Capitulo 26.

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Conforme el día paso, hasta el anochecer, mas soldados llegaban, y mas soldados mataba desde la distancia, pero eso no impidió que se les ocurriera de usar sus escudos como defensa mientras disparaban hordas y hordas de flechas a la entrada protegida por el escudo del druida que finalmente cedió.

Sentada junto a Calanthe, Danek llego.

-Majestad, los Nilfgaardianos entraran al castillo.

-Ya lo hicieron- hablo Myszowor entrando junto a ambas niñas- mi poder no podrá contenerlos por mucho tiempo.

-Y ya saben como defenderse del mío, aunque aun hay soldados que caen ante el- dije.

-¿Y ahora que?- pregunto Cirilla.

-¿Qué hacemos?- pregunto Circe.

-Myszowor- llamo Calanthe, y el mencionado se acerco- el brujo, no quise que se fuera. Se lo que hice. Esta en la celda de la entrada.

-Si logro traerlo aquí, con Ciri, Adrea y Circe. El destino tal vez nos favorezca- susurro.

Mire con los ojos abiertos a Calanthe ante su revelación, pero ella ignoro mi mirada.

-Danek, ya es momento- dio la orden.

-Esperen ¿A dónde van?- pregunto Cirilla.

-¿Por qué me lo ocultaste?- dije acercándome a Calanthe.

-Supuse que con lo que me contaste, no querrías ni verlo en pintura- dijo- ahora déjame hablar con ambas.

Me levanté y permití que Cirilla y Circe se sentaran junto a ella.

-Lección numero dos, aprende cuando tienes que parar de moverte- escuche que dijo.

-Estas cediendo- señalo Cirilla.

-Nilfgaard no toma prisioneros, por eso no deje que Adrea me curara. Porque justo ahora torturan a mis ciudadanos. Están vivos viendo como les abren y sacan las entrañas, les prenden fuego en las piernas, sus lenguas, alimentan a los perros.

-Majestad- dijo Myszowor entrando y luego se acerco para susurrarle- se ha ido. Parece que escapo.

-Si esta ahí afuera, aun hay esperanza para ella, para ambas y con Adreanna aun mas.

-¿Qué?- preguntaron ambas- no

Calanthe se dirigió a ambas

-Frente a lo inevitable, los buenos lideres siempre eligen la misericordia. En el futuro seria sabio hacer lo mismo.

-¡Lazlo!¡Lauren! traigan sus capas.

-¿Qué?, no, no, no- hablaron ambas.

-Sigan siendo valientes, prométanmelo. Ustedes son las leoncitas de Cintra. Están destinadas al...

-No podemos hacer esto sin ti- dijo Cirilla.

-Debemos irnos altezas- hablo Lazlo.

-¡No!- gritaron ambas haciendo temblar el alrededor por un instante.

Mire con ojos preocupados a Calanthe.

-Váyanse, el mundo depende de ello- hablo ella- en lo posible, no se separen de Adrea.

Cirilla y Circe se acercaron a Calanthe una ultima vez.

-Te amamos- dijeron.

-Cirilla. Encuentra a Geralt de Rivia, el es tu destino. Y Circe, no dejes a Adreanna, ella es el tuyo.

Tanto Lazlo como Lauren les colocaron sus capaz, azul y negra, y las encaminaron a la salida.

Me acerque a Calanthe.

The Witcher Raven; G. De RiviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora