Te he esperado tanto tiempo... (Lapiven)

¿Tú sabes lo que es el amor?

Apreciables lectores:

En esta ocasión, he rescatado para ustedes la que para mí es una de las mejores historias Lapiven del fandom en español: "TE HE ESPERADO TANTO TIEMPO", original de mi amigo stevenuniverse20yy. Es posible que alguno de sus antiguos lectores todavía esté por aquí.

Esta historia se ha quedado tristemente inconclusa en las ocasiones en que ha sido publicada. Sin embargo, mi amigo me cedió, aparte del derecho a publicarla, los capítulos que me permitirán traer la historia completa.

A petición de mi amigo, he eliminado o modificado las partes que atentan contra las normas de contenido de Wattpad. Es posible que a futuro le indique a los lectores interesados en dónde podrían leer una versión sin censura.

Estoy seguro de que los buenos aficionados al ship Lapiven la disfrutarán tanto como yo. Advierto solamente que, aparte de lo ya indicado y para preservar el sabor original del relato, he intentado no corregir mas que en lo mínimo necesario el texto original de mi amigo.

En la medida de lo posible, incluí una pequeña banda sonora en la historia: al final de los capítulos que las incluyen, he proporcionado enlaces de YouTube para que puedan escucharlas.

Los dibujos que ilustran la historia son propiedad de sus autores originales. A todos ellos, mi más sincero reconocimiento.

Mil gracias por leer.

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Lapis recargó su cabeza sobre el pecho de Steven.

Le encantaba reposar sobre él después de hacer el amor. Podía sentir su calor, su aroma, la firmeza y suavidad de su cuerpo; el contacto de la mano que él ponía sobre sus hombros desnudos, y los latidos acompasados de aquél órgano misterioso al que los seres humanos llamaban corazón.

El sexo le había abierto la puerta a un mundo de sensaciones nuevas y desconocidas. ¡Era tan distinto de la fusión de las gemas! La fusión implicaba compartir la luz y la consciencia con alguien en quien se pudiera confiar. Pero el sexo con la persona amada era un acto paradójico: una entrega total e incondicional; pero a la vez era éxtasis y una culminación tan personal... Y al final, la vulnerabilidad de mostrarse y sentirse sin otra cosa encima que tu propio ser.

Permaneció lánguida unos minutos, disfrutando las sensaciones íntimas que acababa de experimentar. Comenzó a recorrer el cuerpo de su amado con la mano.

¡Todo parecía tan irreal! Era increíble que, después de haber sufrido durante milenios, pudiera estar al fin con la persona a la que amaba desde hacía 85 años.

No podía creerlo. No se atrevía a creerlo. Temía despertar un día y darse cuenta de que seguía encerrada en el espejo. O peor aún, en las grutas de aquel planeta helado en el que se exilió cuando supo lo de Steven y Connie.

Ese pensamiento siempre la ponía triste. Volvió la cabeza hacia el rostro de su amado, y se sintió peor todavía.

- ¿En qué piensas, amor? -musitó-. No estarás pensando en... en ella, ¿verdad?

- ¿Mmhh? –contestó él, con la mirada perdida en la lejanía.

- Aún piensas en ella...

En realidad, Steven solo estaba disfrutando de la relajación que produjo el placer sexual. Volteó para mirarla. Los ojos de su amada Lapis estaban humedecidos, y una lágrima comenzó a resbalar por su mejilla.