Hashiras Y Maldiciones

Capítulo 34

Un sujeto de gran musculatura se había levantado más temprano de lo normal y eso era debido a que solía entrenar todos los días al salir el sol. Esté era Aoi todo quién se estaba alojando en una pequeña posada los cuál alquiló por unos días. Cómo obtuvo el dinero, el iba viajando por pueblo en pueblo trabajando de lo que encontraba con un solo objetivo, rastreaba a la maldición que los trajo allí y de paso mataba a uno o que otro demonio que se cruzaba en su camino.

Su trabajo actual era de un ayudante de un herrero un pequeño pueblo alejado varios kilómetros de la ciudad del Nara. Aoi Todou se encontraba haciendo sus entrenamientos diarios para poder mantenerse en condición su cuerpo y de paso fortalecerse y ese sería el control de su energía maldita. No obstante pasando las horas esté se ducharia rápidamente para poder ingresar en su trabajo temporal.

Al mismo tiempo, Tanjiro y Rengoku se encontraban en la entrada de la propiedad de Tamayo controlando que todo estuviera en orden antes de partir. Algo que le preocupaba a Tanjiro era que el carruaje no tuviera un aislante sobre la filtración de la luz solar, pero en esté casó lo tenía y estaba hecho de un material resistente y con espacio suficiente para ambos Demonios en su interior.

Una vez ambos habían comprobado todo lo necesario estos decidieron partir para cumplir su misión, el viaje era largo y nadie sabía lo que sucedería más adelante en el camino por lo que rogaban que nada malo sucediera en el camino. Mientras ambos cazadores estaban dirigiendo el carruaje con Tamayo y Yushiro dentro, estos se encontraban platicando y Tanjiro se entera que una pilar fue discípula de Rengoku y está era Mitsuri Karonji.

Sin duda había muchas cosas que platicaron en el camino Tanjiro y Rengoku. Mientras el carruaje avanzaba hacía su destinatario kyojuro le hizo una propuesta al joven cazador_ Tanjiro Kamado que te parece si empezamos con tu entrenamiento una vez que termine está misión_ diría energéticamente el pilar tomando por sorpresa al joven pelirrojo.

_ ¡Ah! en enserio señor Rengoku no será una molestia para tí?_ preguntó inseguro el joven al Hashira, quién negó alegremente con la cabeza.

_ ¡Para nada Joven Kamado! ¡ Me has dicho que descubriste una nueva respiración similar a la mía... Quizás en mi finca hay escritos que puedan ayudarte a descifrar el resto de la postura de tu nueva respiración_ diría Rengoku asintiendo afirmativamente.

_ G-gra-Gracias Rengoku-san_ diría Tanjiro totalmente agradecido por la bondad que estaba demostrando el pilar de la llama.

_ ¡Será un entrenamiento duró... Todavía tienes que perfeccionar la respiración de concentración total! Pero confío que podrás con eso y quién sabe quizás me superes pronto jajaja!_ diría Rengoku riéndose en voz alta, pero su risa sería interrumpida por unos golpes que provenían dentro del carruaje por parte de un Yushiro que se encontraba enojado por lo ruidosos que parecía ser el pilar.

Dentro del carruaje

_ ¡Quieres dejar de gritar por un minuto!... Es solo un maldito minuto!_ diría Yushiro, mientras golpeaba desde el interior del carruaje estando irritado, mientras que Tamayo parecía Tranquila y le divertía ver la expresión de enojó de su discípulo.

Desde afuera del carruaje..

_ Ah ese fue... Yushiro-san... L-losiento_ diría Tanjiro en disculpa, mientras caía una gotita de sudor en su frente.

_ ¡Sí... Disculpe las molestias Yushiro-san, Tamayo-san!_ diría Rengoku gritando nuevamente provocando que una vena apareciera en la frente de Yushiro, quién apretaba los dientes con irritación.

Dentro del carruaje..

_Te pedí tan sólo un minuto y tan sólo pasaron unos segundos!!_ Gritaría Yushiro, mientras golpeaba levemente parte del carruaje con enojó_¡ Te juro apenas sea de noche te cosere la Maldita boca!_ Gritaría en amenaza el asistente de la señorita Tamayo.