De vuelta

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La mañana llegó rápido y realmente no pudo dormir muy bien, no importaba, regresaría a las misiones y lo haría perfecto.

— Que emoción, volveremos a las misiones — canturreaba contento el rubio.

Sasuke por su parte se mantenía a raya.

Caminaron juntos hacia el campo de entrenamiento de siempre, Naruto hablaba, gritaba y básicamente era Naruto, mientras que el azabache contestaba lo que era pregunta y de ahí completamente serio.

— Hola Sasuke-kun — saludo la pelirrosa.

— Hola Sakura-chan — contesto el rubio.

Sasuke ignoro a Sakura, mientras ella ignoraba al rubio, se notaba la buena combinación en el equipo y más cuando el sensei llegó.

— Hola, que bueno que ya están aquí — casualmente llegó temprano.

— ¿Qué haremos, Kakashi-sensei? — pregunto el rubio.

— El día de hoy tenemos una misión con la Hokage, así que iremos para allá.

Los chicos caminaron expectantes, era importante estar con la Hokage.

— Hola, Oba-chan, estamos aquí — entro el rubio.

— Mocoso, deja de llamarme así — hablo enojada.

Naruto solo sonrió ante lo dicho, los demás entraron de una manera más civilizada.

— Puede darnos la misión, Tsunade-sama — hablo Sakura.

— Bien, tenía una misión con una persona de otra aldea, se supone que la escoltarían hasta su ciudad, pero nos acaba de cancelar, tendrá que ser el día de mañana.

El rubio miro decepcionado, justo que tenían algo que hacer.

— Entonces nos retiramos — hablo el peliplateado.

— Si, bueno antes, ya que Sasuke se encuentra mucho mejor, podrás regresar a tu casa, ya no vas a necesitar vivir con Naruto, no te preocupes.

Ambos chicos temblaron por un momento, involuntariamente buscaron sus manos, pero al no encontrarlas, las regresaron a su lugar.

— Muy bien, ya se pueden retirar.

Cuando salieron, ni siquiera se despidieron de los demás, solo caminaron sin parar hasta llegar a su casa, bueno a la casa de Naruto, Sasuke ya no pertenecía ahí.

— Yo, recogeré mis cosas.

Naruto lo miro triste y asintió ante eso.

Mientras el azabache recogía todas sus pertenencias, el rubio cocinaba algo, lo que sea, solo quería mantenerse ocupado.

Sasuke recogía su ropa, sus cosas personales, buscando encontró su libro, no lo había leído todavía, pero tendría que hacerlo.

Cuando llegó a la cocina, la comida ya estaba servida y el rubio estaba esperando para comer.

Todo era un silencio incómodo, ninguno sabía que decir exactamente, ambos estaban bien viviendo juntos y ahora que se tenían que separar era algo raro.

Cuando terminaron, se tuvieron que despedir, solo volvería a su casa, pero para ambos parecía que no se volverían a ver.

— Yo... Te veo mañana Sasuke — hablo el rubio.

— Si... Hasta mañana Naruto — contesto de vuelta.

Y ambos se quedaron viendo por un rato, hasta que el sonido de unos niños pequeños los sacó de sus pensamientos, negando y despidiéndose.

El azabache camino solitario hasta su casa, no había nadie alrededor, sus admiradoras se habían calmado, pues cuando vivía con el rubio, ni siquiera salía mucho y ellas no sabían exactamente dónde encontrarlo.

Abrió la puerta de su casa, nuevamente en el barrio oscuro dónde vive, la vibra era pesada y aun sentía que había personas vagando por ahí.

Dejo sus cosas en su habitación y observo todo, de vuelta en su habitación, en su triste y oscura habitación.

— Iugh... Está lleno de polvo — nombró asqueado, como no estaba ahí, todo se llenó de suciedad — Tendré que limpiar.

Le gustaba limpiar, no mentiría, pero era más entretenido cuando limpiaba lo que ya estaba limpio, no tener que estornudar por el polvo.

Cuando terminó su arduo trabajo, su casa estaba reluciente, esperaba sentirse mejor, pero a pesar de que brillaba, se sentía tan solitario.

Cocino algo, pues por obvias razones y comió en su mesa, la que estaba totalmente sola, ya se está a hartando de sus propios pensamientos, como si nunca hubiera estado solo, desde que murieron sus padres hasta hace un tiempo, vivía solo, no podía ser tan exagerado.

Con esos pensamientos termino de hacer sus actividades, comió, entreno un poco, le habían prohibido entrenar, porque no querían que bajara más de peso, pero ahora que había regresado, hizo unos ejercicios sencillos, para volver a comenzar con una rutina.

Se baño y se dirigió a su cama, apagó la luz, pero era demasiado oscuro que la tuvo que volver a prender, nadie sabría de eso.

Trato de dormir, pero no conciliaba el sueño, después de lo que le parecieron horas, pudo quedarse dormido y así por fin poder descansar.

— Ahhh — grito asustado, después de una pesadilla — Ah... No puede ser...

No había tenido una pesadilla en bastante tiempo, creyó haber recuperado el sueño correctamente, cuando estaba con Naruto, nada había pasado, era como si él fuera una especie de amuleto de la suerte, o por lo menos alguien que le brindará seguridad, genial, no podría ser peor.

Aún con el corazón acelerado, busco con que entretenerse, encontró su libro, buen momento para leer.

Observo más detalladamente el objeto y leyó lo importante de la portada, era un libro de romance, no es su género favorito, también era de romance entre hombres, en definitiva, no era lo que solía leer, y mucho menos al ver que era romance juvenil de escuela, los clásicos clichés del romance.

Algo renuente comenzó a leerlo y aunque si sentía que su trama y las cosas eran predecibles, le encantó como manejaban la relación, pues al ser hombres, les daba vergüenza, o hasta miedo y tenían que luchar con sus inseguridades, de seguro ese era la trama de muchos libros, pero este al ser el primero que el leía, le estaba encantando.

Siguió leyendo, aún después de que los protagonistas pelearán por tener que ocultarse y no lo dejo en el momento en que gritaron su relación en plena cancha deportiva, había sido las mejores horas de su vida, espera, ¿Horas?

Genial, había amanecido, pero bueno de leer toda la noche a tener pesadillas, prefería leer, además logro terminar el libro, con el romance saliendo ganador, le encantó, sería difícil olvidarlo, en definitiva, no sabía exactamente porque, pero algo le recordaba ciertas escenas del libro y pareciera que le fueran a servir de algo, no sé, raro, si tomas en cuenta los sentimientos en juego.

— De vuelta —

Lo Que Siento Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora