The Witcher Raven; G. De Rivia

Capitulo 24.

Cabalgue junto a Sir Lazlo y Lauren, junto con otros guardias del castillo, habíamos buscado por varias partes del pueblo a Ciri y a Circe, a quienes finalmente encontramos jugando matatena con otros muchachos del pueblo.

Ambas vestidas de niños.

Al vernos, uno de ellos grito.

-¡Yo no robe el pan, fue Korin!

-Oye cállate tarado- dijo otro para después levantarse y correr, quedando solo ambas niñas quienes nos vieron mal.

-Deben acompañarnos- dijo Sir Lazlo.

Tras subir a ambas al caballo, nos dirigimos al castillo donde las ayude a arreglarse como princesas, tras lo cual nos dirigimos al salón principal donde Calanthe comenzó a hacer distinciones a los soldados.

-Como tu reina, te concedo este titulo que simbolizara tu deber y vinculo como vasallo, para mostrar lealtad a la corona de Cintra.

El soldado se levanto y retrocedió con respeto.

Al pie, y a los lados de la escalera estaban Sir Lazlo y Lauren y del otro lado Danek

Calanthe se encontraba en el centro, Eist a su izquierda y yo a la suya, y del otro lado ambas princesas, Ciri a la derecha de Calanthe y Circe un poco mas atrás a la derecha de su hermana, en orden de linaje.

-Me complacería mostrarle mi lealtad mi señora- hablo Eist en susurro.

Otro soldado se acerco y se arrodillo, y Calanthe repitió el proceso.

-Que asco- murmuraron ambas princesas.

-Las leoncitas que llegan tarde no gruñen- hablo Eist.

-Estábamos jugando en la plaza- hablo Ciri.

-En todo fue mi culpa, no las encontrábamos- dije.

-¿Qué jugaban? ¿Matatena?- pregunto Eist- ¿Ganaron esta vez? Como les enseñe

-Lo habríamos hecho de no ser por los jinetes de la perdición y la abuela Adrea que aparecieron así- hablo Circe.

-Lamento causar terror a sus amigos- dije, sin sentirlo realmente.

-Si no pueden ganar en la matatena por miedo a unos caballos ¿Qué harán cuando estén en la batalla?- hablo Eist.

No hubo respuesta por ambas niñas.

-Al menos no se cagaron en los calzones- agrego Eist.

Ciri y Circe sonrieron impidiendo que una risa se les escapara, como yo lo logre.

-Como miembros de la realeza, ¿es mucho pedir que ejerciten sus modales y respeto?- hablo Calanthe- en especial ustedes dos. Es su deber como miembros de la realeza y como abuelos.

-Uno mas viejo que el otro- hablo Eist.

-No me insultes, anciano- dije.

-La anciana ha hablado- hablo Eist quien, al igual que yo sentimos la presencia de Calanthe mas pesada- me disculpo majestad, pero le ruego que me deje ir, mi reina. Estoy cansado por mi viaje a las islas, y por mis deberes de cama previos.

-Que asco- murmuraron las mellizas a la vez.

Calanthe repitió el nombramiento a otro soldado que se acerco mientras las cuatro personas tras ella reprimíamos otra risa.

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Doce años después de la primera vez que visite Cintra después de mucho tiempo, gracias a Jaskier, me encontraba en la misma posición que hace ese tiempo, un banquete de bodas, para comprometer a ambas princesas.