Funcionará

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Naruto llego a su casa y se tiró a su cama, de repente había perdido toda la energía, terminar relaciones no era divertido, su corazón dolía y sus ojos se llenaron de lágrimas, el creía que amaba a Sasuke y ya no entendía porque no.

— No soy una especie de consejero — escuchó la fuerte voz, pero no le hizo caso, se sentía muy mal para hacerlo — Oye lo estoy intentando, mínimo hazme caso.

— Ahora no Kurama, no estoy de humor — respondió deprimido.

— Es por eso que lo hago mocoso — escuchó y cuando se dio cuenta ya no estaba en su cama, estaba afuera de la jaula.

— Déjame deprimirme en paz, Kurama — dijo y se volvió a tirar, pero ahora en el piso frío del lugar.

El nombrado rodo los ojos, se supone que es un temible biju, un zorro de 9 colas, ¿Cómo terminó tratando de animar a un niño de 12 años?

— Quiero decir que es la relación más corta que he presenciado, aunque no he visto muchas.

— No ayudas...

— Mocoso, debido a que soy el único adulto aquí, si así lo puedo llamar, es mi deber explicarte, o mínimo decirte que está bien y que está mal.

— ¿Hice algo malo? — pregunto mientras alzaba la mirada.

— Ese es el problema, no hiciste nada malo y Sasuke tampoco, son unos niños tratando de hacer cosas de grandes.

— ¿Es verdad que no podemos estar juntos?

— No dije eso, normalmente los niños tienen ejemplos de sus padres, de alguna relación cerca y saben lo que tienen que hacer, ustedes empezaron desde cero, sin saber a dónde quieren llegar.

— No somos tan pequeños, además somos ninjas, no nos enseñaron de relaciones en la academia.

— Por eso, no saben qué hacer, eso no está mal, e intentarlo tampoco, lo hicieron y no lo lograron, ahora debo decirte ya que lo experimentaste, que pueden lograrlo.

— ¿Cómo? — dijo aún triste — No funcionamos como pareja.

— Eso es porque no lo han hablado como se debería y porque solo duraron 24 horas, nada se logra en ese poco tiempo.

— ¿Tú crees?

— Lo creo, ahora quieres dejar de pensar en Sasuke, en corazones rotos, puedo leer tus pensamientos y me molestas.

— Oh, lo siento, ttebayo, lo intentaré — cuando cerró los ojos y los volvió a abrir ya estaba en su cama nuevamente.

Se fue a tomar un baño, para despejar su mente y pensar bien que tiene que hacer.

Por su parte Sasuke estaba en una situación similar.

— ¿Ustedes creen que hice lo correcto? — pregunto preocupado, más no recibió respuesta — Creí que por lo menos tendría una idea — hablo triste, mientras dejaba la fotografía de sus padres nuevamente en su cajonera.

A diferencia del rubio, Sasuke no tenía un zorro viviendo dentro de él, ni ningún otro animal.

Pero no lo necesitaba, podía aconsejarse el mismo, tenía la suficiente madurez para encarar la situación.

Solo había terminado con la relación que inicio, con su mejor amigo, 24 horas atrás, no debería de ser tan difícil superar algo tan simple como eso.

Para dejar de pensar en eso, se preparó su comida y después de comer, decidió ir a entrenar, nada mejor que un duro entrenamiento, lo necesitaba.

Trato de hacer diferentes cosas, desde practicar en los árboles, revisar su puntería y muchos ejercicios más, sin embargo, aunque termino agotado, en ningún momento se pudo sacar a Naruto de su mente.

Lo Que Siento Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora