Capitulo 17.

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Cabalgamos de forma apresurada en dirección al pueblo mas cercano, Rinde, a medio camino nos encontramos con un campamento en el cual nos detuvimos.

-¿Hay un sanador aquí?- pregunte.

-Si, Chireadan, el elfo- respondió un soldado- por allá.

Me baje de Fénix y ayude a Geralt a bajar a Jaskier de Sardinilla.

Mientras me adelante a la tienda de forma apresurada.

-Necesito sus hierbas- dije- lo ataco un djinn en botella.

-¿Un genio? Suena a cuento de hadas- comento el elfo.

-Sin el final feliz- comento Geralt.

-Intente detener el crecimiento con magia, pero ambos sabemos que no será suficiente, ni aunque recite el mismo hechizo una y otra vez, necesito hierbas para el hechizo que lo curara.

-Lamentablemente no cuento con ellas- respondió Chireadan.

-¿Qué?- pregunte.

-Soy sanador, no hechicero, aunque las tuviera no podría usarlas, lo que si tengo es un remedio para el dolor lo que será poco ya que es como...

-¿Ponerle ungüento a un tumor?- sugirió Geralt.

-¡No!- grito ahogado Jaskier.

-Como sabrás, si no se detiene el hechizo a tiempo el daño puede ser irreversible- dijo Chireadan mientras mezclaba unas hierbas, reconocí que eran para el dolor.

-Sera suficiente mientras van a otro pueblo, en todo caso, morirá si no consiguen las hierbas para el hechizo- siguió mientras le ofrecía a Jaskier las hierbas mezcladas.

-¡Geralt! ¡Adrea!- apenas dijo negando con la cabeza.

-Ah, si. No queremos que eso pase- comento Geralt mientras le daba palmaditas en la espalda como si eso le ayudara a respirar mejor.

-La medicina comienza a hacer su efecto, deberían llevarlo a otro pueblo mientras dure- comento el elfo.

-¿Qué acaso aquí no hay un hechicero?- pregunte- es decir, cada reino tiene uno.

-El... el alcalde dice que es peligroso- respondió.

-¿Qué es lo que estas omitiendo?- pregunto Geralt, el elfo lo miro- dime.

-Pues, hay alguien que hace magia y probablemente tenga las hierbas. Fui encargado de llevarle ante la justicia. Pero fui incapaz de penetrar ciertas defensas. El alcalde en persona fue a aprenderla y logro encerrarle en su casa.

-Eso no fue tan difícil ¿verdad?- pregunto Geralt tomando a Jaskier dispuestos a irnos.

-Tengan cuidado, posee gran poder y malicia. Y también astucia- advirtió.

-También tenemos eso- dije- iremos a buscarlo.

Salimos de la tienda y cabalgamos el resto del día hacia la casa del alcalde en Rinde a donde llegamos en la noche.

-Hay tarifa por entrar- hablo un hombre deteniendo el paso de los caballos.

-¿Por ver al alcalde? Esto es urgente- dije.

-Yo no hago las reglas cielo, pero el dinero siempre abre puertas- respondió.

-¿Acaso me llamo cielo?- pregunte a Geralt sin esperar respuesta- si no lo haces tu lo terminare haciendo yo.

Geralt asintió, sacando un pequeño saco de monedas el cual estuvo por ofrecer al hombre de no ser porque lo uso para darle un golpe en la cara.

-Tenia razón, abre las puertas- dijo Geralt a lo que reí.

The Witcher Raven; G. De RiviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora