Capítulo Veintiséis. No Peleamos Bien.

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// La canción no tiene nada que ver (creo), es que me gusta mucho escuchar a FOB mientras escribo...


Y tres cositas:


1. No

2. Me

3. Maten //


Tuve que forzarme a salir de la cama y tomar un par de pastillas, las que me quitaban la terrible urgencia de vomitar y las vitaminas que el médico me había recomendado tomar. Podrían pasar un par de semanas duras, pero estaba convencida de decirle a Tom acerca de esto.

Para cuando salí del aeropuerto de Berlín con mis perros caminando frente a mí, no me importó tener unas cuantas cámaras a mí alrededor, estaba usando un abrigo cálido para evitar resfriarme de nuevo, lo último que necesitaba era tener que pasar por otra semana de medicación. Conseguí que un taxi me llevara al hotel donde mis amigos se estaban quedando. Llegué allí y caminé hasta la recepción, mis cosas irían a la habitación de Tom mientras yo subía con mis perros.

Solo iba arriba a ver la habitación para saber dónde estaba y darle la propina al botones. Lo hice y llevé a mis perros a pasear en el mucho más frío clima alemán, les puse un pequeño suéter a cada uno y caminamos por un rato antes de que me sentara en la terraza de un café.

Los dos perros estaban volviéndose locos después del vuelo: eran mucho más enérgicos de lo que yo era en esos momentos, supuestamente por mi condición. Intenté no pensar mucho en ello mientras miraba hacia el menú. Recordaba no poder leer ni una palabra escrita en alemán, ahora aquí estaba yo, saltándome hasta la sección de lo que se conocía como "pasteles" en español.

Simplemente amaba comer pastel, Tom no lo admitía, nunca lo admitiría, pero le gustaban tanto como a mí, cuando salíamos yo compartía el postre con él, Bill sabía sobre ello y también lo fastidiaba por eso.

Caminé de regreso al hotel y me detuve mientras los perros comenzaron a olfatear alrededor con entusiasmo, recogí a Rize en mis brazos, aun no me sentía con ganas de cargar a Bora, ella era unos kilogramos más pesada que Rize y no iba a cargarla.

- ¡Vamos chica! – Rize me lamió la mejilla. - ¡Compórtate! – Le advertí al perro  que ponía su pata en mi pecho. – Ahora, vamos. – Jalé de la correa de mi bulldog y entramos al hotel. Fui al elevador. Odiaba ese gran empujón de ir hacia arriba, pero me quedé en silencio al mirar a Bora, sus grandes ojos me miraron de vuelta mientras se sentaba en el suelo de metal del elevador. – No estoy molesta, sigues siendo bonita. – Le dije a la perra. Ella se recargó en mi pie y frotó su cabeza contra mi zapato. - ¿Te estás auto-acariciando? – Volteé hacia Rize. – Tu madre está loca.

Cuando salí del elevador vi a Georg y a Bill caminando por el pasillo en mi dirección. Ellos estaban usando lentes de sol así que no pude ver mucho de sus reacciones, pero sí noté que comenzaron a caminar más despacio.

- ¡Sorpresa! – Dije con emoción al poner a Rize en el suelo y caminar hacia ellos dos, sus cabezas giraron hacia el otro.

- Guau, qué bueno verte... - Bill sonrió pero era una sonrisa extraña para mí, pensé que tal vez haber venido no era tan buena idea.

2. Are You Still Mine? *En Español*(Tokio Hotel/Tom Kaulitz fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora