Confianza p. 3

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Cuando abrió los ojos, se encontraba en un hospital, ¿Acaso ya era costumbre despertarse en un hospital?

Se sentía cansado, pero no tenía casi ninguna herida, por lo que se le hizo más sencillo sentarse.

— Sasuke — escuchó junto a él y en un momento tenía a Naruto abrazándolo — Me tenías muy preocupado, pero que bueno que estás bien — hablo en su espalda.

Sasuke se sorprendió, pero sonrió y paso sus brazos para abrazarlo con más fuerza.

— Me alegra que tú estés bien — menciono de igual forma aliviado — ¿Qué es exactamente lo que-?

No pudo terminar su pregunta, el rubio se separó de él y tomo sus labios en un beso, fue un poco más intenso que de costumbre, tanto que lo empujó contra la cama.

Cuando se separaron, los dos estaban ligeramente sonrojados y agitados, Naruto puso su frente con la de Sasuke, tratando de recuperar el aire.

— Realmente me preocupé, los dos estuvimos en peligro, perdón por no poder hacer nada para ayudarte.

— Fui yo quien no pudo hacer algo, debería disculparme.

Sasuke hablo realmente arrepentido, pero estaba feliz por tener a su rubio con él, eso lo había aliviado de sobremanera.

— Ahora, ¿Qué te dije de besarnos en público?

— No, no, aquí no hay nadie, me aseguré de eso, puedo besarte con libertad.

El azabache negó con una pequeña sonrisa, si hubiera habido gente ahí, en ese momento no le hubiera importado, lo hubiera besado de igual forma y disfrutaría de hacerlo.

— ¿No hay nadie cerca?

— No, un clon mío está vigilando.

— En ese caso, acércate — hablo inocentemente.

El rubio lo dudo, eso se veía sospechoso, pero estar cerca de Sasuke siempre era bien recibido.

Cuál fue su sorpresa cuando se acercó y el azabache lo tomo de la nunca para volver a besarlo, no fue tan profundo como el pasado, pero que Sasuke tomara la iniciativa lo hacía especial.

Cerro los ojos y se dejó llevar por el control de Sasuke, quien al terminar bajo la mirada avergonzado, pero luego la subió con un rostro de superioridad.

— El problema es que no sabes besar y tenía que enseñarte cómo hacerlo correctamente, dobe.

— ¿A si?, Creo que no lo entendí bien, ¿Por qué no me lo vuelves a enseñar?, Esta vez prestaré más atención.

Sasuke sonrió, su usuratonkachi no parecía ser tan torpe como él creía, bueno no lo era.

Se volvieron a acercar lentamente, pero Naruto abrió los ojos y se separó rápido, saltando lejos de la cama.

Lo miro confundido, ¿Qué le pasaba?, Pero en eso la puerta del cuarto fue abierta.

— Sasuke-kun, que bueno que ya estás despierto, estaba preocupada por ti.

El nombrado la miro enojado.

Pero después de Sakura entro Tsunade y luego entro Kakashi, se dejó caer en la cama, estuvo cerca.

— Oba-chan, ¿Dará de alta a Sasuke? — pregunto emocionado.

— Bueno, pues sí, veo que ya está muy bien, aunque le veo un poco más rojo de lo normal, será que tiene fiebre.

Naruto miro a otro lado, Sasuke se tapó con la almohada.

— Estoy bien, debe ser el reflejo de algo — murmuro sobre la almohada.

— Bueno, puedes darlo de alta, entre más rápido lleguemos a casa, más rápido se recuperará.

Tsunade no tuvo más opción que darlo de alta y los dos salieron del hospital.

— Ustedes dos, siempre se meten en problemas, creo que el que vivan juntos es un peligro — hablo Sakura enojada.

Los dos solo la miraron indiferentes, se miraron entre sí y siguieron caminando.

Sakura miro indignada y los siguió corriendo.

Kakashi sabía algo, que algo en ellos dos había cambiado, ahora se llevaban mucho mejor, pero no estaba seguro de que tan bien, a qué grado había evolucionado su sentimiento.

Cuando lograron zafarse de Sakura, los dos se fueron a su departamento, ahora que eran libres, podrían hacer muchas cosas.

— Oye Naruto, tengo una pregunta para ti.

— ¿Qué pasa? — pregunto mientras preparaba su ramen.

— ¿Consideras que nos volvamos fuertes en esta aldea?

— ¿Mm?, ¿Fuertes?, ¿A qué te refieres con eso?, Ya somos fuertes ttebayo.

— No, yo me refiero a mucho más fuertes, lo suficiente para ser los mejores.

— Pues no lo sé, yo pienso que sí, pero para eso aún nos falta mucho tiempo, no te apresures.

— Tienes razón, saldré un rato — hablo mientras se dirigía a la puerta.

— ¿A dónde vas?, Ya es tarde, pronto se hará de noche.

— Tengo algo importante que hablar con Kakashi, tal vez me quedé en su casa, no lo sé, no me esperes despierto mucho tiempo.

— De acuerdo, con cuidado.

— Naruto — nombró antes de cerrar la puerta.

— ¿Sí?

— Te quiero mucho, no lo olvides — y con eso cerró la puerta.

— Y yo te quiero a ti — le hablo a la puerta, un presentimiento raro se asentó en su corazón, pero no le hizo demasiado caso.

Sasuke camino por las calles, hasta que llegó a un techo, cerca de la entrada de Konoha, se sentó ahí un rato para pensar.

Tomar decisiones no era cosa fácil y menos decisiones con tantas consecuencias si es que lo podía llamar así.

Mientras estaba sentado un ataque lo sorprendió, eran unos ninjas extraños, que empezaron a atacarlo sin ningún sentido, haciendo usos de sus habilidades, logro esquivarlos, pero no parecían detenerse y lo peor es que no sabía que es lo que querían.

Después de esquivarlos un rato, se dio cuenta que eso no funcionaria, por lo que decidió mejor enfrentarlos y golpearlos, hasta que los pudiera llevar con la Hokage.

Tal vez no hizo nada contra Itachi, pero esos ninjas no eran lo mismo, fácilmente los derroto, mientras respiraba cansado, enfrentar ninjas solo no era una tarea muy fácil.

El problema llegó cuando estás personas se levantaron y luego activaron su sello maldito, convirtiéndose en unas cosas raras, entonces Sasuke supo que era el momento.

Las personas lo derribaron, ese poder era monstruoso, pronto estaba en el suelo.

— Nada mal niño, nada mal.

— ¿Qué quieren? — pregunto seriamente.

— Orochimaru-sama nos envió hasta este lugar, parece que necesita a un mocoso y tú pareces ser el perfecto.

Continuará...

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