Jale las riendas de Fénix y Sardinilla mientras seguíamos a Geralt quien se encontraba en el borde del lago lanzando una red de pesca.
Habían pasado cinco años desde el banquete de bodas de Pavetta y su boda con Duny, y habían pasado tres años desde que declararon su barco perdido en el mar.
Calanthe se rompió ante la noticia, ahora tenia un reino del cual cuidar, una perdida que superar, y dos nietas que criar y de las cuales que preocuparse de ser reclamadas.
Pavetta tuvo mellizas, alcance a acudir al parto en una de mis visitas mensuales que les había comenzado a hacer después del banquete, y resulto ser una sorpresa para todos descubrir que Pavetta no solo esperaba un hijo, sino dos, tuvo dos princesas, y no tomo mucho tiempo descubrir que la menor me pertenecía. Ella era mi niña de la sorpresa.
Una niña de cabello negro como la noche a diferencia de su hermana que era una niña de cabello dorado como el sol.
Al igual que Geralt prometí no reclamarla, pero Pavetta insistió en que lo hiciera si era necesario.
Por meses visité a ambas niñas, La princesa Cirilla Fiona Elen Rhiannon y La princesa Circe Adreanna de Cintra, Geralt por otro lado no había querido ni verlas ni en pintura, literalmente, tenia un pequeño retrato de las niñas conmigo, cuando se las mostré por primera vez el miro de lado y hasta ahora no ha preguntado por ellas, es mas su estado empeoro desde que le di la noticia de que habían sido dos. El, al igual que yo, sabia lo que implicaba para ambos.
Desde el día del banquete, Geralt, aunque no lo admitiera, no había podido dormir, y sabia que le perturbo la noticia de que tenia una niña de la sorpresa, ahora le perturbaba el tener dos en espera de ser reclamadas.
Había intentado de todo el poder ayudarlo a dormir, pociones, hechizos, un golpe en la cabeza, lo que fuera para ayudarlo a cerrar los ojos por mas de diez minutos, sin resultado.
-Ay no- murmure al escuchar una voz que reconocería en cualquier parte- Jaskier. Este no es un buen momento.
Aunque habíamos visto a Jaskier en mas de una ocasión, en ese entonces Geralt no había estado en el borde de la desesperación por algo de sueño, ahora si lo estaba, y por como se llevaban ambos, Jaskier podría ser un detonante, Geralt estaba a nada de explotar.
-¡Geralt! ¡Adreanna! Hola- dijo dejando de cantar al vernos.
-Jaskier-salude sonriente- sabes, es toda una alegría verte, pero creo que será mejor que sigas tu camino.
-¿Por qué? Han pasado un par de meses desde que nos vimos, aunque realmente parecen años. Pero bueno ¿Qué es el tiempo? Escuche que andaban por aquí. ¿Me están siguiendo tortolos? Es decir, me halagan, pero deben conseguirse un pasatiempo- dijo a lo que negué con la cabeza- ¿Cómo están las princesas?
Hice una mueca viendo a Geralt a quien note se tenso de los hombros justo antes de volver a lanzar la red y luego comenzó a jalar de ella cuando se hundió.
-Están bien, con Calanthe- dije en breve- ¿Qué te trae por aquí Jaskier?
-Bueno, la condesa de Stael, mi musa y belleza de este mundo, ahh, me dejo, de nuevo- respondió- muy fría e inesperadamente, debo agregar. Siento que me voy a morir con el corazón roto. O de hambre, parece ser. A menos que un par de personas quieran compartir pescado con un viejo amigo.
Geralt en respuesta, con la red en mano camino apartándose de el hacia un tramo mas adelante.
-¿Seguimos sin ser amigos?- pregunto Jaskier viéndolo irse y luego comenzó a alcanzarlo- Si, bueno, démonos otra década.
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The Witcher Raven; G. De Rivia
FanfictionSinopsis La vida de Adreanna de Kaedwen no ha sido facil, nacida con la marca del cuervo en su hombro, al igual que algunos miembros de la realeza en otros reinos no hizo de su vida mejor, al igual que la de sus semejantes, aun menos cuando llego a...