Capitulo 50

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Itadori estaba caminando dirigiéndose hacía una cabaña que diviso a lo lejos, dónde solían vivir Hikojiro y Caroline. Mientras yuuji itadori avanzaba hacía la cabaña a lo lejos diviso la figura de Hikojiro, sentado frente a la cabaña con la mirada abatida, notó la presencia del joven cazador y se dirigió a él con una mezcla de pura furia y odio hacía al cazador culpable de la muerte de su esposa.

_Al fin llegaste, cazador_ pronunció Hikojiro, con un tono cargado de resentimiento y dolor. Mientras Itadori se acercaba, Hikojiro se expresó con amargura_Ya no tienen por qué estar aquí... Mi amada está muerta... ¡Y todo es por tu culpa!_ gritaría con rabia y odió.

Las palabras de Hikojiro resonaron con rabia y dolor, acompañadas por un cambio en su aspecto: sus garras se revelaron y sus ojos brillaban en un intenso tono rojo, destacando en la oscuridad del bosque. Itadori al ver el aspecto del ex hashira inmediatamente se puso en guardia, ya que a simple vista había algo que no estaba bien.

_ Tu...  Tu pagarás por esto cazador..._ diría Hikojiro, mientras una de sus uñas se alargaban con la medida de una katana nichirin. Itadori al ver esto reforzó inmediatamente su cuerpo con energía maldita y Sin embargo, antes de que pudiera reaccionar por completo, marcas de cortes aparecieron en sus extremidades, causando heridas que comenzaron a sangrar.

La sorpresa de Itadori fue evidente al ver que, a pesar de haber reforzado su cuerpo con energía maldita, el ataque infligido por Hikojiro le había causado un daño significativo. Yuuji estaba sumamente sorprendido no vio en el momento en el que Hikojiro se había movido y pudo herirlo a pesar de haber reforzado su cuerpo con energía maldita.

El repentino movimiento de Hikojiro dejó a Itadori sorprendido y confundido, observando cómo el ex hashira se colocaba estratégicamente detrás de él. Yuuji no había visto en que momento Hikojiro se había movido, era rápido muy rápido, tanto que por un momento se le hizo imposible ver sus movimientos.

_ Tu.... joven cazador.... vas a sufrir... tanto para que ruegues por tu miserable y patética vida.... Sufrirás por la muerte de mi esposa_ Con palabras cargadas de resentimiento y dolor, Hikojiro susurró su amenaza de hacer sufrir a Itadori tal como él había sufrido por la pérdida de su esposa. Itadori al escuchar eso reaccionó por instinto y se apartó del ex hashira.

En un instante, Hikojiro pareció desaparece y reaparece en frente de Itadori, llevando a cabo un ataque con sus garras afiladas. A pesar de los intentos de Itadori por defenderse, reforzando sus brazos con energía maldita, la ferocidad del ataque de Hikojiro superó su defensa. Las garras del ex hashira atravesaron los brazos del joven cazador, causando un daño severo a pesar de sus esfuerzos por protegerse. El dolor y la sorpresa se reflejaron en el rostro de Itadori, quién no esperaba este aumento drástico de poder de su adversarios. Yuuji creía que esté individuo podría haber escalado al rango de un categoría especial.

Itadori a pesar del inmenso dolor y la gravedad de la situación, logró liberar uno de sus brazos de la garra de Hikojiro, utilizando una energía azulada que rodeaba su brazo para partir la garra del demonio, liberándose en el proceso. Sin embargo, la acción le causó heridas graves, provocando una hemorragia considerable debido a la perforación de algunas arterias.

Decidido a controlar la hemorragia, Itadori recurrió a una técnica que aprendió de Shinobu, la Respiración de Concentración Total. Inhalando profundamente y tratando de mantener la calma, se esforzó por relajarse y controlar su respiración. Poco a poco, comenzó a sentir cómo la sangre dejaba de fluir tan profusamente, lo que indicaba una leve mejoría en la situación de sus heridas.

El joven cazador se enfocó en mantener su mente serena mientras su cuerpo se recuperaba lentamente. La aplicación de la técnica demostró su valía al ofrecerle una oportunidad para reducir la pérdida de sangre y estabilizar su condición, permitiéndole mantenerse consciente y luchar contra el dolor, mientras intentaba encontrar una forma de enfrentar la intensa situación en la que se encontraba.

Hashiras Y MaldicionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora