18. Palomitas para dos

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🐼: Canción: Star Lost
Grupo: Stray Kids.


𝓜𝓲𝓬𝓪𝓮𝓵𝓪

— ¿Ella mandó las diapositivas del tema cuatro?

Busqué en la carpeta llamada "Psiquiatría forense" y en los módulos de la plataforma mientras esperaba respuesta de alguna. Hice una mueca al no encontrar el condenado archivo.

— ¿El de los factores de abuso sexual?

— Ese mero.

— No lo tengo, supondré que no —respondió Valeria activando su cámara. Di un vistazo rápido y regresé la vista a la pantalla de mi computadora.

— Que linda ¿eh? ¿Cómo chucha quiere que estudiemos si no tenemos el material completo?

— Alguien está de mal humor —mencionó la pelirroja ante el comentario de Alina que le mostró el dedo de corazón. Reí.

Estamos en exámenes finales lo que implica estrés, estrés y más estrés especialmente cuando los profesores no son claros con el temario a estudiar o el típico caso de colocar algo que precisamente, no mandaron a estudiar. El caso en esta ocasión es diferente y es que el temario se encuentra incompleto.

— ¿Será que le mandamos un mensaje?

— Por correo será porque no dio su número.

— Peor es nada —comentó la castaña—. Yo me haré cargo, hablamos después.

— Adiós, estúpidas.

Ambas se desconectan quedando Roja y yo. Estuvimos un buen rato sin hablar solo viendo nuestros apuntes y diapositivas hasta que decidí dar el paso.

— ¿Cómo va todo en casa con Julia?

— Bien bien, perfecto.

— ¿Tu mamá? —suspiró a través del micrófono de sus audífonos.

— Ahí le vamos, seguirá molesta aunque no lo diga. Ya sabes como son los padres.

— En especial la tuya.

— Ah, sí —infló las mejillas.

Después de ser dada de alta, Jennie fue a vivir con su hermana mayor en contra de su madre que, aún así de casi perder a su pequeña hija, sigue estando enfadada. Es lo mejor para ambas por lo menos hasta que se recupere del todo que, por obra y gracia del de más arriba; su cuerpo ha aceptado el proceso de una buena forma y ha ganado peso en poco tiempo. Julia está muy pendiente de que finalice sus platos al igual que todas nosotras. No ha sido fácil y muchas comidas no quiere siquiera verlas, los primeros días intentaba inducir el vómito. Sé que le pican los pies por querer volver a bailar, pero por recomendación del doctor no debe esforzarse mucho. Tengo entendido que dentro de un par de días, irá a su cita programada para verificar su proceso.

— Roja, tú... —asintió levemente demostrando que tenía toda su atención—. Ibas a decírmelo ¿no es así?

Silencio. Por un momento pensé que la conexión se había perdido.

— Sí, ese mismo día en la universidad. Le había puesto un alto cuando comencé a verme muy... Diferente. Entré en pánico e iba a recurrir a ti porque siempre sabes que decir —aunque la pantalla se vea un poco pixelada, noté que estaba reteniendo las ganas de llorar—. Quería adelgazar un poco y verme más atractiva para la presentación hasta que me di cuenta de que no lo estaba haciendo por mí, sino por mamá; que ella estaba proyectando sus inseguridades en mí.

— Sabes que estoy orgullosa de ti ¿cierto?

— Sí, me lo dices cada día —sonrió pasando un mechón de cabello detrás de la oreja.

La chica de las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora