Hashiras Y Maldiciones

Capitulo 9

_ Vaya... Esté lugar es una maravilla sin hechiceros que puedan estorbarme. Aquí podría ser libre y hacer lo que yo quiera_ diría Sukuna mientras esté estaba observando desde un tejado a las personas como caminaban hacía su destino. Ignorando el peligro que les estaba acechando desde las sombras.

Sukuna había bajado hacía las calles y no buscando llamar la atención tránsito por ellas. Sin un solo rumbo fijo, ya que su cuerpo todavía seguía afectado por la sangre de Muzan y tardaría varias horas en poder limpiar la sangre asquerosa de ese sujeto de su recipiente. Fue divertido al principio ver cómo ese Muzan masacraba a Itadori, sin duda el mocoso fue un estúpido, Pelear contra un oponente con el cuál no sabés absolutamente nada es lo más tonto que puedes hacer. Normalmente Sukuna hubiera ignorado ésto, ya que con su poder completo ese sujeto tan solo sería una basura ante sus ojos.

Pero estando en un nuevo mundo que desconoce y sin todo su poder, tenía que ser estratégico y no lanzarse a ciegas cómo cuándo apenas despertó y enfrentó a Satoru Gojo. El maldito era muy poderoso y en su poder actúal tuvo mucha suerte que el hechicero decidiera dejarlo con vida para que junté todos sus dedos.

Odiaba la idea de ser superado, pero cómo todo un rey debía esperar, analizar y ser sobre todo paciente con sus movimientos. Ya que sabía que en algún momento el podría hacer frente de nuevo a Satoru Gojo y estaba seguro de que podría derrotarlo. Pero ahora su objetivo no era Gojo Satoru, sino Muzan kibutsushi.

Mientras divagaba en sus pensamientos, Sukuna era consciente de las cinco presencias que se le estaban acercando. Sin duda una lucha se estaría avecinando y sería una total masacre sí ocurriera en el centro de la ciudad. Pero Ryomen Sukuna no buscaba está vez llamar mucho la atención por lo que ocultando su presencia mientras abandonaba paso a pasó la ciudad.

No obstante, había cinco figuras que estaban buscando el rastro del rey de las maldiciones, estos eran las lunas menguantes. Quienes fueron enviados por kibutsushi en persona para poder asesinar al demonio que hirió a su amo. Al parecer ningún humano ordinario se había dado cuenta sobre los demonios quién estaba en medio de ellos.

_ Interesante al parecer esos bastardos pueden vivir en medio de ellos y los humanos no se percatan de la presencia de algunos de ellos_ diría Sukuna, mientras observaba a las lunas cómo si fueran corderos en un matadero.

_ No debemos desaprovechar está oportunidad_ hablaría una luna demoníaca a su compañero, quién tenía el Kanji de 6 .

_ Muzan- Sama nos dió una última oportunidad, si no lo matamos el nos matará a nosotros_ diría una luna con el número 4 grabado en su ojo y se escuchaba bastante aterrorizada.

_ El... Me aterra... Me sorprendió al saber que pensaba en eliminarnos después de la muerte de la luna menguante Rui_ respondería la luna inferior 3.

_ Todavía siguen con eso?_ diría la luna inferior 1 con un rostro soberbio, ya que para el sería un honor ser asesinado por el mismo Muzan_ Muzan sama... Les perdonó la vida y aún hablan a sus espaldas, incluso aún si nos regaló más de su sangre para enfrentarnos a ese demonio se quejan?_ preguntó la luna inferior 1.

_ Tch! Mejor sigamos_ respondió la luna inferior 6, quién hablaba con su compañero para después se centrará en su búsqueda.

Sukuna quién estaba casi a las afueras de Tokio se vió sorprendido, qué desde un callejón saliera un demonio con el Kanji de luna inferior número 2, esté lanzó un puñetazo a Sukuna. Quién recibió el golpe sorprendido y fue enviado a estrellarse en un pequeño puesto, dónde un civil al ver los ojos extras de la maldición empezó a temblar de miedo.