Capítulo 47. La llegada del dios Odín

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Los personajes utilizados en esta historia no son de mi propiedad. Créditos a sus respectivos autores.

— Te agradezco mucho por esto, Kiba. Yo no sé identificar que ropa usar cuando se trata de algo así.

Goku y Kiba estaban en la entrada de la mansión. Aún faltaban unos minutos para la hora acordada.

— Bueno Goku-san. Buena suerte con la presidenta. Espero y se diviertan mucho — Kiba se despidió entrando nuevamente.

— Si, muchas gracias por todo. Muy bien, tengo que seguir los consejos de Akeno — murmuró Goku mirando al cielo.

Comenzó a recordar lo que sucedió la noche anterior antes de ir a dormir.

El pelinegro subía las escaleras mientras reflexionaba en muchas maneras de mejorar el ultra instinto para que se adapte de mejor forma a él. Se encontró con una persona que tarareaba una canción con una gran sonrisa.

— Oh, Goku-kun. Me enteré de que tú también tendrás una cita mañana con Rias — Akeno le dijo estando frente a él.

— Si, decidí que sería bueno pasar tiempo con ella. La verdad, es que me siento muy agradecido con ella y Raynare por todo lo que hacen por mí. He notado que se preocupan por lo que me pueda suceder y siempre son muy amables conmigo. Oye Akeno, tú eres la mejor amiga de Rias, ¿no es así?

— Así es. Desde que nos conocimos cuando éramos niñas nos volvimos grandes amigas — Akeno respondió.

— ¿Podrías darme un consejo de algún lugar donde pueda ir con ella? Si sé las cosas que le gustan sería mucho más sencillo elegir un sitio adecuado — Goku le pidió ese favor a la chica.

— Ara ara, veo que en verdad quieres que ella se sienta bien el día de mañana. Rias ama todo lo relacionado con Japón. Si la llevas a un lugar como Kioto seguro le encantará. Cuida de ella, tal vez es estricta y siempre actúa con elegancia, pero en el fondo sigue siendo una chica como cualquier otra.

— No te preocupes, yo nunca permitiría que algo le sucediera a Rias o alguno de ustedes. Te agradezco mucho por esto, Akeno.

La chica sonrió felizmente y luego ambos siguieron sus caminos.

— No sé si es buena idea ir a Kioto. La última vez que estuve ahí de alguna manera me metí en problemas con la madre de Kunou. Si oculto mi Ki seguro no notarán mi presencia — pensó Goku cruzando los brazos.

— Ya estoy lista — la voz de Rias hizo que saliera de sus pensamientos.

— Oh, entonces ya pode...— Goku detuvo sus palabras al detallar a la chica.

— ¿M-Me veo mal? — ella preguntó al ver su reacción.

La bella chica ostentaba una falda negra y una blusa color blanco, además de su hermoso cabello carmesí suelto.

La bella chica ostentaba una falda negra y una blusa color blanco, además de su hermoso cabello carmesí suelto

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