Goku en High School DxD. Por un extraño acontecimiento que Goku desconoce, se encuentra en un mundo distinto al suyo donde conocerá a muchas otras personas que cambiarán su vida. Otro tipo de aventuras y desgracias le esperan habitando ese lugar.
Los personajes utilizados en esta historia no son de mi propiedad. Créditos a sus respectivos autores.
Quiero vivir.
Mi vida está a punto de terminar silenciosamente en el interior de un bosque cubierto por la nieve.
Como sujeto de pruebas, y como uno de los niños reunidos para el proyecto de la iglesia. Ellos reunieron a un grupo de niños como yo, sin familia, y además con una habilidad especial útil para su proyecto con el fin de crear personas capaces de manejar la espada sagrada Excalibur.
Día tras día, experimentaban con nosotros. A pesar de estar lleno de duras experiencias, cuando nos dijeron que seriamos capaces de convertirnos en seres especiales elegidos por dios, mis camaradas y yo nunca tuvimos ni la más mínima pizca de miedo.
Pero un día, todo cambió de repente.
Inesperadamente todos fuimos desechados.
Fuimos reunidos en una habitación y la llenaron de gas. Mis manos se quedaron paralizadas, mis piernas dejaron de moverse, y comencé a sentir un intenso dolor en todo mi cuerpo como si hubiesen cortado mi sistema nervioso.
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Muchos fluidos incluyendo lágrimas y sangre salieron de mi cuerpo, y el dolor me dominaba.
Entonces mi conciencia se debilitó.... Yo estaba a punto de morir.
Muchos de mis camaradas murieron frente a mis ojos.
Yo no sabía lo que estaba pasando al principio. Incluso llegué a pensar que se trataba de un experimento.
Nunca lo habría imaginado, que esos investigadores que trataban de hacer algo especial con nosotros y creían en el mismo dios, mostrarían sus colmillos hacia nosotros.
El primero murió, luego el segundo. Mis amigos morían uno tras otro. Finalmente pude comprender la situación en la que me encontraba, mientras mi turno para morir se acercaba cada vez más.
Ah, voy a morir.
Llegó mi turno, fui llevado al centro de la habitación. Un grupo de investigadores, con ropa de protección, llenaron la habitación de gas mientras cuerpos temblaban de miedo.
Incluso si contuviera mi respiración, hay un límite para eso. Empecé a inhalar el gas lentamente y a aceptarlo en mi cuerpo con cada respiración.
Mi cuerpo fue atacado por un intenso dolor y calambres. Mi visión se hizo borrosa.
Caí de rodillas y traté de suavizar el dolor que atraviesa mi cuerpo acariciando algunas partes de mi cuerpo, hasta que uno de mis camaradas empujó a uno de los investigadores.
Después de abrir la puerta por la fuerza, mis camaradas me gritaron a mí, que estaban en un estado menos crítico que el de ellos.
