Capítulo 54. Pandemónium en el viaje escolar

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Los personajes utilizados en esta historia no son de mi propiedad. Créditos a sus respectivos autores.

La batalla con la facción de los héroes había terminado, sin embargo, solo temporalmente.

Esa misma noche, el grupo Gremory junto con Irina, los funcionarios de Sitri, Azazel y Serafall estaban reunidos en la habitación donde acordaron las reuniones.

Después de estar tan borracha durante el día, la cara de Rossweisse estaba muy pálida, pero ella todavía insistió en unirse a la batalla. Ella bebió una medicina y se recuperó, sin embargo, todavía no se veía demasiado bien.

— ¿Dónde está Goku-chan? — Serafall preguntó, mirando en todas direcciones.

Azazel respondió y comenzó a hablar mientras un mapa de toda el área de Kioto aparecía sobre el centro de la habitación.

— Goku está tratando de encontrar el Ki de la facción de los héroes desde que concluyó la batalla. En estos momentos está en la azotea del hotel con Ophis. Por lo tanto, vamos a empezar a explicar nuestro plan de batalla. El área en torno al castillo Nijou y la estación de Kioto se encuentran en un estado de alerta máxima. Todos los demonios y los ángeles caídos estacionarios en Kioto han sido movilizados para la búsqueda de personas sospechosas. Los youkai de Kioto también están proporcionando asistencia. A pesar de que todavía no han confirmado los movimientos de la facción de los héroes, hemos logrado detectar una presencia ominosa concentrándose en el centro del castillo Nijou.

Mientras ellos hablaban de la situación y planeaban sus estrategias, Goku hacía el intento de encontrar a la súcubo o a los miembros de la facción de los héroes. No obstante, parecía ser que la mujer peli rosa ya se había anticipado a eso desde mucho antes y de alguna manera bloqueaba la percepción del Ki.

— Siento un gran número de presencias fuera de la ciudad — Ophis hizo un comentario mientras estaba de pie en la orilla del hotel y miraba la hermosa vista de la ciudad.

— Si. Hay demonios, ángeles, ángeles caídos y youkai en los alrededores. Parece que su trabajo es impedir que alguien trate de escapar de Kioto — Goku también miró sus alrededores con un rostro tranquilo.

El Son cerró sus ojos y buscó unas presencias en específico. Mostró una pequeña sonrisa al encontrarlas y volvió a levantar sus párpados.

— Rias, Raynare y los demás están en el inframundo. También puedo sentir el Ki de Grayfia y Venelana con ellos. Al parecer también hay problemas en ese lugar. Bueno, no debería preocuparme por ellas. Son lo suficientemente fuertes para derrotar a los demonios con los que luchan.

Goku dejó salir un suspiro y se sentó en la orilla del hotel. Ophis hizo lo mismo y ambos contemplaron la vista nocturna de Kioto.

— No pensé que amenazas pequeñas como estas resultarían ser tan problemáticas. Desearía pelear con alguien realmente poderoso, aunque tampoco quiero que aparezca una amenaza como Moro o Zamas. Supongo que debo adaptarme a este tipo de vida de ahora en adelante — comentó Goku con ambas manos detrás de su cabeza.

Los minutos transcurrieron de forma rápida hasta que llegó el momento de actuar.

— Oh, parece que todos irán a sus lugares indicados — dijo Goku al ver que todos salían del hotel y se dirigían a la estación de Kioto para ir al castillo Nijou.

— ¿Nosotros vamos a esperar aquí? — Ophis preguntó.

— Si. Nosotros podemos llegar en un instante a cualquier lugar de Kioto ya sea volando o con la teletransportación — respondió el saiyajin con tranquilidad.

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