La aldea

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— Vamos allá — hablo Linda, lista para caminar hacia el parque de la aldea.

— Pues vamos — menciono Naruto.

Sasuke solo los siguió.

— Será divertido — agrego y camino, pero de repente llegaron a la calle principal llena de gente.

Naruto retrocedió por inercia, chocando con Sasuke, quien lo miro extrañado.

— ¿Qué pasa? — pregunto la chica cuando retrocedieron.

— Yo... Es que vi mucha gente, ¿No habrá una calle menos llena?, ttebayo.

— Está es la más cerca al parque, solo tenemos que pasar entre la gente — hablo está vez Sasuke.

— Claro... — dijo el rubio nervioso.

La pequeña se acercó a Naruto, quien la miro extrañado y entonces tomo su mano, pasando su dedo por una parte de la mano, miro sorprendida y luego levantó la vista hacia el rubio.

— No te preocupes, nadie te conoce aquí — hablo tranquilamente.

El rubio lo miro sorprendido, ¿Cómo supo?, Asintió y fue llevado de la mano por ella.

Sasuke por su parte miraba todo confundido, algo raro estaba pasando.

Pasaron entre las personas, Naruto chocaba con algunas y se disculpaba inmediatamente, mientras estas le respondían tranquilas, o lo ignoraban porque no había sido para tanto.

Con todo eso, lograron salir de la calle y el parque era un sitio más tranquilo.

— Uf, que susto, que bueno que ya pasamos — hablo el rubio.

Linda, empezó a jugar con los niños que se encontró, tenía una habilidad para poder relacionarse con las personas.

Mientras que Naruto y Sasuke, solo se sentaban junto a la fuente, eran mucho más relajados.

— Les regalo está flor — dijo linda, entregándole una margarita que había encontrado.

— Gracias — contestaron ambos, mientras ella regresaba a jugar.

Naruto sostuvo la flor, pero por un momento la agarro mal y cayó al suelo, ambos se dieron cuenta, por lo que se dispusieron a levantarla, solo que no notaron que pensaron en lo mismo y pronto sus manos se tocaron al intentar sostener la flor.

Para el rubio fue solo cosa de quitar su mano, no había sido la intención, pero para cierto azabache, que no había dormido en toda la noche, por leer una novela de romance juvenil, esa escena había sido completamente idéntica a una del libro, en dónde después de tocarse las manos, el chico tomo su rostro y lo beso.

Su rostro enrojeció de repente, quitó su mano y se levantó en un movimiento rápido para ir a buscar cualquier cosa que lo sacará de la situación, mientras que el rubio miraba la escena sin entender.

Igual no lo pensó mucho, su mente se distrajo en cuanto una pelota llegó hasta sus pies, tomo el balón, era rojo, de pronto unos chicos llegaron a su lado para que le devolviera su objeto.

Naruto los miro y estaba listo para dárselos, solo que un niño de pronto se alejó, por cualquier cosa, lo llamaron, quería ir al baño, lo que sea, pero la mente el rubio solo pensó en todos los niños que se alejaban y despreciaban en la aldea, se estaba repitiendo.

Dejo caer el balón y miro al piso consternado, los niños tomaron su juguete y salieron corriendo, estaban ocupados, además la mirada del rubio les dio cierto miedo.

Naruto miraba al suelo y de pronto se sintió tan pequeño en el mundo y tan tonto por lo antes ocurrido.

— Nadie te conoce aquí, nada malo va a pasar — escucho en su mente.

— ¿Eh? — reaccionó y estaba frente a la jaula de su zorro — Kurama, yo... Hola.

— No tienes porqué reaccionar así cada que una persona se te acerca, no te harán nada.

— En esta aldea no, pero ya sabes cómo son en la mía — agrego con pequeñas lágrimas saliendo de sus ojos que trato de parar rápidamente.

— Los de tu aldea son unos hipócritas, te he dicho miles de veces que no vale la pena, no me hagas repetirlo — añadió tratando de no sonar preocupado.

— Lo siento Kurama, solo es que, me recuerda un poco.

— Solo no pienses en eso, ¿De acuerdo?, Disfruta tu estadía en esta extraña aldea.

— Jeje, tienes razón, gracias Kurama...

Entonces abrió los ojos y vio a Linda y a Sasuke observándolo.

— ¿Kurama? — pregunto aun perdido en sus pensamientos.

— Naruto, ¿Estás bien?, ¿Te paso algo? — pregunto preocupada.

— ¿Eh?, ¿Que paso?

— Te quedaste observando a la nada, preocupaste a Sasuke.

El azabache no dudo en expresar su preocupación.

— Ah, lo siento, ttebayo, estaba pensando en otras cosas — añadió rascándose la nuca — Bueno, ¿Vamos a una tienda?

Los dos se miraron extrañados, pero aun así decidieron continuar.

Llegaron a una tienda de juguetes, o eso es lo que parecía, la pelirrosa se emocionó y entro corriendo, siendo seguido por el rubio, quien estaba igual o más emocionado.

— Increíble, tienen tantas cosas — hablaba emocionado.

— Mira, una muñeca, es hermosa, la quiero, la necesito — hablaba dramáticamente.

— No tenemos dinero — hablo Naruto.

— Si tenemos — menciono Sasuke — A la hija del feudal se le debe de complacer en todo — y con eso compro la muñeca.

— Wow, mira esto Sasuke, es una pelota con una paleta, para que juegas con ella, es increíble...

— Lo sé, tuve una de pequeño — hablo tratando de hacer una conversación.

— ¿En serio?, Asombroso, ttebayo.

— ¿Tu no tuviste una?, Fueron muy famosas, todos los niños tenían una, había una tienda especial que solo vendía eso.

— No, yo en realidad creo que nunca la vi — en realidad no lo recordaba, pero pues tampoco se le tenía permitido andar en la avenida principal y normalmente los niños huían de él, era lógico que no lo supiera.

— Que raro.

— Buenas tardes — hablo una persona que acababa de llegar.

Naruto miro por puro impulso, temiendo por su seguridad ahora que había entrado una nueva persona, luego recordó que está seguro y regreso a la normalidad, solo que no pasó desapercibido por los otros dos.

— ¿Podemos comprar esta bola de cristal con nieve adentro?, ¿Sí?, Sasuke — pidió como niño chiquito.

El nombrado asintió y luego de comprarlo se retiraron, se estaba haciendo de noche y ese era su límite, obedientemente regresaron a la posada, los aguardaba una larga noche.

— La aldea —

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