// Espero que les guste, ¡agradezco mucho sus votos y sus comentarios!
¡Aquí va! //
Los primeros días de vuelta en casa sin Lily fueron increíblemente callados, no estaba ni un poco preocupada de cómo la cuidaría mamá, pero me parecía muy extraño que se estuviera haciendo cargo de la hija de su ex. Además, todo el mundo decía que se veía como si fuera mi propia hija y eso solo me hacía sentir un poco más extraña acerca de todo el asunto.
- Oye, esto es tan raro... puedo volver a caminar por la casa desnudo... - Tom entró a la cocina donde yo estaba hablando por teléfono con Miriam, mi agente.
Me di la vuelta y vi toda la gloria desnuda de Tom, nunca me quería reír con más ganas que cuando se comportaba de ese modo, aunque a otros les pudiera ofender, a mí me parecía gracioso y yo sabía que era por eso que no se reprimía a sí mismo. Eso y tener a Lily fuera de la casa.
- Sí Miriam, iré allí, gracias. Adiós. - Colgué y puse mi móvil en el bolsillo de mis pantalones. - ¿Qué estás haciendo?
- Esto es liberen a Willy, ¿qué parece? - Cogió una taza del estante y me dio un beso en los labios.
- Luce como que en serio necesitas broncearte. - Bromeé.
- Sí, porque la señorita Perfecta no tiene líneas de bronceado, ¿verdad? - Se burló de mí. - Excepto por las que tiene en su...
- ¡Chicos, no estén desnudos! - Bill acababa de abrir la puerta.
- ¡Demasiado tarde, es una fiera Bill! - Tom no se sintió perturbado por ver a Bill entrar a la cocina con la correa de Pumba en la mano.
- Oh Dios, ponte algo, ¿te importa? Acabo de desayunar. - Bill bromeó.
- No quiero sonar mal o rara pero... ¿no era que ustedes son gemelos idénticos? - dije despacio, arrepintiéndome de decirle en cuando lo dije. Bill y Tom me miraron, los dos tenían similares expresiones de sorpresa en el rostro, Bill parpadeo un par de veces antes de murmurar que iría a ver a Bora, porque ella era ahora lucía gorda a causa de sus perritos. - ¿Fue algo que dije? - Me di la vuelta hacia Tom; él estaba perdido en sus pensamientos con la expresión de sorpresa aún pegada a su rostro.
- ¿Piensas en eso constantemente? - Apartó el café. Eché la cabeza hacia un lado y me senté en la isla de la cocina.
- La verdad no, solo se me ocurrió ahora... - Admití. - Estaba jugando con Bill, no te preocupes. - Me terminé mi desayuno y puse todo en el lavaplatos mientras Tom se iba a vestirse.
Bill estaba jugando alegremente con los perros afuera, así que también salí y me senté en el pasto, solo Scotty notó que estaba allí, los otros dos perros estaban lanzándose sobre Bill mientras él les lanzaba los juguetes para que fueran tras ellos; Bora era la más lenta, ella ni siquiera intentaba correr pero sí intentaba lamer la cara de Bill.
- ¡Oh, es tan bonita! - Él jugó con sus patas delanteras mientras Pumba corría por el juguete. Yo estaba ocupada rascando las orejas del perro más grande. - ¿Cuándo tendrá a los perritos?
- Paciencia, joven saltamontes... no tengo idea. El veterinario dijo que tal vez la semana que entra, pero creo que no durara mucho más... ¡ya esta tan grande!
- Sí, tal vez simplemente va a explotar. - Bill me miró, una enorme sonrisa burlona estaba en su rostro. Le hice un puchero. - Puedo ver que ustedes dos son como niños, pero en serio, pensé que estando casados y todo, mi hermano maduraría.
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2. Are You Still Mine? *En Español*(Tokio Hotel/Tom Kaulitz fanfiction)
FanfictionTom ha sido amigo de Jo por tanto tiempo que parece una vida entera, pero ¿Cómo pueden un par de amigos convertirse en algo más? Tom parece estar listo para el siguiente paso, aunque ésta vez quizás sea Jo la que tiene dudas... Toma mucho trabajo du...