Te he esperado tanto tiempo... (Lapiven)

Reencuentro

Nota:

De acuerdo con el autor, estos capítulos se escribieron cuando todavía no había visto la segunda mitad de la quinta temporada, ni la parte Future ni las películas. Por ello, es todavía más sorprendente el paralelismo con lo que de verdad ocurrió en la serie. Y también por eso son más notables sus diferencias ;-)

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El silencio se prolongó por mucho tiempo. Durante un gran rato, madre e hijo no pudieron hacer otra cosa que sentirse el uno al otro, abrazarse, llorar juntos y llenar todo su ser de su mutua presencia.

Después de todo, ¿acaso había algo que decir? Desde el momento en que ella lo abrazó, Steven supo que no tenía secretos para su madre: Ella lo conocía todo sobre él. Sabía cada uno de sus pensamientos, deseos y sentimientos, porque en realidad siempre estuvo con él. Jamás lo había abandonado: Rose siempre fue parte de sus alegrías, sus tristezas y sus triunfos; incluso en sus horas más oscuras y solitarias.

Al fin, Steven se apartó un poco para contemplar el rostro de su madre. Admiró durante un gran rato aquel rostro divino, lleno de amor; con aquella sonrisa radiante y las lágrimas de felicidad. ¡Por las gemas, qué hermosa era su madre! Ahora comprendía por qué Perla la amaba tanto. En ese momento supo por qué su padre nunca pudo amar verdaderamente a otra mujer. ¡Ella debió ser la inspiración que la humanidad tuvo para crear a todas sus diosas del pasado!

No pudo contenerse y acarició suavemente su mejilla. La sonrisa de Rose se volvió todavía más radiante, y sus ojos brillaron aún más gracias a las perlitas de agua que brotaban de ellos.

Steven se sentía como un niño pequeño. De manera inconsciente, su cuerpo regresó a su forma infantil, y Rose se sintió tan enternecida que enseguida extendió sus brazos para cargar su hijo. Le dio un beso intenso en la mejilla, y lo retuvo contra sí durante largo rato.

El silencio se prolongó de nuevo por largo rato. Ambos estaban recibiendo un regalo maravilloso, colmando un deseo que jamás pensaron poder ver realizado alguna vez. ¿Qué importaba si todo aquello no era más que una creación de sus mentes, una forma mágica en la que se manifestaban sus sentimientos y pensamientos mutuos? ¡El contacto se sentía tan real, y eran tan reconfortante!

Al fin, Steven quiso hablar. Aquel contacto le hizo comprender al instante sus lazos; la relación única y el amor singular que lo unía con su madre. Las emociones eran tan intensas y lo golpearon con tanta fuerza que le costó mucho trabajo encontrar su voz.

- Mamá... ¡Mamá! -balbuceó por fin-. ¡A-Ahora lo comprendo todo! ¿Cómo fue que estuve tan ciego? ¡Nunca entendí lo que me quisiste decir en aquel video! Tú jamás me abandonaste, ¿verdad? ¡Siempre has estado conmigo! ¡Siempre has sido parte de mí!

- Claro que sí, mi vida... ¡Yo siempre he estado contigo! -respondió Rose con la misma emoción- Lo sé todo sobre ti, mi amor. Sé lo que te angustia, y también sé lo que estás intentando hacer con mi nieta y tus amigas.

Steven sorbió su propio llanto, cerró los ojos con fuerza, y recargó la cabeza en el pecho de su madre.

- Entonces... No hay esperanza, ¿verdad? -murmuró Steven, comprendiendo-. Rósili está unida a su madre de la misma manera que nosotros. Y yo... Nosotros... Ella podrá verla, así como yo te logré ver a ti. Pero yo... ¡Yo...

No pudo terminar la frase. Aunque estaba feliz por saber que Lapis estaba viva y formaba parte indisoluble de su hija, ahora estaba seguro que jamás podría tenerla de nuevo a su lado.

Pero Rose lo besó de nuevo y lo levantó, de manera que él pudo mirarla a la cara.

- Steven, cariño... ¡En eso sí estás equivocado, mi niño! ¡Para ustedes si hay esperanza! -dijo, y sonrió de tal manera que Steven se sintió a la vez confundido y fascinado-. Rosi y Lapis no están unidas de la misma manera que tú y yo, hijo. Rósili es algo muy diferente a lo que tú eres, y el lazo que la une con su madre también lo es.