Los personajes utilizados en esta historia no son de mi propiedad. Créditos a sus respectivos autores.
El día comenzó como cualquier otro, excepto por un importante detalle. La cama ahora era gigantesca comparada con su estatura actual.
Para Goku era un poco extraño tener la misma apariencia de cuando era un niño. Pero tampoco se trataba de algo que le desagradara en su totalidad. Aunque sí había algo que en verdad lo alegraba, y eso era tener su colita de nuevo.
El saiyajin trató de moverse para salir y estirar su cuerpo un poco, pero no podía hacerlo. Rias lo abrazaba con fuerza mientras dormía tranquilamente. Ella había estado más feliz de lo habitual y trataba de consentir a Goku en todo lo que podía. Por otro lado, Raynare hacía lo mismo. Debido a eso, ambas peleaban más que de costumbre.
El pequeño saiyajin intentó salir de esa situación, pero al girarse se encontró también con Raynare. Se resignó y simplemente se quedó en esa posición hasta que ellas despertaran.
Minutos después, Raynare abrió sus ojos con lentitud y se encontró con Goku.
—Buenos días, Son-kun. Te ves tan lindo estando de esa forma.
Goku solo dejó escapar una risa nerviosa y también la saludó. Sus voces hicieron que la chica pelirroja también despertara.
—Umm. ¿Ya amaneció? Ah, buenos días Goku. Parece que todavía no regresas a la normalidad, aunque eso no me molesta ni un poco. Deseaba tanto verte de pequeño.
—¿En verdad? Pues a mí me resulta más cómodo permanecer de esta manera. Es cierto que ahora todo se ve gigante, pero podría acostumbrarme a permanecer así.
Rias y Raynare se alertaron de inmediato con el comentario del pelinegro.
—¡No puedes quedarte pequeño! Tal vez luces tierno de esa manera, pero el Son-kun de siempre es el mejor. Solo es algo temporal.
Rias concordó con las palabras de Raynare.
—Eso es cierto. El efecto del hechizo pronto perderá su efecto y regresarás a tu tamaño normal. Así que aprovecharemos ese tiempo al máximo. ¿Quieres que te prepare algo delicioso para el desayuno?
—¡Si, me encantaría! — con sus ojos brillando de la emoción, Goku contestó.
Varios minutos después, todos los que vivían en la mansión se reunieron en el comedor para desayunar. Rias y Kiba fueron los encargados de cocinar ese día.
—Es increíble que pueda comer todo eso incluso siendo un niño— Xenovia y los demás miraban con asombro el apetito de Goku.
—Goku-kun, te traje otro plato.
—Muchas gracias, Akeno.
Goku tomó la comida que Akeno le dio y comenzó a ingerirla rápidamente. La chica lo abrazó por detrás mientras el saiyajin continuaba comiendo.
—Es tan lindo verte de esta manera. Puedo aprovechar ahora que Rias está ocupada con lo demás.
Raynare le lanzó una fría mirada desde el otro lado de la mesa. Ella ya tenía muchas sospechas con respecto al comportamiento de Akeno. Sin embargo, Rias le dijo que no intentara iniciar una pelea con Akeno, ya que ella estaba pasando por una situación difícil.
—Oye Ophis-chan. Si no te apresuras entonces yo me comeré todo.
Con las palabras de Goku, Ophis también comenzó a comer mucho más rápido, dejando con la boca abierta a todos los presentes. Luego de una masacre de comida, los chicos se prepararon para ir a la habitación del club y realizar sus deberes como demonios.
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Conociendo lo sobrenatural
Hayran KurguGoku en High School DxD. Por un extraño acontecimiento que Goku desconoce, se encuentra en un mundo distinto al suyo donde conocerá a muchas otras personas que cambiarán su vida. Otro tipo de aventuras y desgracias le esperan habitando ese lugar.