Nuestro hogar

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Al siguiente día, los ninjas fueron llamados por la Hokage quien al parecer tenía un tema importante que tratar.

— Ya estamos aquí Hokage-sama — hablo Sakura, quien estaba impaciente por lo que pasaría.

— Muy bien, seré clara, gracias a ciertas personas que estuvieron investigando la aldea, notamos que muchas zonas están algo descuidas y podría ser peligroso — contó mientras leía un informe — Entre esos lugares está el barrio Uchiha, es por eso que decidí que Sasuke se tendrá que mudar a un lugar mucho más céntrico y seguro, pero mientras consigo un departamento, vivirá con Naruto, es todo.

Los cuatro se quedaron pensativos por un momento.

— Se pueden retirar — volvió a hablar Tusnade y los cuatro salieron rápido.

— ¿Qué raro?, ¿Y por qué con Naruto? — se preguntó la pelirrosa.

Los dos chicos se limitaron a mirarse entre enojados y aliviados, esto era peligroso.

Kakashi estaba sospechando demasiado de esos dos, pero no diría nada, esperaría a qué sus alumnos decidieran contárselo.

— ¿Qué les parece si les invito ramen?, Ahora que estamos libres — hablo el peliplateado.

— Sí, ramen — grito el rubio.

— Si está bien — hablo la pelirrosa.

— Yo paso, acomodaré las cosas de mi casa, si es que me voy a mudar — y antes de que pudieran responder desapareció.

— Bueno, vamos.

Los tres caminaron hacia el puesto de ramen.

Sasuke comenzó a revisar su casa por si acaso algo se le olvidaba, pero al ser tan ordenado y eficiente todo ya estaba empacado.

— Sabía que ya tenías todo listo — escuchó la voz de su rubio.

— ¿Tan rápido comieron ramen?

— Bueno, tuve que hacerlo rápido, entre más rápido nos mudemos y nos acomodemos mucho mejor.

— Si supongo.

— Ten, te traje un tazón de ramen... Y antes de que me repliques es de tomate.

Ambos se sentaron sobre las cajas de su mudanza, mientras Sasuke comía su ramen, Naruto solo observaba.

— Deja de mirarme, jamás me habías visto comer, ¿O qué?

— Sí, es solo que ahora que vamos a vivir juntos, no creo poder dejar de verte.

Sasuke lo miro extrañado.

— Dices cosas raras — su mirada lo ponía nervioso, más porque lo quería y que lo mirara le hacía querer sonrojarse.

— Te quiero mucho Sasuke, demasiado, me alegra que estemos cerca.

— A mí también, de verdad — dijo con una pequeña sonrisa.

En cuanto terminaron de comer, agarraron sus maletas y se dirigieron a su nuevo hogar, bueno, aunque ahora era antiguo hogar, pues ya habían vivido ahí antes.

— Bienvenido a casa Sasuke, mi departamento, tu departamento, nuestro departamento.

— Tal vez debimos pedir un nuevo departamento — murmuró, aunque el rubio logro escucharlo.

— Hey, viviste aquí un tiempo, no puede ser tan malo.

— Oh, no lo es, el problema es que es un poco pequeño, pero supongo que si vamos a vivir de ahora en adelante aquí, tendré que acostumbrarme, además de hacer algunos cambios.

— ¿Cambios?, ¿Qué cambios? — hablo asustado.

— Ya lo veremos Naruto, mientras tanto acomodemos las cosas.

— Bien... ¡Sí! Acomodemos, hice un espacio en mi closet para que puedas poner tus cosas, y ahora que ya trajiste toda tu ropa, tus decoraciones y todo lo que te pertenece, espero que esté lugar sea muy cómodo para ti.

— Para los dos Naruto, ahora es nuestro lugar, de ambos.

Convivir juntos no era algo nuevo, ahora que son pareja las cosas no deberían de cambiar, de hecho solo podían mejorar.

Naruto aún es un poco desordenado, suele importarle poco dónde están sus cosas, pero Sasuke tiene un punto exacto para cada cosa y a veces rozan en eso, claro que nada de que preocuparse, nada como una disculpa por parte de Naruto, en lo que aprende a formar una rutina y ordenar de mejor manera todas sus pertenencias.

Sasuke también tiene que aprender a vivir con que hay ramen todo el tiempo y aunque le prohíbe a Naruto comerlo todos los días, claramente por su salud, es consiente que es la comida favorita de su pareja y es injusto querer eliminarlo de su vida es como si le quitarán los tomates, sería el fin del mundo.

Pero puede que su convivencia sea rara, mucho del tiempo juntos están peleándose e insultándose, llamándose Dobe o teme, y eso para las personas que los rodean es normal y los puede desorientar creyendo que es una convivencia normal en ellos.

Lo que los demás no ven, son los besos que Naruto le roba a Sasuke cuando están peleando, haciendo que Sasuke se distraiga y se olvide de los problemas en ese momento, claro que solo lo hace cuando el problema es inofensivo y hasta tonto, pero si realmente se equivocó no tarda en aceptarlo y tratar de enmendarlo.

Los demás no ven cuando se quedan abrazados en el sillón, leyendo un libro, viendo la tele o simplemente disfrutando de su compañía.

No se dan cuenta que ellos duermen juntos, pero lo hacen no porque es su obligación y no hay otra cama, sino más bien, porque a Sasuke de vez en cuando se le dificulta dormir y le ayuda muchísimo que Naruto este a su lado y lo tranquilice en caso de una pesadilla, o solo este con él a la hora de dormir, acariciando su cabello, contándole cosas, dándole besos y todo lo que él no se permitiría admitir, pero adora y ama como siente en los brazos de su rubia pareja.

Mientras todos piensan que ambos tienen que convivir de mala gana, teniéndose que soportar, teniendo que verse la cara todo el tiempo, en realidad ellos están viviendo su primer amor, sus primeros besos y caricias, los primeros sentimientos fuertes, las primeras discusiones serias y sobre todo la primera relación que ambos han tenido, los demás ni se imaginan.

— Te amo Sasuke, nunca vayas a olvidarlo.

— No lo haré, así como nunca olvidarás lo que yo también siento por ti.

— Jamás lo haría pase lo que pase, lucharé por nuestro amor, créeme.

— Te creo, nunca te rindas por favor, eres lo único que tengo.

— Nunca, es una promesa.

Cualquier cosa que llegara a pasar la promesa estaba ahí, precisamente para lograrlo.

— Nuestro hogar —

Lo Que Siento Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora