Capítulo 5. Un acuerdo

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Los personajes mostrados en esta historia no son de mi propiedad. Créditos a sus respectivos autores.

Los miembros del clan Gremory se encontraban en la sala de estar, Raynare en la cocina y Asia y Koneko en la parte de arriba atendiendo a Goku.

— Muy bien, no debemos dejar que este problema interrumpa lo que venimos a hacer. Prepárense y estén listos para comenzar, yo me haré cargo de que todo esto se solucione lo más pronto posible.

Todos asintieron ante las palabras de Rias, pero Issei estaba incómodo con eso, todavía no terminaba de aceptar que estuviera bajo el mismo techo con el ángel caído que creyó jamás volver a ver.

Akeno y Rias subieron al segundo piso para cambiarse y ver cómo iban las otras dos chicas.

— También voy a cambiarme. No mires — Kiba dijo en tono de broma.

— ¡Voy a golpearte alguna vez, hijo de puta! — Issei le dijo con molestia, no estaba de humor para sus bromas, estaba cansado, tenía emociones encontradas con todo ese asunto y además ya tenía suficiente con el rumor en la academia sobre la supuesta pareja entre él y Kiba.

Los llamaban la pareja del Bello y la Bestia, obviamente él era la bestia.

— ¿Qué es lo que tiene? — Rias preguntó entrando a la habitación junto a su Reina.

Asia giró a verlas con un rostro de preocupación mientras seguía usando su Sacred Gear. Koneko se dispuso a contestar.

— Es una herida grave... no imagino como es que se provocó eso... — respondió con su rostro inexpresivo. Ya había dejado el botón sobre el mueble, no pudo averiguar para que servía.

Ambas chicas se acercaron para ver y también se asombraron por el tamaño de la herida.

— P-Presidenta-san, no entiendo porque mi poder no sirve, la herida no cierra en lo más mínimo — Asia habló con angustia por no poder ayudar al chico.

— ¿No funciona? Eso es extraño, quizás se deba a la magnitud de la herida, pero si ese fuera el caso entonces no hubieras sido capaz de ayudar a Ise cuando fue dañado por la lanza de luz. Aún no sabemos cuáles son los alcances de tu Sacred Gear — comentó la pelirroja reflexionando.

— No, si está funcionando, observen con atención — Akeno opinó con una sonrisa.

Todas dirigieron su vista hacía Goku y tal como la chica dijo, la herida se estaba curando, pero a un ritmo demasiado lento.

— Es verdad — expresó Asia con alegría.

— Siento que este chico oculta muchas cosas, para empezar, muy pocos humanos tienen la capacidad de luchar contra demonios — comentó Rias mientras veía a Goku con curiosidad.

— Es verdad, nos hizo retroceder expulsando un poder extraño, además no tuvo problemas en contra de Koneko-chan y Kiba-kun — aportó su Reina.

Mientras indagaban sobre sus habilidades, Goku comenzó a abrir los ojos.

— ¿Qué fue lo que pasó? — preguntó aún confundido.

— No mencionaste que estabas herido, Asia te está curando, pero creo que no será suficiente. ¿Cómo es que actuabas tan tranquilo en ese estado?

Goku vio que la chica tenía sus manos por sobre su pecho y una luz verde cálida emanaba de ellas.

— Espera, ¿en verdad se está curando mi herida? — preguntó un poco exaltado.

Asia dejó de usar su Sacred Gear, estaba bastante agotada, había estado usándolo durante varios minutos.

— L-Lo siento, solo pude curarte un poco, cuando recupere mis fuerzas puedo volver a intentarlo — le dijo brindándole una agradable sonrisa.

Conociendo lo sobrenaturalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora