2. Are You Still Mine? *En Español*(Tokio Hotel/Tom Kaulitz fanfiction)

Capítulo Treintaicinco. Detente y Mira.

// Bien estoy de vacaciones y no podré subir capítulo hasta el domingo (creo), pero éste es un buen y feliz capítulo que espero disfruten! //

Terminé todos los dibujos para el libro de Dasha en un poco más de una semana, sabía que los habría terminado antes de haber tenido que cuidar a Günther pero no me quejaba, comenzaba a acostumbrarme a mi nueva vida de mamá, aún me parecía raro que me llamaran mamá pero por suerte, el niño no me llamaría de ningún modo pronto.

Estaba sorprendida por lo mucho que Tom me ayudaba, de verdad, durante el día no hacía mucho pero por la noche se levantaba e iba a la habitación del bebé a ver qué era lo que lo ponía tan mal. Ni siquiera me moví hasta que una noche, Tom decidió que había tenido suficiente y después de despertarse ante el llanto solitario de Günther salió de la cama y cuando regresó unos minutos más tarde noté el sonido de la voz del bebé cerca de mí y no a través del monitor. Me di la vuelta y me encontré a Tom colocando a Günther en la cama entre nosotros.

- ¿Qué haces Tom? - Le pregunté con voz cansada.

- Lo siento pero si está asustado pongámoslo aquí, tú ni siquiera te mueves y estoy seguro de que no lo aplastaré. - Tom me explicó al meterse en la cama.

Puse una mano sobre el frágil cuerpo de Günther.

- Tiene una cuna, necesita acostumbrarse a estar allá él solo. - Susurré.

- Puede acostumbrarse a eso mientras estoy de gira, ahora lo que necesita es dormir y dejarnos dormir. - Una sonrisa se asentó en mi rostro y cerré los ojos.

- ¿Y tú qué dices, Gün? - Susurré de nuevo antes de besar la cabecita de Günther, probablemente él ya se había dormido.

- Maldición... - Tom puso su mano sobre la mía y muy bajito dijo: - desearía que pudieran venir con nosotros.

Por la mañana la primera cosa que hice fue cambiar a Günther, ya estaba tan acostumbrada a hacerlo, así que ya lo hacía muy rápido, Tom nos observó desde la puerta. Lucía ligeramente impresionado.

- Te mereces un premio.

Me di la vuelta hacia él y sonreí, aún tenía que limpiar un poco alrededor en la casa pero hice la lista hacia un lado para poner en primer lugar alimentar a Günther y desayunar en segundo lugar.

- Lo que merezco es que me digas ¿Por qué vas a salir ya? - Aseguré el pañal y me volteé hacia Tom, ya estaba usando un par de jeans, una camiseta y una chaqueta, su cabello estaba en ese raro chongo también y llevaba los lentes oscuros colgando del cuello de su camiseta mientras la gorra colgaba de sus jeans.

- Otra entrevista. - Tom bostezó. - En serio, ¿cuánto falta para que pueda usar un inodoro? Eso es desagradable. - Arrugó la nariz, aunque ya había terminado de cambiarle el pañal a Günther y ahora solo jugueteaba con sus piecitos regordetes mientras se reía y se movía de un lado a otro. Todavía debía darle de comer y bañarlo para llevarlo conmigo a una reunión con mis representantes, tenía algunos asuntos que arreglar y aun cuando Simone se ofreció a ayudar con Gün preferí acostumbrarme a tenerlo conmigo, no iba a dejarlo con cualquiera cuando tuviera que hacer algo en LA, era mejor aprender a manejarlo ahora.

- Tiene como dos meses de edad; le va a tomar un poco más, Tom. - Cerré su pequeño trajecito y recogí a Günther. - ¿Quién está listo para desayunar? - Miré a Günther en mis brazos.

- Bien, suficiente. - Tom caminó hacia nosotros e inmediatamente cogió al bebé de mis brazos. - Mi turno.

- ¿Vas a alimentarlo voluntariamente? - Me quedé mirando a Tom con los ojos abiertos como platos, ¿podía ser?