Capítulo 13. Torneo de Pelotas y Excalibur.

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Los personajes mostrados en esta historia no son de mi propiedad. Créditos a sus respectivos autores.


— ¿Puedes hacer que solo Rias y los otros chicos nos puedan ver, Ophis-chan? — Goku preguntó.

Raynare, Ophis y él se mantenían flotando a una altura considerable sobre la academia Kuoh, así nadie los vería.

La pequeña niña realizó un movimiento con su mano y un aura de color negro y violeta envolvió por un efímero instante a los tres para luego desaparecer.

— La presidenta está algo distraída — Koneko dijo al mirar a Rias girar a ver al público en ciertos momentos durante el juego.

— Ara, creo que se debe a que Goku-san le prometió venir, pero no ha llegado — Akeno comentó dando el motivo de eso.

— Hola, ya llegamos. Nos demoramos un poco, pero al fin estamos aquí — el saiyajin habló apareciendo a un costado del club del ocultismo.

— ¿Qué? ¿Cómo hicieron para aparecer de esa manera? — la sacerdotisa del trueno exclamó atónita junto a Koneko y Kiba, este último seguía con una mirada perdida, mientras que Issei no se dio cuenta de eso porque estaba ocupado con algo importante.

— Solo me teletransporté — Goku respondió tratando de buscar a Rias con la mirada.

Los chicos no dijeron nada, pero ahora había una cosa más por la cual hacerse más preguntas sobre Goku. Esperaban ansiosos el momento en que el chico de cabello peculiar hable sobre su pasado.

— Ufufu, no te preocupes, llegas en el mejor momento — la chica con cola de caballo dijo con una risita.

En realidad, la razón de su retardo fue por Raynare que se tardó demasiado en estar lista para ir. Todo lo hizo a propósito para hacer que Goku no fuera a ver a la Gremory, tenía pensado fingir que se sentía enferma, pero recordó que vivirá sola con Rias por un par de días y lo mejor era empezar a dejar sus diferencias a un lado.

— ¡Presidentaaa, tú puedes hacerlo! — Issei animaba a la pelirroja desde la cerca de la pista de tenis.

Estaba maravillado con el uniforme de tenis que la chica ostentaba ya que podía ver sus muslos por debajo de la minifalda.

Rias estaba representando a las chicas de su clase y jugaba con un oponente que también era muy bueno.

— ¡Presidenta-samaa! ¡Kyaaa!

Las chicas gritaban con voz chillona. El oponente de la pelirroja no era nada menos que la presidenta del consejo estudiantil. 

Rias notó que a quien había estado esperando por fin llegó

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Rias notó que a quien había estado esperando por fin llegó. Eso hizo que sus labios se curvaran mostrando la gran felicidad que le hacía ver a Goku.

— Ara, Goku-san, deberías animar a la presidenta.

— ¿Animarla? Bien. ¡Tú puedes Rias! — exclamó el chico alentando a proseguir con el juego a la princesa Gremory.

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