2. Are You Still Mine? *En Español*(Tokio Hotel/Tom Kaulitz fanfiction)

Capitulo Seis. Ningún prisionero.

// Solo dos cosas:

1. El capítulo 7 es más alegre, ¡lo juro!

2. Si ven errores al final, recuerden que esto estaba originalmente en inglés y al traducirlo, traduje las pocas partes en alemán a español y luego lo que estaba en inglés a español y fue algo confuso para mi mente... 

¡Disfrútenlo mucho, gracias por leer, votar y comentar! 

PD: Hice un par de cambios ante la recomendación de dejarlo todo en español (Sí, había un par de errores pero...), ¡espero les guste! //

El día después del funeral me sentí completamente drenada de energías, Tom intentó hacer que saliera de la cama ofreciéndome una mano pero preferí pedirle algo distinto.

- ¿Podrías llevar a Lily a algún sitio? — Le pregunté bajito, mi voz estaba ronca. Él estaba de pie frente a mí mientras yo descansaba la mejilla contra la almohada con las sábanas cubriéndome hasta la cintura, el anillo en mi dedo dio un reflejo brillante cuando puse la mano sobre la almohada. — Creo que necesito estar sola un par de horas, si eso está bien.

Tom se sentó en el borde de la cama a mi lado, poniendo su mano detrás de mí para apoyarse al inclinarse hacia abajo y besar mi mejilla suavemente, algo que había estado haciendo mucho últimamente. Tomó mi mano entre las suyas y le dio un pequeño apretón.

- Volveremos para ir a almorzar, ¿estarás lista para entonces? — Murmuré un "sí" y él se fue. Discutí conmigo misma por unos minutos antes de moverme para intentar sentarme.

Era increíble cómo sin estar enfermo mi cuerpo actuaba como si lo estuviera. Había escuchado de gente que rechazaba un órgano después de un trasplante, y al encender mi teléfono móvil me di cuenta de que mi cuerpo rechazaba la perdida. La peor parte era que ya no podía llorar. Después de despertar a mitad de la noche a causa de una pesadilla, ya no pude llorar, dolía y me asustaba pero no había lágrimas en mis ojos...

Revisé mi móvil, intentando encontrar algo que hacer, le eché un vistazo a mis fotografías y me sonreí a mí misma cuando llegué a la hermosa cara de Jazmin en una de las selfies que yo había tomado cuando me visitaron casi dos años antes, una Lily más pequeña aparecía en la fotografía también. Bill, Tom y yo. Jazmin había adorado ese atardecer, y yo había tomado esa foto para que ella la viera cuando fuera un poco mayor y así recordara esos pequeños momentos que habríamos sido capaces de compartir a pesar de nuestras vidas tan distantes.

Jazmin nunca vería esta foto con nostalgia. No sería nada más que un amistoso recordatorio para Lily de que tenía una hermana mayor.

Tenía muchas fotografías con mi familia. La típica foto que mi papá había tomado sin una idea de donde estaba la cámara frontal, las fotos que Jazmin había tomado de sí misma con Georg después de que la boda fue cancelada, las fotos de Ulrike y de las niñas alimentando a los animales en el zoológico. Papá y yo en una cafetería en Nueva York. Lily y Jazz coloreando en la sala de mi antiguo apartamento. Los cuatro juntas, las chicas de papá en una foto. Más fotografías de la última Navidad y Año Nuevo... Apagué el teléfono y pensé en las palabras que papá nos había dicho cuando Bill entró en la habitación.