Capitulo 18.

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Yennefer y yo bajamos las escaleras a donde se encontraba Geralt, de nuevo en la cocina.

-Esta tomando una siesta sanadora. Debo admitir que tienes buena compañía brujo. Ella ha mostrado ser muy capaz- halago Yennefer.

-¿Y cuanto tiempo dormirá?- pregunto.

-Lo suficiente para que ambos se bañen- respondió por mi.

Geralt la vio confundido, ella dejo caer en la mesa nuevos conjuntos de ropa.

-¿Cómo es que...?- inicio, pero se interrumpió comprendiendo- ah, si. Magia. Dudo mucho que yo quede aun mas limpio si me baño en esta casa.

-Insisto. No solo puedo adivinar la edad y raza de sus caballos, sino también su color. Por la peste.

-Mhm- emitió Geralt.

🐺🐦🦄

-Pescar un Djinn me parece un medio muy extremo para remediar en insomnio- escuche que dijo Yennefer.

-Cuando las medidas extremas me parecen razonables, si, estoy desesperado- comento.

-Aun así, no me pediste ayuda con eso- agrego Yennefer.

-Una muerte inminente se adelanto, ademas, no creo que puedas hacer algo mas de lo que Adreanna ya intento. No creas que no le pedí ayuda antes, seria tonto tener a alguien muy capaz con magia por años a mi lado, haciéndome compañía y no pedirle que la use en algo mas que en ayudarme a cazar monstruos. No me malentiendas, me agrada su compañía, aunque ya es constante, sigue siendo una toma de aire fresco- escuche.

-Tienes razón en algo, si ella no pudo hacer mucho, yo tampoco podría. No es por nada que fueron exiliados de sus propias familias, temerosos de su gran poder, a diferencia de los que controlamos el caos, cuando somos instruidos, tenemos muchos limites. Su poder, es prácticamente ilimitado... obviamente si se tienen los recursos correctos.

Entre sintiéndome semidesnuda, porque prácticamente así me encontraba. Tenia una bata de baño semitransparente debido a que era tejida y no tenia nada mas debajo, similar a la que tenia Yennefer quien ahora se encontraba mirando los brazos de Geralt quien la incito a que le preguntara de sus cicatrices, después de pensar en que seria sirviente de Yennefer como pago por prestar sus hierbas.

Yennefer se levanto y se acerco a la bañera donde Geralt estaba sentado.

-No seas tímida Adreanna, puedes unirte al baño- comento mientras se detenía a la espalda de Geralt a quien seguía con la mirada.

-Voltéate- ordeno a Geralt quien obedeció y ahí fue donde Yennefer procedió a quitarse la bata, no sin antes haber recibido una mirada de Geralt quien había girado la cabeza echando un ojo a su cuerpo y luego al espejo que le daba buena vista pero que ella giro con magia. 

Yennefer se introdujo al agua y apoyo su espalda con la de Geralt, quien ahora tenia la mirada dirigida a mi, aun vestida.

-Deberías meterte ya Adreanna, el agua no permanecerá caliente por siempre- volvió a invitar Yennefer.

-Creo que todos sabemos que podemos volver a calentarla. Pero solo porque te debemos, te complaceré.

Rodee la bañera quedando de forma que desde mi punto de vista ambos estaban de lado,  espalda con espalda, mirando en direcciones opuestas y donde apenas entraba yo en su vista periférica, mas eso no les impedía echar el ojo por completo como Geralt hizo con Yennefer.

Me quite la bata y me estremecí al sentirme observada, ignorando la sensación me metí al agua y apoye mi espalda en uno de los brazos de cada uno.

-Bien, ahora que ya todos estamos aquí, díganme. ¿Todos los brujos son tan favorecidos?- pregunto- cumplan, aunque esta fue mas una pregunta para Geralt.

The Witcher Raven; G. De RiviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora