I Wanna Be Yours [[[Timothee Chalamet]]]

45

La voz de Josh se escuchaba en el fondo, pero había dejado de prestar atención a la conversación desde hace rato.

—¿Tú que dices Eli? ¿Te apuntas? —.

—¿De qué estamos hablando? — Josh, Kyle y Amy me miraron como si quisieran golpear mi cara contra la mesa, Josh se levantó del sillón y salió de la sala.

—Estás distraída todo el tiempo Eli— Habló primero Kyle.

—No es eso, es que...—.

—Te sumerges en tus pensamientos, lo sabemos—Amy me interrumpió— pero también sabemos en que piensas tanto—.

—Más bien en quien—completó Kyle.

—No te entiendo chica, dices que ya no te importa, pero siempre estás pensando en él —Kyle me miró.

—Es complicado —admití y él puso los ojos en blanco.

—Ustedes se complican demasiado, tú estás convencida de que él no te quiere, que si dice algo será por lástima, él se la pasa lamentándose pero no mueve el trasero —.

—Dejala Kyle, no vas a hacer que cambie de opinión — miré agradecida a Amy—Además ese no era el tema principal del que estábamos hablando-.

—¿Y bien? ¿Ya le dijeron?—En ese momento Josh apareció en la sala con cuatro vasos de limonada en una bandeja.

—¿Decime que? — miré a todos confundida.

—Si no pensarás tanto en Edward manos de tijera ya lo supieras — se burló Josh y maldije a Amy en mi interior por haberles compartido a todos el apodo que ella había decidido usar para Timothée —Como sea, no sé si lo sabes pero mi familia suele rentar una cabaña cerca del lago de Hythe End Gravel Pits aveces. Así que pensé que podríamos irnos el fin de semana que viene, todos estamos de vacaciones ya y me parece un buen sitio para celebrar tu cumpleaños—.

—Cualquier excusa es buena para celebrar para ti, aun si no hubiera ningún cumpleaños—.

—Si, no lo negaré —se encogió de hombros — Pero piensalo, será genial. Iríamos los de siempre y Travis, por supuesto— miré a Amy quien obviamente estaba tratando de contener la emoción que sentía, amaba esos viajes.

—¿Y tú que piensas Amy?—.

—¡Será divertido! ¡Sería nuestro primer paseo en europa sin perdernos! - se arrepintió de decir lo último, habíamos prometido no volver a hablar de eso - Y vamos, me ahorraría el romperme la cabeza pensando en planes para tu cumpleaños —.

—Será divertido Eli, tú amas mojarte los pies en piscinas ¿no? Imagina meterlos en una piscina gigante— hice una mueca, lo cierto es que aunque mi madre me había hecho tomar muchas lecciones de natación de pequeña, me aterraba nadar en un lugar donde no podía ver lo que había en el agua.

Dormir bajo el mismo techo que Timothée no me alegraba y mis ánimos no eran los mejores, pero podía notar lo emocionada y ansiosa que estaba Amy por mi respuesta, sabía que si me negaba ella se pondría triste y no iría, aún si su relación con Sam ya no era un secreto, no me dejaría pasar mi cumpleaños sola.

—Esta bien—Amy dio un grito de felicidad y se levantó para darme un abrazo.

—¡Sabía que te gustaría! —tomé una de las limonadas que Josh había traído y seguí fingiendo que ponía atención a todo lo que estaban diciendo.

[...]

El viaje había sido más largo de lo que pensé, al principio fue entretenido, escuchando música y hablando, luego de una hora y media me harté, me habían hecho madrugar, luego comer en el auto me provocó náuseas, estaba desesperada por llegar ya.

Nos habíamos dividido, adelante iban Josh indicándonos en el camino, con Kyle, Timothée y Travis, mientras que en mi grupo Sam manejaba mientras que Amy era su copiloto y mientras que Mike era mi compañero en el asiento trasero.

Quizá hubiese sido más divertido ir en el otro auto, pero Amy no dejaba de invitarme a hacerle compañía a ella y Sam todo el tiempo.
Sam me agradaba, pero me sentía incómoda al estar enmedio de ellos siempre, por eso daba gracias que al menos hoy tenía a Mike cerca.

Después de unos veinte minutos de habernos desviado de la carretera comencé a ver algunas cabañas, algunas con autos afuera y otras que parecían estar solas, todas se parecían bastante, finalmente el auto de Josh se estacionó a un costado de una cabaña,   Sam quería estacionarse junto a él, pero había una vieja camioneta color azul.

Desde el auto vimos a una mujer de unos cincuenta años que vestía como leñadora salir de la cabaña y saludar a los chicos, estaba harta de estar sentada y mi ansiedad no pudo más, así que salí del auto y fui con los demás. La mujer les estaba diciendo las reglas del lugar y el camino que debíamos seguir para ir al lago, finalmente le entregó las llaves a Josh y procedió a entrar a la vieja camioneta azul y a irse.

Finalmente Sam se estacionó y sacamos nuestras maletas.

Por fuera parecía una cabaña cualquiera, pero al entrar lo primero que llamó mi atención fue la enorme pantalla en una de las paredes y el gran equipo de sonido que había abajo de esta.

Claro que tenía que ser extravagante, hablábamos de Josh Davis, era a lo grande o no era nada, y habíamos pagado una buena cantidad de dinero por el lugar.

—¿Y que les parece el lugar? — Josh se tumbó en uno de los sillones.

—Honestamente creí que iriamos a un lugar con unos cuantos muebles viejos de madera — Amy inspeccionó con mucha curiosidad el lugar, estaba mas que feliz — Pero esto es genial —.

Todos se separaron para conocer la cabaña, estaban como niños con juguetes nuevos, todos menos Josh que ya conocía el lugar y yo que estaba de pésimo humor por el viaje.

—¿No te gusta? — Josh me miró serio.

—Es hermosa, está mejor equipada que mi casa en New York — me burlé y Josh sonrió — Solo me siento cansada y tengo una horrible migraña —.

—Relajate niña, ve a dormir un poco si quieres, hay como 8 camas aquí, además a eso vinimos —.

Desde donde estaba parada podía ver toda la planta de abajo ya que no habían muchas paredes, la sala estaba conectada con la cocina y una especie de mini bar, antes de llegar al mini bar había una puerta, así que supuse que ese era el baño.

Josh se levantó y caminó hacía el mini bar donde obviamente Kyle estaba ya sacando las botellas que habíamos traído.

Caminé hacia las escaleras y las subí para conocer el resto del lugar, habían algunos cuadros con fotografías del lugar en las paredes y uno que otro adorno pequeño, pese a lo bien equipada que estaba la casa, las escaleras rechinaban con cada paso que daba, finalmente había un espacio en medio como un pasillo y cuatro puertas distribuidas dos a cada lado de las paredes, tres eran habitaciones, dos con tres camas  y la otra solo tenía dos, la ultima puerta  era otro baño.

Llamó mi atención que la habitación con dos camas tenía las mas grandes, así que quite la mochila que estaba ahí y decidí que esa seria mi cama.

La mayoría de veces tenía problemas para dormir en camas que no sea la mía, pero estaba tan cansada y la cabeza me dolía tanto que esta vez no fue problema, es más, la cama se sentía demasiado cómoda.