tomé de golpe.

[...]

J

usto a media noche alguien pausó la música y todos comenzaron a cantarme feliz cumpleaños, para ese punto el dolor de tobillo había desaparecido por completo y estaba caminando como si nada, luego sirvieron más tragos y las cosas comenzaban a ponerse borrosas, cuando me di cuenta estaba amaneciendo y nos dirigíamos al lago de nuevo con unas cobijas.

Al llegar las pusimos en el suelo y unos se sentaron encima de ellas, otros como yo, de hecho nos acostamos en ellas.

No estaba escuchando lo que hablaban los demás, solo estaba ahí acostada usando las piernas cruzadas de Timothée como almohada mirando el amanecer mientras él acariciaba mi cabello.

Por primera vez en meses me sentía completamente feliz, sin importar lo ebria que me sentía estaba segura de que recordaría ese momento por mucho tiempo, me sentía tan segura ahí con él y los demás a mi alrededor.

—Entonces dime algo Timothée — Amy arrastraba las palabras — Esto de aquí— me señaló con el dedo, casi tocandome un ojo —¿Ya es oficial? ¿Se unen a las parejas del grupo?— Todos los ojos se enfocaron en nosotros, Timothée sonrió.

—¿Tú que dices? — inclinó su rostro para acercarse al mío.

—Son una bola de entrometidos todos. Pero si — miré de nuevo a Timothée y levanté la cabeza lo suficiente para darle un beso corto.

—¿Es en serio? — Travis nos miraba confundidos — Nunca lo hubiera imaginado — los demás lo miraron como si fuera un bicho raro— ¡Bromeo chicos! Todos sabemos la ganas que se han traído desde siempre— soltó una carcajada y todos los demás también rieron.

En serio todos estábamos demasiado ebrios.

Después de una agradable charla amistosa Kyle pensó que sería divertido meternos a nadar, en ese momento también me pareció una excelente idea, y estaba decidida a seguirlo de no ser porque cuando traté de ponerme de pie Timothée me tomó de la cintura y me jaló hacia él.

—¡Dejame ir a nadar! — traté de soltarme mientras Kyle estaba parado esperandome.

—Estás demasiado ebria, ni siquiera te gusta nadar en lugares así — habló Amy quién tenía la cabeza apoyada en el hombro de Sam.

—Con mas razón debo de aprovechar ahora que si tengo ganas de hacerlo—.

—Creo que es hora de que vayamos a dormir — Josh, quien era el más sobrio se puso de pie y los demás lo siguieron.

—No tengo sueño — renegó Kyle — Además estamos celebrando el cumpleaños de Eli—.

—Vamos Kyle — alguien tomó a Kyle del brazo y lo obligaron a caminar de regreso.

Yo estaba un segundo en las piernas de Timothée y sl siguiente me estaba cargando como a un bebé.

Veía las hojas de los árboles que estaban bastante borrosas y después miré a Timothée concentrado.

—¿Qué acaso no estás borracho tú también? —.

—Lo estoy, creeme algunas cosas se ven borrosas, pero tengo que cuidar a mi chica—.

—Me gusta que me cuides— podía sentir su cabello entre mis dedos ya que tenía ambos brazos enrollados en su cuello.

Cerré los ojos un momento y los volví a abrir cuando sentí que me bajó, me acostó en la cama con mucho cuidado y me quitó los zapatos despacio, tratando de no lastimar mi tobillo.

Me fui al fondo de la cama y miré alrededor,  Kyle parecía estar muerto en la otra cama.

—Dijo que no tenía sueño— me burlé.

—Es hora de que tú y yo durmamos un poco también— acarició mi cabello y me dio un beso en la frente para luego sentarse en la orilla de la cama para quitarse los zapatos.

—Te ves jodidamente sexy desde aquí —.