Juntos

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Cuando Sasuke despertó era muy temprano en la mañana, la poca luz del día amenazaba con iluminar la habitación; sin embargo, todavía estaba lo suficientemente oscuro.

Se dio cuenta que estaba abrazado a Naruto, hace un tiempo lo hubiera pateado de la cama, pero ya no era así, se sentía avergonzado, tal vez un poco, era una sensación nueva, pero si algo sabía, es que no era malo, al contrario, era increíble.

Se movió un poco, no queriendo despertar al rubio, solo para abrazarlo y apegarse más a él, el rubio por inercia, pues seguía aún dormido, lo atrajo y lo rodeo con sus brazos, Sasuke, algo asustado por lo que estaba pasando, pensó que lo había despertado, pero al ver que no, cerro los ojos, los cerró y se dejó llevar, el corazón de Naruto latía en un compás tan relajante, que Sasuke no tardó en quedarse profundamente dormido.

Una vez que volvió a despertar, unas horas después, en un horario más adecuado, sintió a Naruto revolverse, ya era hora de que ambos despertarán.

Su mirada subió y se encontró con la del rubio, sus hermosos ojos azules expectantes, si así se va a despertar de ahora en adelante, no se quejaría.

Naruto lo observó y no pudo evitar sonreír, Sasuke era tan hermoso, eso siempre se supo, con la atmósfera del momento se acercó a él, y quitando su mechón de cabello de la frente, lo beso ahí, esperaba un insulto o un golpe, pero solo recibió una pequeña sonrisa avergonzada, era todo lo que necesitaba, solo se lanzó para abrazarlo.

Sasuke recibió el abrazo, estaba feliz, no sabía que le pasaba, no sabía por qué el calor en su corazón, pero le gustaba y si de algo estaba seguro, es que jamás se quiere separar de su rubio.

— ¿Qué te parece vivir juntos? — pregunto el rubio una vez que estaban sentados desayunando.

— ¿Vivir juntos? — volvió a preguntar.

— Sí, siempre vivimos solos y pues no es la primera vez que convivimos en una misma casa, ahora que estamos mucho más unidos sería la mejor opción, ttebayo.

— Sí, tienes razón, pero como le hacemos para convivir juntos, sin que se vea extraño.

— Mm... — Naruto se puso a pensar en muchas buenas ideas — Que tal si incendiamos tu casa...

— No — corto Sasuke.

— Entonces que te parece si creamos un temblor que destruya tu casa y...

— No.

El rubio miró indignado ante el rechazo de sus increíbles planes.

— Entonces...

— No.

— Pero no dije nada — alego enojado.

— No vamos a destruir mi casa Naruto.

— ¿Entonces qué propones?

— No lo sé, pero no vamos a destruir nada que tenga que ver con mi barrio Uchiha.

— Ya, ya, está bien, lo entiendo.

Y los dos siguieron pensando en ideas, que no llevarán ningún tipo de destrucción.

— Que tal si convenzo a Oba-chan, de que vivamos juntos, algo así como de que nos “obliguen” — dijo, usando la palabra obliguen de forma falsa.

— ¿Crees que puedas hacer eso?

— Por supuesto, no hay nada que Oba-chan no haga por mí — agrego sonriente.

— Pues supongo que no perdemos nada con intentarlo.

— Bien, iré a hablar con ella.

— Pero más en la tarde, ¿No?, Quiero pasar más tiempo contigo — dijo algo indiferente.

— Jamás diría que no a eso — sonrió, mientras ambos terminaban de comer.

Al acabar, luego recoger, limpiar, lavar los platos y todo eso, por órdenes de Sasuke, se encontraron libres.

— ¿Qué quieres hacer? — pregunto el rubio, esperando una respuesta como, hay que entrenar o algo como eso.

— Quiero leer un libro — contesto simple.

Naruto miro confundido, pero Sasuke siempre lograba sorprenderlo, además si lo pensabas, leer iba completamente con la personalidad de su azabache.

Estuvo de acuerdo y se sentó en el pequeño sofá de la casa, Sasuke escogió un libro de su repisa y se dirigió también al sofá.

Naruto estaba sentado esperándolo, el Uchiha por su parte se sentó a su lado, recargando su espalda en el hombro contrario, el rubio paso su brazo rodeándolo, Sasuke sonrió para sus adentros.

En esa posición se sentía cálido, solo empezó con su lectura, tenía un nuevo libro que explorar.

Era un libro mediano, ni muy largo, ni muy corto, igual no tenía la intención de terminarlo en ese momento, solo quería relajarse un rato.

Y tal parece que fue demasiado tiempo, porque cuando dejo el libro, se dio cuenta que el protagonista de su historia no era el único que había quedado dormido.

Su rubio, estaba completamente dormido, sonrió algo enternecido, acercó su rostro al contrario, sintiendo sus respiraciones, chocar, se le ocurrió darle un beso en ese momento, pero rápidamente desistió de la idea, ¿Por qué iba él a besarlo?, ¿Estaría mal?, Se sentía muy cariñoso, él no es cariñoso, pero se trata de su ahora pareja, no tenía nada de malo serlo, ¿Verdad?

Estaba confundido, muy confundido, se supone que iban a ser los mismos de siempre, el Sasuke de siempre no sería tan amoroso, pero... Quería serlo, porque de verdad lo quería, Naruto era su todo, quería ser amoroso.

— Maldita sea — maldijo lo más bajo que pudo, ¿Qué clase de problemas son esos?

Se quedó mirando el suelo tratando de hallar una solución.

— ¿Por qué estás enojado? — escuchó la pregunta, se tardó demasiado en pensar.

El rubio hizo la pregunta al verlo con el ceño fruncido, no mentía, le parece adorable en Sasuke, a pesar de que es la cara con la que suele estar todo el tiempo.

— No es nada — agrego mientras se paraba del sofá.

Naruto no entendió, pero muchas veces no lo entendía.

Se paró y se acercó a Sasuke, sus rostros se toparon, el rubio sostuvo delicadamente su cintura y le intento dar, debido a su nula experiencia, un profundo beso.

Cuando se despegó, solo le sonrió y camino a la salida.

— Iré a hablar con Oba-chan, te cuento después Sasuke — y salió de la casa.

Sasuke apenas y tuvo tiempo de reaccionar, sus mejillas se colorearon un poco sin poder evitarlo.

— Usuratonkachi — dijo sonrojado, bien, le dejaría los besos al rubio.

— Juntos —

Lo Que Siento Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora