Capitulo 22.

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Desperté a la mañana siguiente, viendo a Geralt quien me dio media sonrisa.

Tras levantar las cosas vimos a Yennefer salir de su tienda.

-Si nos apresuramos, podemos llegar al Dragón Pensativo antes del atardecer- hablo Geralt.

-No creo que debamos irnos- dije.

-Adrea- llamo Geralt.

-Quiero terminar con esto, con la deuda, no quiero verla mas- dije- ademas, como dije antes, siempre quise ver un dragón.

-¡Mierda!- escuchamos que emitió Yennefer.

-¿Qué sucede?- pregunte.

-¿A dónde se fueron esos enanos?- dijo viendo a donde habían acampado.

Me dirigí cerca de ella, encontrándome con su campamento vacío.

Yennefer apresuro el paso y siguió el camino a la cueva del dragón, con Geralt y conmigo detrás de ella.

Seguimos el rastro de Yennefer quien se nos adelanto por mucho.

Y nos dimos cuenta de que íbamos por el camino correcto al pasar junto a unos enanos muy quietos en su lugar.

-¡Alto!- grito Geralt entrando a la cueva, seguido de mi.

-¿Qué carajo?- dije al ver a Tea y Vea, vivas.

-Esta muerto- hablo Yennefer viendo al dragón al cual no pude dejar de ver apenas fije mis ojos.

-Esta muerta- corregí al ver al huevo.

Se escucho un rugido, tras el cual, de un hueco en la parte superior de la cueva, entro un dragón. Un dragón dorado.

Aun menos pude apartar la vista.

-Sir brujo y sus hechiceras. Hola otra vez- hablo el dragón, o mas bien Borch Tres Grajos.

-Esto es imposible- hablo Geralt.

-Cuando la dragona fue herida, sus gritos los escucho Villentretenmerth- dijo Tea.

-Pero el huevo no podía moverse- hablo Vea- o la vida dentro de este se perdería.

-Por eso el dragón ataco- dijo Geralt.

-Estaba protegiendo a su bebe- hablo Yennefer.

-Y luego oírnos de la cacería del rey- hablo Tea- debíamos mantener a los enemigos cerca.

-Así que fuimos a buscarlos, el brujo pelo blanco, el caballero que había enseñado a salvar dragones en lugar de matarlos, y su hechicera quien, en lugar de siquiera considerar matar a un dragón, los salvo.

Sentí como detrás de nosotros hombres se acercaban.

Los sableros.

-Parece que vamos a acabar con toda la familia- hablo Boholt-¡Maten al dragón!

Un hombre por el lado de Geralt se acerco, este rápidamente saco su espada y derribo al que se acerco.

-¡Mátenlos!

-¡Boholt es mío!- grito Yennefer.

Mientras las zerrakianas sacaban sus espadas yo condense mis espadas que usaba como extensiones de mis brazos, diferente a como Geralt la usaba.

Muchos se fueron contra Geralt a quien cubrí acercándomele y cortando a cada sablero que el no combatía.

Llego un momento en que me pude colocar a sus espaldas, estando así espalda con espalda mientras cruzábamos espadas con los combatientes.

The Witcher Raven; G. De RiviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora