Hashiras Y Maldiciones

Capitulo 52

Mitsuri lanzó un grito desgarrador a Hikojiro, intentando detener la tragedia inminente. _¡Detente!_ Grito con todas sus fuerzas, desafiando al ex pilar en un intento desesperado por proteger a Itadori.

El ex pilar la miró con desprecio, considerándola una molestia, y en un gesto despectivo, intentó deshacerse de Mitsuri. Extendió su mano libre con intención de herirla, pero su sorpresa fue inmensa al descubrir que su propio brazo había sido amputado de forma repentina.

Con asombro, Hikojiro se volvió hacia Itadori, solo para descubrir que los ojos del joven estaban abiertos, brillando con un inquietante tono carmesí. Para su horror, además de los ojos rojos de Itadori, dos pequeños ojos adicionales se manifestaron, una transformación que dejó a Hikojiro petrificado ante la presencia del verdadero poder que yacía dentro del joven.

_Te daré un segundo... Quítate_ murmuró Sukuna seriamente con un tono de voz firme y amenazante. El miedo se apoderó de Hikojiro al enfrentarse a la presencia del Rey de las maldiciones.

Un silencio tenso se apoderó del lugar cuando todos los presentes se percataron de las características únicas en el rostro de Itadori. Sukuna se levantó y se despoja del uniforme rasgado y revelando los tatuajes que adornaban su cuerpo.  Con una seriedad profunda, fijó su mirada en Hikojiro y le diria _Te tienes en una muy alta estima, escoria_ Las palabras resonaron con un desprecio palpable, revelando la verdadera magnitud del desafío que Hikojiro enfrentaba al encontrarse cara a cara con Sukuna.

Hikojiro, en un intento desesperado, desplegó su técnica de sangre, haciendo que sus garras crecieran de manera descomunal. Sin embargo, Sukuna, con un movimiento casi imperceptible de sus dedos, cortó las garras del ex pilar, incluyendo su mano, en pedazos hasta el codo.

Con una expresión despiadada, Sukuna pronunció con arrogancia _Deberías arrodillarte, simplemente eres estiércol para mí... No debes faltarle el respeto al rey_ Las palabras resonaron con una autoridad indiscutible, dejando claro que Hikojiro no era rival para el poder devastador y despiadado de Sukuna. Hikojiro retrocedió precipitadamente al percatarse de que sus brazos había sido cortado. Al dar unos pasos hacia atrás, chocó con alguien y, al voltear, se encontró cara a cara con Sukuna. La velocidad del Rey de las maldiciones dejó al ex hashira congelado, incapaz de seguir el movimiento de su formidable oponente.

Sukuna, con una actitud casi amistosa, puso una mano en el hombro de Hikojiro y le susurró burlonamente, _¿Qué sucede? ¿Acaso quieres huir de mí? Tan poca confianza te tienes. Ánimo, ánimo_ Las palabras de Sukuna resonaron con burla y sarcasmo, evidenciándo su confianza en cuanto a fuerza.

Entonces Sukuna fijó su mirada en Ryu y Mitsuri. Al posar sus ojos en ellos, el Rey de las Maldiciones apareció en medio de ambos cazadores, advirtiéndoles _Si no quieren resultar heridos o muertos, les recomiendo que no intervengan en esta masacre _ Con un gesto desafiante, les dio un golpe ligero en el hombro, dejándolos paralizados por la sorprendente actitud de Itadori.

Mitsuri se cuestionó internamente qué había sucedido con Itadori. Notó que las heridas mortales en su cuerpo se regeneraron y, aún más impactante, dos ojos extra surgieron bajo sus ojos. La pilar del Amor tembló ante la posibilidad de que Itadori se hubiera convertido en un demonio. La incertidumbre y el miedo se apoderaron de ella mientras intentaba comprender la transformación desconcertante que había experimentado su joven compañero.

Mientras tanto, Hikojiro regeneró sus brazos instantáneamente y desató su técnica de sangre demoníaca, preparándose para atacar a Sukuna, quien permanecía de espaldas. Mitsuri y Ryu observaron la situación, pero antes de que pudieran tomar alguna acción, Sukuna les advirtió nuevamente con un tono frío _ Si se mueven, los mataré a ambos... Así que quédense quietecitos aquí, hasta que yo diga lo contrario_ diría sukuna sonriendo con malicia.