Capitulo 31.

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En el campo de entrenamiento estábamos Geralt y yo, reconectando nuestras tácticas, aunque no había salido mal en casa de Nivellen, debíamos reconectar nuestros cuerpos y luego nuestros sentimientos, aunque de esto ultimo mas bien era aclararlo.

Mientras Geralt blandía su espada pasando sus pies sobre cada superficie discontinua a una altura considerable, yo me movía tras de el a la par, cubriéndole su espalda mientras invocaba la bruma y la movía de un lado a otro con posibles movimientos.

Luego Geralt procedió a bajarse y golpear la madera sobre la que estaba con su espada, probando mi equilibrio el cual fue impecable a pesar de las vibraciones que emitió su espada.

-Nada mal para un par de años separados- dijo Geralt.

-Aunque me encontraba en un castillo no creas que no entrenaba- dije llegando a su lado.

Vesemir se acercó tras nosotros, y comenzó el sermón.

-Cuando me dijeron que recurrieron al Derecho de la sorpresa les dije que fue un error- Geralt, quien le daba la espalda se giro a el- dijeron... prometieron, que no reclamarían a la niña, y ahora son dos. Aun cuando pensamos que solo seria una igual dije "si, igual es un error".

-Tenia que salvarlas- dijo Geralt.

-Lo sé- dijo Vesemir- y sabias que te lo recordaría.

-Si- hablo Geralt.

-Pero aun así las trajiste- dijo Vesemir- no es que no me alegre tenerte de vuelta Adreanna ¿pero en que pensabas? Lo dejaste por años, sabes cual es nuestro oficio y el que escogiste.

Sentí su mirada pesada mientras desviaba la mía.

-¿Le dijiste?- pregunte avergonzada a Geralt.

-Mas bien se lo escribi- dijo- debía hablar con alguien.

-Lo siento, Vesemir. Lamento si te decepcioné, pero una de ellas me necesitaba, después de que supe que era como yo, no podía darle la espalda como mi familia lo hizo conmigo.

-Nosotros también somos tu familia- hablo Vesemir.

-Y se los agradezco, pero debes entenderme, estaba confundida, Circe me necesitaba y no podía dejarla, debía evitar que le pasara lo que a mi, tuve suerte de que Calanthe no lo permitiera, después de eso tenia que comenzar a entrenarla. Debes creerme que mi intención no era abandonarlos, solo necesitaba tiempo- dije y lo ultimo lo dije mirando a Geralt.

Hubo un silencio, y Vesemir suspiro.

-Bueno, me dijeron que huyen de Nilfgaard, que sobrevivieron a la masacre de todo su reino. ¿Cómo?

-Les pregunte- respondió Geralt- me mintieron.

Desvíe la mirada, deduciendo lo que pudo haber pasado.

-Mhm, es raro que no hayas insistido- dijo Vesemir.

-Los brujos buscamos respuestas- dijo Geralt- Mhm, creo que tu me dijiste eso.

-Ah... ¿en que estaba pensando? - dijo a lo que reí.

-Las trajimos aquí para mantenerlas seguras- dije- es el único lugar que conozco, ademas del templo de Melitele. Pero para ambos es mas fácil protegerlas detrás de estos muros.

-¿Suficiente para encontrar respuestas?- pregunto Vesemir quien me miro y yo desvíe la mirada- no creas que no reconozco esa mirada Adrea, es la misma que tienes cada vez que ocultas algo.

-Tal vez después sepa como compartirles lo que se- dije.

-Adrea, debemos saber quiénes son y lo que son, solo así podremos ayudarlas- dijo Geralt.

The Witcher Raven; G. De RiviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora