capitulo 48

1.1K 128 12
                                    

un golpe brutal, Itadori interceptó a la demonio, su fuerza y velocidad eran aterradores. Sus ojos, en blanco, reflejaban la ira pura y descontrolada que lo consumía. El impacto resonó en el aire, enviando ondas de choque a su alrededor.

Mitsuri, sorprendida por la intervención de Itadori, se giró para ver la furia desatada en su compañero. Sabía que algo dentro de él se había quebrado. El campo de batalla resonaba con la furia descontrolada de Itadori. Sus palabras cargadas de ira llenaban el aire mientras juraba venganza.

_¡Yo... yo... Yo! ¡Te voy a matar!_ gritó itadori con rabia ciega, se lanzó hacia la demonio, dispuesto a hacer pagar a aquellos que habían causado tanto dolor.

Sin embargo, Hikojiro, viendo el peligro inminente para su esposa, actuó con rapidez. Desplegó una de sus posturas más poderosas y ejecutó un corte que estaba destinado a destrozar el hombro de Itadori. El corte, cargado con una fuerza abrumadora, se estrelló contra el cuerpo de Itadori. Sin embargo, para sorpresa de Hikojiro y Mitsuri, el impacto solo logró hacer un pequeño roce en su hombro. Itadori había reforzado su cuerpo con su por su propia energía maldita.

Mitsuri, observando la escena con asombro y preocupación, no podía creer lo que veía. Aquel joven alegre y sonriente que conocía ahora estaba descontrolado por la muerte de sus compañeros. Con un movimiento rápido y certero, lanzó un gancho directo al hígado de Hikojiro.

Un crujido perturbador llenó el aire mientras el puño de Itadori se conectaba con precisión. El golpe había roto las costillas del ex hashira, enviando una oleada de dolor a través de su cuerpo. Hikojiro se vio abrumado y sorprendido por la fuerza abrumadora que Itadori había desatado.

El ex hashira, por primera vez en la batalla, se tambaleó, su resistencia finalmente cediendo ante la potencia de Itadori. La sorpresa en su rostro era evidente, no esperaba encontrarse con un oponente de tal calibre. Itadori, consumido por la ira, descargó una furia desenfrenada sobre Hikojiro. Sus puños golpeaban sin piedad el rostro del ex pilar, cada impacto resonando en el aire. Con determinación salvaje, Itadori se elevó en un pequeño salto y descargó un rodillazo brutal en el rostro de su oponente.

El golpe fue impactante, y Hikojiro se tambaleó bajo el impacto de la furia desatada de Itadori. Cada golpe dejaba su huella en el ex hashira, que luchaba por mantenerse en pie frente a la avalancha de ataques.

Mientras tanto, Mitsuri, atenta a la situación, divisió a la demonio acercándose rápidamente hacia Itadori. Sin dudarlo, interceptó a la demonio, desplegando la cuarta postura de la Respiración de Fuego _Olas de Llamas Ardientes"_ diría la pilar del amor.

Girando su espada y su cuerpo en un movimiento circular, Mitsuri generó un torbellino de llamas ardientes que rodearon su figura. El calor abrasador se extendió en un radio, formando una barrera de fuego que repelió con fuerza a la demonio.

El choque entre las llamas ardientes y la demonio fue una exhibición de poder y destreza. Mitsuri luchaba para mantener a raya a la poderosa enemiga y mantenerla alejada de itadori. Tanto ella como itadori se contuvieron demasiado y por eso sus compañeros de equipo habían muerto de maneras horribles.

Mitsuri luchaba con todas sus fuerzas para mantener a raya a la demonio, mientras que Itadori, consumido por la ira,se enfrentaba a Hikojiro. La fuerza abrumadora de Itadori era desconcertante incluso para Hikojiro, quien se vio obligado a enfrentar la sorprendente resistencia del joven. En un intento desesperado por cambiar el curso de la batalla, Hikojiro se concentró en su respiración más poderosa, la "Respiración de la Tormenta Carmesí".

En un rápido y feroz ataque, Hikojiro intentó dividir a Itadori en dos con un golpe devastador. Sin embargo, quedó sorprendido , Itadori logró detener la espada del ex pilar con sus dos manos. La fuerza de Itadori era inhumana. Mientras forcejeaban, la sorpresa de Hikojiro no se podía ocultar, superado por la fuerza inesperada de Itadori. Hikojiro, asombrado por la fuerza del joven, no pudo evitar la frustración.

Hashiras Y MaldicionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora