I Wanna Be Yours [[[Timothee Chalamet]]]

32

Me quedé ahí sin decir nada como por al menos cinco minutos.

Peter estaba bastante inquieto y se dedicaba a mirarme esperando una respuesta.

—No te entiendo Elizabeth— habló por primera vez él.

—¿De qué hablas?—.

—Desde que comenzamos a salir me presionaste con que debíamos formalizar lo nuestro,  en cada discusión dices que le tengo miedo al compromiso, que nunca parezco seguro. Y ahora que estoy aquí pidiéndotelo lo estás dudando mucho—.

—¿O sea que me lo pides porque te he presionado mucho? —.

—¡Diablos, no! Lo hago porque estoy seguro de que quiero estar contigo. ¿No es eso lo que siempre has querido? —.

—Ya no lo sé Peter—.

—¿A qué te refieres con "no lo sé"? ¿Es una puta broma verdad? —.

—No tienes porque hablarme así—.

—Es que quien entiende una mierda de lo que hay en tu cabeza Elizabeth, estoy haciendo las cosas como quieres y tú solo te comportas como una niña—.

—Pues disculpa por tener mis dudas después de todo lo que ha pasado entre nosotros —.

—¡Aquí vamos otra vez! A recordar todo lo malo que he hecho desde que te conocí—.

—Pues que quieres que haga, fuiste malo conmigo—.

—¿Y tú nunca has hecho nada verdad? Yo soy el villano y tu la pobre chica —.

—Pues no soy inocente. Pero nunca jugué contigo, tampoco te negué ni te oculte de los demás, no te dejé semanas llorando hasta quedarte dormido, no te hice dejar de comer en días y luego  hice que aumentaras de peso dos porque te provoqué demasiada ansiedad—.

—Pero te la pasabas haciendome sentir inseguro porque te encantaba ir a fiestas, emborracharte, hacer estupideces con chicos—.

—Todo eso pasó antes de que comenzaramos a salir y después que ya habíamos terminado—.

—¿Y qué me dices de tus berrinches? Tu forma de ser tan impulsiva y agresiva. Cada que discutimos, te levantas y te vas sin importar nada. De hecho me sorprende que aún no me has dejado solo—.

—¡Es que tú me hartas Peter! ¡Estoy harta de esto que tenemos! ¡Demonios Peter, ya no te amo! — me llevé ambas manos a la boca, no podía creer lo que había dicho.

Vi como los ojos de Peter se llenaron de lágrimas.

—Pues debiste empezar por ahí— su voz se quebró — si ya no me amabas ¿Por qué permitiste que llegáramos hasta acá? —.

—Porque no lo sabía— admití.

—No comprendo —.

—Me sentía confundida, estaba aferrada a ti—tomé una de las manos de Peter tratando de hacer que se calmara un poco.

—¿No estás cansado de sólo pelear?— asintió lentamente —Peter, nos hemos hecho demasiado daño ya. Estoy tan agradecida contigo por las cosas buenas que pasamos, fuiste el primer chico al que amé, fuiste el primero en muchas cosas. Me hiciste feliz en su respectivo momento, pero ya las cosas malas han superado a las buenas y seguir juntos solo nos hace sentir miserables y presionados—.

—¿Vas a dejarme solo? —.

—Nunca has estado solo cariño, tienes a tus amigos, tienes un hermano y unos padres que te quieren, a su manera—.

—¿Pero qué pasa con todas tus promesas de que siempre estarías para mí? —.

—Perdoname, pero no puedo seguir, me hace daño Peter, no soy tu centro de rehabilitación—.