I Wanna Be Yours [[[Timothee Chalamet]]]

21

Sonó una, dos, tres, cuatro, cinco, estaba lista para que me mandará al buzón de voz, cuando se escuchó un silencio seguido de un hola.

—Hola idiota—.

—¿Qué demonios? ¿Estás bien Elizabeth? — se escuchaba preocupado.

—Mejor que nunca Timmy, no sabes lo bien que la estoy pasando —.

—¿A qué debo una llamada tuya a las once de la noche? —.

—Oh, es que estaba hablando de ti con un amigo que hice en la gasolinera, le conté lo que pasó contigo y me enfurecí recordando lo idiota que eres—.

—¿Segura que estás bien? Espera un momento ¿Estás borracha? — una risa seca se me escapó.

—A ti que te importa, dijiste que no te interesaba —.

—Mierda, ¿con qué amigo estás? ¿Es Josh? —.

—No lo conoces, de hecho yo lo conocí hoy, pero es muy cool, pagó mis bebidas y me regaló una muy grata compañía, mejor que la tuya — se quedó en silencio unos segundos.

—¿En cuál gasolinera estás? —.

—Eso no te importa Timothée, lo dejaste clarisimo imbecil —.

—Deja de bromear Elizabeth, ¿Donde estás? —.

—Olvidalo, no pasa nada, estoy cerca de mi edificio, bueno ya viene mi amigo, te dejo idiota —.

—Espera Elizabeth no... — antes de que terminará la oración corté la llamada y metí mi celular de nuevo a mi bolsillo para agarrar la lata de coca cola que Kelly me había traído.

—¿Y ahora de que quieres hablar Kelly? — le regalé mi completa atención al chico guapo que estaba junto a mi, me parecía que era casi tan alto como Kyle, pero más delgado, su cabello a diferencia del de Timothée se veía maltratado de las puntas, probablemente por el tinte de cabello, pero tenía esa pinta de Punk que lo hacía ver atractivo.

—De lo que tu quieras linda— sacó otro cigarro de la caja que tenía en su bolsillo trasero y lo encendió.

— Sabes, hay días donde me siento harta de todo, hoy por ejemplo, quería escapar de todo en mi vida —.

—¿Y funcionó? — levantó una ceja.

—Todavía hay algunas cosas dando vueltas en mi cabeza, pero para este punto ya nada es tan importante, la magia del alcohol ¿no? —.

—Supongo que si — se encogió de hombros.

—¿Te puedo preguntar algo? — pareció algo sorprendido pero aceptó sin problema.

—¿Por qué fumas? — me miró confundido —Si, según entiendo eso te mata ¿no? Igual que el alcohol, pero el alcohol me hace sentir estúpida,  al menos hace que olvide lo que me preocupaba, en este punto ya no me siento triste por lo que está mal en mi vida y conmigo — di un trago a mi gaseosa.

—Pues no lo sé, me relaja— aproveché que estaba mirando hacia el frente para acercarme más a él, acercando mi cuerpo al suyo, cuando se dio cuenta y me miró de nuevo aproveché para quitarle el cigarro y ponerlo en mi boca , dí el primer jalón y comencé a toser y a sentir que el humo se me metía hasta el cerebro —¿Estás bien? — asentí y adoptó su pose relajada de nuevo.

Miré el cigarro que tenía entre mis dedos y lo volví a poner en mi boca, esta vez le jalé más calmada y saqué el humo lentamente, recargué mi cabeza en su hombro un rato

— no deberías fumar cuando ya estás alcoholizada — puse los ojos en blanco.

—No me digas que hacer—.

—Era un consejo nada mas— se encogió de hombros.

Seguí con el cigarro hasta que vi a unos cuantos metros  a  Timothée que venía caminando a toda velocidad hacía donde estaba.

—¿Se puede saber que haces aquí?— lo mire casi tan molesta como él me miraba a mi.

—lo mismo podría preguntarte yo a ti Elizabeth, ¿Qué tienes en la mano? — rápido tiré el cigarrillo al suelo.

—Nada— Kelly miró primero a Timothée y luego a mi, confundido.

—¿Quién eres tú? — preguntó Timothée inspeccionando de pies a cabeza a Kelly quién no pareció molestarse por el hecho de que lo vieran como si fuese alguna clase de depredador.

—Lo mismo estaba preguntándome yo— Kelly me miró ahora a mi —¿es tu novio o el otro chico? — murmuró despacio, pero no lo suficiente como para que Timothée no escuchara.

—El otro chico, no seas payaso Kelly, mi novio de seguro ya está dormido — me pusé de pie y al intentar dar un paso me fui de lado pero logré detenerme en el hombro de Kelly—¿Qué quieres Timothée? —.

—Te voy a llevar a casa — solté una risa, es que diablos, lo decía tan serio, como si en verdad le pudiera preocupar.

—Pero si a ti no te interesa lo que haga, además ¿no ves lo bien que la estoy pasando con Kelly? — le di una mirada a la que me respondió con una sonrisa y un "gracias".

—Si, seguro que él la está pasando genial dándote alcohol para luego aprovecharse de que te pusiste borrachisima— hasta ese momento es en el que Kelly se puso de pie y adoptó una posición seria.

Puedo ver la diferencia de estatura que hay entre ambos, aunque si hablamos de complexión se acercan bastante, ambos delgados y con facciones bien definidas, aunque claro, Timothée se ve como un ángel mientras que Kelly parece todo un bad boy.

—Soy un sujeto decente, no le haría nada m, a menos que ella quisiera claro — me guiñó un ojo y mis mejillas ardieron, mientras que el rostro de Timothée estaba rojo pero dudo que fuese porque se sintió nervioso y halagado como yo.

—Vámonos Elizabeth, por favor, déjame llevarte a casa— por un momento sentí la desesperación en su voz y sus ojos estaban suplicando que aceptará, él efecto del alcohol despacio en esos segundos y volví a ser la Eli que no puede negarse ante las súplicas de los demás.

—Esta bien, vámonos — un suspiro salió de él — Pero tú no te pierdas Kelly, te di mi número, no lo desperdicies —.

—Claro que no linda — me regaló la última sonrisa de la noche y comenzó a caminar hacia una motocicleta negra que estaba estacionada cerca de ahí, mientras que Timothée me llevaba del brazo sin apretar fuerte hacía su auto.

—Demonios, si que es genial— dije mientras Timothée me cargó para sentarme en el asiento de copiloto.

Kelly pasó frente a nosotros y lo saludé con la mano antes de que se alejara.

—Cuanto cliché en un tipo, que  irritante es— Timothée se fue al otro lado listo para comenzar a manejar.

—¿Celoso Timothée? —.

—¿Celoso por ese imbecil? Nunca —..

—A mi me parece que si, después de todo es más cool que tú — miraba en dirección de la ventana pero por el espejo me pude cuenta de la manera en que tensó la mandíbula ante mi comentario.