Capítulo 73. El ejército del listón rojo regresa

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Los personajes utilizados en esta historia no son de mi propiedad. Créditos a sus respectivos autores.


Chispas aparecían por todos lados debido a la colisión del metal. Para la vista de un ser humano ordinario sería imposible detallar lo que sucedía. Una batalla a muerte entre tres hombres. Kiba se vio obligado a intervenir en la pelea de Nappa y Siegfried. Dejando sus rencores a un lado, ambos espadachines atacaban y se movían a velocidades increíbles. No obstante, su enemigo parecía ser alguien invencible. La espada Gram que Siegfried tenía se podía considerar incluso más peligrosa que Durandal, pero parecía ser inútil contra el musculoso saiyajin.

Kiba se protegió con la hoja de su sacro-espada demoniaca, pero la espada se rompió y recibió el impacto del potente golpe. Con un intenso dolor que no podía describir con palabras, Kiba cayó al suelo casi perdiendo su conciencia. Vomitó lo que tenía dentro de su estómago, mucho vómito de sangre de su boca hizo cambiar el color del césped de un verde a un rojo.

Tenía serios daños por todas partes de su cuerpo. Podía decir que muchos de sus huesos ahora estaban rotos. Pero sin querer perder, trató de mantenerse consciente y se puso de pie.

— Por favor.... Váyanse de aquí con la niña....

Kiba les dijo a todos para que no perdieran más tiempo. Se habían percatado que aquel hombre estaba tras Sori, por lo que su objetivo ahora era llevársela de ahí.

Siegfried se colocó cerca de Kiba, su cuerpo también estaba lastimado y se le veía agotado.

— Para alguien como tú, que tiene una defensa débil, el ataque de ahora te lastimó mucho, ¿no? Incluso yo no puedo resistir sus golpes.

Siegfried cubrió con hielo las piernas de Nappa para darles un descanso y continuar.

— ¡Kiba! ¡Déjame ayudarte! ¡Usaré el poder de Vritra para detener sus movimientos! — Saji le sugirió al verlo tan herido.

— ¡No! ¡Hice una promesa de que protegería a todos y eso haré! ¿De que sirvió el entrenamiento con Goku e Ise-kun si no puedo ponerme de pie? ¡Si pierdo la voluntad de luchar, eso afectará a todo el grupo!

— ¡Yo voy a derrotar a ese calvo! — Sori apuntó con su mano hacia Nappa.

Al ver lo que intentaba hacer, el saiyajin comenzó a reír.

— Mi deber es hacer que permanezcas en casa. Si me eliminas, entonces enemigos más poderosos serán despertados y eso causará la muerte de tus amigos. Eso no es lo que quieres, ¿cierto? Usar tus poderes para matarnos solo hará que nuestra creadora venga y acabe con todos.

Las palabras de Nappa dejaron impresionados a todos.

— Entonces sí puede hablar. Enemigos más poderosos aparecerán si lo derrotamos.... ¿Qué significa esto? — Sona no lograba comprender la situación.

Sori no supo cómo reaccionar. Ella no quería que su madre llegara y lastimara a sus nuevos amigos. Siegfried se burló de esa situación.

— Horrible. Ni siquiera puedo pensar que son el mismo grupo Gremory con el que luché el otro día. Pensé que iban a inmiscuirse en la lucha contra ese hombre y nosotros, estaba esperando eso. Imaginé que su grupo se apoyaba sin importar la situación, pero parece que todos ustedes están muy mal.

Mientras Siegfried daba ese discurso, Nappa rompió el hielo y se desplazó a una increíble velocidad justo delante de Siegfried.

— ¡Muere!

La mano del saiyajin quedó frente a la cara de Siegfried. Luego, una enorme cantidad de energía salió de la palma de su mano. El cuerpo de Siegfried fue evaporado en un instante junto con gran parte del bosque. Lo único que quedó de él fueron sus brazos, los cuales estaban fusionados con las espadas demoniacas. Sin darles tiempo de reaccionar, Nappa fue en dirección a Kiba y con un movimiento de su mano le cortó el brazo.

Conociendo lo sobrenaturalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora