Capítulo 25

3.1K 339 85
                                    

Los cuervos no paraba de gritar los Kakushis venían de aquí y acá, las niñas de las fincas estaban nerviosas en incluso podría sentir la preocupación de ellas a su alrededor. Eso era lo que sentía Yuuji, mientras notaba que un grupo de Kakushis habían vuelto y estos no traían muy buenas noticias. Muchos cazadores de demonios habían muerto y lo que provocaba incomodidad en los cazadores era que estos fueron atacados en pleno día.

No obstante un cuervo llegó informando que el grupo de Kakushis se encontraban acercándose en la finca y que tuvieran todo listo para asistir a los heridos. Yuuji pudo notar como estos en camillas traían consigo a los pocos sobrevivientes que eran tres, Shinobu, Kanao y un cazador qué se llamaba Murata. El resto sólo traían los cuerpos de los fallecidos, no obstante los Kakushis estaban nerviosos al saber que un pilar y su Tsuguko resultarán heridos de gravedad.

Aoi y las niñas se encontraban tensas cuándo llegaron los heridos. Estás niñas apenas pudieron concentrarse para hacer su trabajo de manera profesional, no obstante Aoi fue la que mantuvo la cabeza fría en todo momento y utilizando todo el conocimiento médico que le enseñó su maestra está los aplicó para poder salvar a su misma maestra y a su amiga Kanao.

No obstante las horas pasaban y el ambiente era cada vez más tensó, Aoi tuvo que salvar a Kanao quién por poco moría en la noche, debido a la perforación de su pulmón, pero está consiguió traerla de vuelta debido a que no había transcurrido mucho tiempo desde que ella había dejado de respirar. No obstante Shinobu estaba un poco más estable, pero aparentemente perdió un riñón debido a que un proyectil le atravesó el abdomen, pero la médico de la finca no la dejaría sin vigilancia. Por último, Murata el joven se debatía entre la vida y la muerte estaba en las mismas que Kanao, ambos con heridas en órganos vitales y de suma importancia.

_ Al fin terminé... Pueden descansar pero mantengan una vigilancia estrecha yo estaré al tanto, pero necesito que ustedes estén al margen_ diría Aoi dándole unas indicaciones a los Kakushis quiénes asistieron y respiraron aliviados debido a que la niña trabajó de forma prodigiosa asistió casi al mismo tiempo las tres cirugías al mismo tiempo sin tener un minuto de respiró.

Quizás ella no era una cazadora brillante, pero había algo que la hacía única y es que era una excelente médico quién parecía que dentro de unos años superaría a su maestra Shinobu. Cuándo la niña de las coletas salió de la habitación notó que Yuuji la estaba esperando con una taza de té caliente, kanzaki por un momento pensó cómo supo Itadori que ella saldría en ese momento.

_ Quieres un té?_ Preguntó Itadori quién observaba a la niña que sin rechistar tomó una taza con la bebida que le ofreció el pelirrosado.

_ Gracias..._ diría Aoi para tomar asiento al lado de Yuuji y bebiera un poco de la bebida que había preparado Yuuji. Luego de unos momentos de silencio la kanzaki fue la primera en hablar_ tú no eres cómo otros cazadores_ diría la niña haciendo que Yuuji arqueara una ceja en Curiosidad y le prestará atención.

_ Otros cazadores se paralizaban y llegan con una mirada distintas de la selección final... En cambio tu ya tenías esa mirada antes cómo si hubieras visto morir a personas mucho antes_ diría Aoi.

_ De echo tienes razón... Antes Vi un amigo mío murió en frente de mis ojos_ diría Itadori, quién miraba a la nada y hablaba_ Su nombre era Jumpei era un chico que sufrió sabés, pero a pesar de eso cuándo me acerque a el sonrió cómo si nunca hubiera sufrido en su vida.... Creó que fui su primer amigo y no pude salvarlo_ diría Itadori mientras le daba un sorbo a su te.

_ También tuve que matar sabés... A "demonios", pero no me gusta de echo me duele y eso fue mucho antes de conocer a Shinobu-san y a todos ustedes_ diría Yuuji.

_ Ahh.... Eres algo raro... Pero de echo te pareces algo a él_ diría Aoi quién atrajo la mirada de Itadori quién lo miró curioso_ Me refiero de Tanjiro lo conociste el día que llegaste aquí... Bueno el es así cómo tú... Nunca Vi alguien tan puro cómo él_ diría la niña quién dió respiro y siguió bebiendo su taza de té.

Hashiras Y MaldicionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora